A devolver el casco en la tienda
En otros pa¨ªses se entrega el envase para recuperar un dep¨®sito previo Una experiencia en Catalu?a aumenta el reciclaje Al comercio le preocupa la inversi¨®n que supone
Cada espa?ol genera, de media, m¨¢s de 500 kilos de residuos en un a?o. Y m¨¢s de la mitad de todos ellos acaban en el vertedero. Solo un 15% se recicla, seg¨²n Eurostat, lo que deja a Espa?a en muy mal lugar entre sus vecinos europeos: algunos han conseguido que all¨ª llegue menos del 1% de toda la basura urbana que producen. Los envases son solo una parte del problema. Pero nada desde?able. Espa?a ocupa el quinto puesto en Europa en generaci¨®n de este tipo de residuos, con m¨¢s de siete millones de toneladas al a?o. Pese a los sistemas de gesti¨®n actuales ¡ªlos contenedores de colores¡ª, demasiados envases acaban todav¨ªa en los vertederos.
La asociaci¨®n Retorna, integrada por la industria del reciclaje, ONG ambientales, sindicatos y asociaciones de consumidores, lidera una campa?a para implantar un sistema de retorno de envases de pl¨¢stico y latas similar al que funciona en pa¨ªses como Finlandia, Dinamarca o Alemania. Parecido, en definitiva, al que se us¨® en Espa?a hasta hace 30 a?os con los de vidrio: el casco de toda la vida que hab¨ªa que llevar a la tienda para recuperar el dep¨®sito cobrado previamente al comprar el sif¨®n o el vino. Para sus partidarios, todo son ventajas: consideran que es la soluci¨®n m¨¢s econ¨®mica, ecol¨®gica y justa. Para los detractores (las empresas que actualmente hacen la recogida selectiva y los comerciantes), el sistema tendr¨ªa un coste muy alto.
La localidad costera de Cadaqu¨¦s, en Girona, ha sido escenario de la primera prueba piloto en Espa?a de implantaci¨®n de un sistema de dep¨®sito, devoluci¨®n y retorno (SDDR) para envases de un solo uso. Durante dos meses y medio, entre el 15 de abril y el 30 de junio, diez establecimientos (dos supermercados y ocho tiendas peque?as) y los residentes participaron en el experimento: las botellas de pl¨¢stico de menos de tres litros y las latas (es decir, ni vidrio ni briks) se vendieron con un sobreprecio de cinco c¨¦ntimos. Por cada envase devuelto, en m¨¢quinas autom¨¢ticas en el caso de los supermercados o en mano en las tiendas, el cliente recuperaba su dep¨®sito.
El espa?ol medio genera 500 kilos de residuos al a?o y solo recicla el 15%
¡°Al principio pens¨¦ que ser¨ªa un problema, porque se avecinaba la Pascua y aqu¨ª tenemos muchos turistas, pero ha resultado sencillo. En realidad, lo hago como hac¨ªamos antes con el vidrio¡±, explica Olga Salart God¨®, propietaria de una tienda de ultramarinos en la calle del Doctor Call¨ªs, en el centro del pueblo. Al tratarse de un comercio peque?o, Salart explic¨® de viva voz a sus clientes que las bebidas ten¨ªan un dep¨®sito de cinco c¨¦ntimos que recuperar¨ªan al devolver el envase. Ella los iba guardando en grandes sacos de pl¨¢stico, los precintaba cuando se llenaban y llamaba para que se lo recogieran. Por cada envase devuelto, se le compens¨® con tres c¨¦ntimos.
¡°Ha funcionado estupendamente. Antes mucha gente se compraba una lata, se sentaba y la dejaba tirada. Ahora la devuelven o la tiran a la papelera. Los ni?os las cogen y las traen. No se ve un envase tirado en la calle¡±, contaba a finales de mayo, cuando este diario visit¨® Cadaqu¨¦s, invitado por Retorna. En el supermercado Valvi, unos carteles en los lineales informaban de la prueba piloto: ¡°Este envase tiene un dep¨®sito de 5 c¨¦ntimos¡±. La devoluci¨®n se hace en una m¨¢quina que compacta el envase ¡ªlas latas quedan reducidas a una d¨¦cima parte de su volumen¡ª y entrega un tique que luego funciona como un vale descuento al escanearlo en la caja. ¡°Hace 50 a?os que vengo a pasar temporadas a Cadaqu¨¦s y nunca hab¨ªa visto el pueblo tan limpio. Es un sistema muy f¨¢cil¡±, dec¨ªa una se?ora de Barcelona a la salida del supermercado.
En Alemania el dep¨®sito es de 25 c¨¦ntimos, y esa es la cantidad que los responsables de Retorna sugieren utilizar tambi¨¦n en Espa?a. En una d¨¦cada, la tasa de recuperaci¨®n de envases ha llegado al 98,5%, seg¨²n Deutsche Umwelthilfe, la ONG que impuls¨® el sistema. El 1,5% que no se recupera se traduce en ahorro para los establecimientos: son dep¨®sitos no reclamados. ¡°Para la prueba en Cadaqu¨¦s establecimos cinco c¨¦ntimos para que no hubiera fraude. Que no viniera gente con camionetas cargadas con latas y botellas¡±, explica Miquel Roset, director de Retorna. Precisamente escogieron esta localidad por sus caracter¨ªsticas geogr¨¢ficas. Es lo m¨¢s parecido a una isla, ya que solo se puede acceder por una carretera que serpentea por el parque natural del Cap de Creus, o por mar.
Los alemanes pagan 25 c¨¦ntimos de m¨¢s por cada recipiente
Tras la recogida, el siguiente eslab¨®n de la cadena es la planta de selecci¨®n. Jos¨¦ L¨®pez, operario de Rhenus ¡ªuna de las empresas que en Alemania se encarga de la log¨ªstica del sistema (m¨¢quinas recogedoras en comercios, transporte, conteo en la planta...)¡ª, muestra c¨®mo la m¨¢quina es capaz de separar las latas de aluminio de las de acero, adem¨¢s de leer los c¨®digos de barras de todos los envases. ¡°Las balas salen completamente limpias, sin material impropio, directamente a la fundici¨®n. Una tonelada de aluminio se paga a 1.000 euros. El valor de lo reciclado con este m¨¦todo es mucho mayor que con otros¡±, explica Roset.
Durante las 11 semanas de la prueba, los 10 establecimientos de Cadaqu¨¦s vendieron 105.901 envases de bebidas con dep¨®sito. Se les devolvieron 81.183, es decir, un 76,7%. La ¨²ltima semana del experimento el porcentaje de devoluci¨®n fue del 91,2%, seg¨²n datos de Retorna. ¡°En solo dos meses y medio, y con este aumento constante del retorno, se confirma que el sistema ha funcionado en Cadaqu¨¦s con la misma eficacia que en las 40 regiones del mundo donde ya est¨¢ implantado¡±, asegura Roset. Retorna subraya que lo importante es que se ha demostrado la viabilidad tanto econ¨®mica como t¨¦cnica y social de implantar el SDDR en un municipio catal¨¢n. ¡°El pueblo est¨¢ m¨¢s limpio sin envases ni latas. Y si est¨¢ medianamente limpio a nosotros nos resulta m¨¢s f¨¢cil acabar de limpiarlo¡±, dec¨ªa a finales de mayo el alcalde de la localidad, Joan Figueras (CiU). ¡°Aqu¨ª tenemos muchos residentes extranjeros, sobre todo europeos, que nos han dicho que ya era hora que hici¨¦ramos esto¡±. ¡°Si los resultados son buenos, pondr¨ªa la mano en el fuego de que en cuatro a?os est¨¢ implantado en todo el Estado¡±, pronosticaba.
El sistema integrado de gesti¨®n (SIG) es el que se encarga actualmente de los envases en Espa?a. Ecoembes es una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, pero financiada por los fabricantes, que gestiona los envases de pl¨¢stico, las latas y los briks (contenedor amarillo) y los de cart¨®n y papel (contenedor azul). Seg¨²n sus datos, el reciclado de envases dom¨¦sticos es del 70,3% en Espa?a. Retorna pone en duda ese dato, y calcula que es de poco m¨¢s del 30%. Ecoembes es la organizaci¨®n que expresa las mayores cr¨ªticas al SDDR. Un estudio que encarg¨® a una consultora sobre las consecuencias econ¨®micas y de gesti¨®n de la implantaci¨®n obligatoria del sistema concluy¨®, en junio de 2011, que la tasa de reciclado pasar¨ªa del 68% al 90%, pero necesitar¨ªa ¡°una fuerte inversi¨®n inicial¡± que sufragar¨ªan en gran parte los consumidores.
Partidarios y detractores
manejan cifras muy distintas
El informe tambi¨¦n asegura que el SDDR impone al ciudadano ¡°obligaciones¡±; a?ade que ser¨ªa necesario a?adir una nueva fracci¨®n en la separaci¨®n de basuras (solo para los envases que acepta el SDDR), y se?ala la incomodidad de tener que llevar los restos a un establecimiento en lugar de dejarlos en el contenedor amarillo de delante de casa, como ahora. La inversi¨®n ser¨ªa de 720 millones de euros, seg¨²n el estudio. M¨¢s de 450 responden a la adquisici¨®n de cerca de 20.000 m¨¢quinas y la construcci¨®n de 79 plantas de conteo en las que se separan los materiales. El nuevo sistema, adem¨¢s, tendr¨ªa un coste anual a?adido de 968 millones de euros, de acuerdo con el informe.
Retorna, que tambi¨¦n ha encargado estudios a consultoras, maneja cifras y planteamientos radicalmente distintos. Para empezar, el SDDR supone ¡°coste cero para la administraci¨®n central y beneficios para los municipios de entre 57 y 93 millones de euros (de 1,4 a 1,97 € por habitante en ahorro en servicios de recogida y limpieza)¡±, asegura. Y a?ade que el coste se traslada a los fabricantes y a los consumidores que no devuelven el envase, es decir, hace realidad el principio de que quien contamina paga.
El sistema se rige
Seg¨²n el estudio de Retorna, los costes de implantaci¨®n y mantenimiento anual ser¨ªan de 684 millones. Los envases no devueltos proporcionar¨ªan 385 millones anuales. La venta del material reciclado, otros 176. El sistema se autofinancia, reclama esta organizaci¨®n, puesto que los 0,67 euros que actualmente pagan los productores y envasadores por envase reciclado ¡ªlos que est¨¢n sujetos a esta gesti¨®n¡ª deber¨ªan desviarse al sistema de retorno: 123 millones m¨¢s al a?o.
El comercio da la raz¨®n a Ecoembes y rechaza el sistema. ¡°El actual sistema tiene ventajas con respecto al SDDR¡±, asegura un portavoz de la Asociaci¨®n Nacional de Grandes Empresas de Distribuci¨®n (Anged). ¡°El SDDR solo se refiere a envases de bebidas, que representan el 9% del total que se ponen en el mercado. La tasa global de reciclado en Espa?a ya es sensiblemente superior a la requerida por la UE, lo que demuestra que el actual sistema funciona y no necesita ning¨²n sistema alternativo o complementario¡±, a?ade. Anged a?ade que el SDDR ¡°supone un sobrecoste en la gesti¨®n de los residuos de envases y la log¨ªstica¡± y ¡°duplicar¨ªa las exigencias del consumidor¡±.
La Confederaci¨®n Espa?ola de Comercio tambi¨¦n se muestra en contra, por la inversi¨®n inicial que supone, y por ¡°las distorsiones que genera en el normal funcionamiento de los establecimientos comerciales, especialmente en el peque?o y mediano comercio¡±. Su secretario general, Jos¨¦ Guerrero, cree que una ¡°raz¨®n adicional muy poderosa¡± es que ¡°supondr¨ªa una disminuci¨®n muy importante en los presupuestos familiares destinados al consumo y un desincentivo de compra¡±.
Tambi¨¦n preocupa el coste de la instalaci¨®n de m¨¢quinas ¡ªcalculan 18.000 por cada una¡ª y el hecho de que unos 80.000 peque?os comercios no tendr¨ªan espacio ni recursos para instalar m¨¢quinas y deber¨ªan gestionar la devoluci¨®n de forma manual. El menor espacio para la venta, los costes adicionales de personal (una parte del tiempo de los empleados deber¨ªa dedicarse al sistema, argumentan) y los costes por inmovilizado (los comercios con sistema manual tardar¨ªan m¨¢s de un mes en recuperar las cantidades de los dep¨®sitos devueltos a los clientes) son otras de las razones que esgrimen. Finalmente, aluden a la competencia. Creen que el SDDR podr¨ªa afectar a la afluencia de consumidores del peque?o comercio a favor de otros formatos en los que la devoluci¨®n sea m¨¢s c¨®moda.
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