A m¨ª, que me registren

Cuando se realizan comparativas sobre los sueldos de los directivos a nivel mundial sorprende sobremanera que los de los espa?oles no les vayan a la zaga de los dem¨¢s, lo que, en teor¨ªa, no deber¨ªa producirse, dada la coyuntura econ¨®mica y la menor importancia de nuestro tejido empresarial. En Espa?a, como en el resto del mundo, se defienden los altos salarios y prebendas en base a una l¨®gica aplastante: a mayor responsabilidad, mayor emolumento. Nada que objetar, salvo cuando se descubre que a la hora de la verdad ese sentido de la responsabilidad brilla por su ausencia cuando vienen mal dadas. Ocurre en muchos lugares. En Espa?a empieza a formar parte de nuestro ADN social.

En Espa?a se han hundido centenares de empresas sin que los que las gestionaron de manera como m¨ªnimo deficiente hayan sido se?alados, salvo que la justicia haga su trabajo, como est¨¢ ocurriendo en Pescanova. Aun esperamos muchos espa?oles que alguien se haga cargo del expolio que sufrieron las cajas de ahorro a manos de responsables bien pagados que, adem¨¢s de dejar agujeros financieros que todav¨ªa estamos pagando, se fueron a su casa con indemnizaciones millonarias. De nuevo, solo la justicia pone sobre el tapete de vez en cuando esta irregularidad.

El caso de Catalunya Banc es uno de ellos. El exvicepresidente del Gobierno con Felipe Gonz¨¢lez, Narc¨ªs Serra, era el presidente de esta entidad. En 2008, cuando la crisis era ya una realidad, fich¨® a Adolf Tod¨® como director por 825.000 euros anuales y le concedi¨® una jubilaci¨®n del 80% del sueldo con derecho a que su esposa ¡ªmucho m¨¢s joven que ¨¦l¡ª cobrara tambi¨¦n una parte de por vida. La raz¨®n, seg¨²n Serra, es que tales emolumentos estaban ¡°en la media del sector¡±. Afortunadamente, este gobierno, que inyect¨® 12.050 millones de euros de dinero p¨²blico a la entidad, le baj¨® el sueldo a Tod¨® y, posteriormente, le aplic¨® un despido procedente y le ha negado tan obscena indemnizaci¨®n. Pero la justicia no se conforma y la fiscal¨ªa pide ahora el procesamiento de Serra y Tod¨®, adem¨¢s del de los miembros del Consejo de Administraci¨®n que permitieron todo este desaguisado. ?Qu¨¦ dice Serra de todo esto ante los jueces? Pues que todo es culpa de la crisis.

Este verano hemos asistido a un espect¨¢culo vergonzante a este respecto a cuentas de los ERE y del caso B¨¢rcenas. En Andaluc¨ªa, el PSOE ha hecho una limpia a conciencia. Todo aquel pol¨ªtico que pudiera estar implicado en el caso de los ERE ha sido apartado por Susana D¨ªaz, pero ninguno, salvo la exconsejera de Hacienda Carmen Mart¨ªnez Aguayo, ha tenido la dignidad de reconocer que quiz¨¢ tuvo alguna responsabilidad; como m¨ªnimo por no cambiar el sistema de adjudicaciones de subvenciones, por no haber velado cuidadosamente desde su cargo de la manera de repartir una partida presupuestaria tan importante.

Lo del PP es a¨²n m¨¢s descarnado. Los diferentes secretarios generales del partido han desfilado ante Audiencia Nacional para asegurar que no se ocupaban de las cuentas. ?Cu¨¢l era entonces su trabajo? ?Si no controlaban los dineros del partido c¨®mo pod¨ªan saber que no hab¨ªa contabilidad b? ?Si ni siquiera ve¨ªan los balances por qu¨¦ cobraban sueldos tan altos y sobresueldos?

El pen¨²ltimo cap¨ªtulo de esta tendencia lo ha escrito la candidatura ol¨ªmpica de Madrid 2020. Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, ha sido duro con el resultado. No cree que Espa?a tuviera tantas posibilidades de organizar esos juegos como se crey¨® en los d¨ªas previos a la decisi¨®n final de Buenos Aires. Pero Cardenal tambi¨¦n se pone de perfil. Es el m¨¢ximo responsable de la pol¨ªtica deportiva en Espa?a desde hace dos a?os, pero ?de qui¨¦n fue la responsabilidad de la derrota? Del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, naturalmente. Lo ha dicho de manera un poco m¨¢s confusa: ¡°El papel protagonista y el liderazgo le han correspondido al COE y en el Gobierno hemos estado para ayudar en los aspectos que nos solicitara la candidatura¡±. Naturalmente, cuando nuestros deportistas fracasen en las competiciones internacionales nadie volver¨¢ a acordarse de este responsable pol¨ªtico que no ha dudado en meter la tijera en las subvenciones deportivas. Hoy por hoy, 25 de las 63 federaciones ol¨ªmpicas espa?olas est¨¢n en quiebra t¨¦cnica, lo que ser¨¢, probable y ¨²nicamente, culpa de la crisis.

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