Devu¨¦lvanos su beca

Rodrigo sabe que se equivoc¨® de carrera. Alumno brillante, entr¨® en la Universidad de Sevilla con un expediente sobresaliente, pero su trayectoria pinch¨® en Telecomunicaciones. Mucho. Ahora est¨¢ varado en su pueblo extreme?o para devolver los 3.300 euros que gast¨® durante su primer a?o fallido como universitario. Tiene que reintegrar la beca. ¡°Aqu¨ª no hay mucho que hacer, es una zona agr¨ªcola, as¨ª que el trabajo que llegue no lo voy a rechazar: cajero, camarero¡­¡±.

Paula (nombre figurado) consigui¨® vencer sus l¨ªmites, apartar la etiqueta de ACNEE ¡ªAlumno con Necesidades Especiales Espec¨ªficas¡ª y entrar en bachillerato en un centro del sur obrero de Madrid. Le concedieron una ayuda de 704 euros (el m¨¢ximo son m¨¢s de 3.000 para los que se tienen que mudar), pero el a?o le result¨® m¨¢s duro de lo que esperaba y no pudo aprobar la mitad de las asignaturas. Tiene que devolver la beca. Su compa?era de instituto, que tambi¨¦n pide que no se difunda su nombre, dej¨® de asistir a mitad de a?o porque su padre estaba enfermo de c¨¢ncer y ten¨ªa que acompa?arle. El Estado le reclama el dinero que le concedi¨® para el curso pasado y que ya ha gastado. As¨ª ocurre con miles de alumnos.

El Ministerio de Educaci¨®n no solo ha endurecido los criterios para que alumnos de FP, bachillerato y universidad con menos recursos consigan ayudas para el curso que acaba de empezar. Tambi¨¦n ha decretado medidas m¨¢s severas para aquellos que han recibido una ayuda pero no han cumplido con las expectativas que el sistema puso en ellos. La devoluci¨®n es un proceso que ya se exig¨ªa, pero los nuevos requisitos van a disparar la cifra de afectados. El alumno que no haya superado la mitad de cr¨¦ditos o asignaturas y que no certifique haber asistido al 80% de las clases, debe reintegrar la ayuda que recibi¨® para transporte, material y manutenci¨®n. Las tasas de matr¨ªcula nunca hay que devolverlas. Hasta ahora, el ministerio estima que hay unos 6.500 universitarios y 3.400 estudiantes de ciclos medios que deben dinero del curso 2011-2012 al Estado, acogi¨¦ndose a los criterios en vigor hasta agosto de 2012: asistir a menos de la mitad de las clases o haber anulado la matr¨ªcula. Con las nuevas reglas, solo la Universidad de Sevilla, uno de los campus con m¨¢s demanda de becas, prev¨¦ que 1.400 estudiantes deben reembolsar ayudas que oscilan entre 429 y 6.056 euros. La cifra total en universidades se va a disparar por encima de 20.000 personas, seg¨²n una estimaci¨®n a la baja de este peri¨®dico con los datos de 13 universidades. El proceso es lento, pero implacable. Los centros tardan m¨¢s de un a?o en resolver los expedientes de cada estudiante. Aquellos que no devuelvan lo gastado pueden acabar en un listado de morosos y arrastrar a?os su deuda.

Como las competencias educativas est¨¢n transferidas, y hay comunidades que tambi¨¦n gestionan sus propias becas, la realidad adem¨¢s var¨ªa de una regi¨®n a otra. A unos 3.400 alumnos de bachillerato y formaci¨®n profesional se les ha abierto expediente por cursar baja en el centro en el 2011-2012. Representaron en total tan solo un 0,9% de todos becarios de ense?anzas no obligatorias. Es imposible hacer estimaciones de este curso porque a¨²n los directores de algunos centros ¡ªcon menos personal en secretar¨ªa que antes de la crisis¡ª no han elaborado la lista de alumnos. Dos ejemplos: un centro de la Comunidad de Madrid calcula que deber¨¢n reembolsar las ayudas seis de sus 40 becarios. El a?o pasado fueron dos. En Extremadura, la estimaci¨®n oficial es que 1.000 de los 19.000 alumnos de bachillerato y FP con ayudas tendr¨¢n que devolverlas.

Los institutos de regiones como Madrid, Comunidad Valenciana, Canarias o Murcia ya han empezado a recabar datos. El ministerio pide a las comunidades aut¨®nomas esas listas y estas reclaman la informaci¨®n a los centros. En otras regiones, como Andaluc¨ªa, los directores de instituto se?alan que ni siquiera ha empezado el proceso.

En la universidad del Pa¨ªs Vasco no se aplica ninguno de estos criterios porque el Gobierno regional dispone y reparte las ayudas con sus propios requisitos, que no pasan por una devoluci¨®n por suspender asignaturas. Navarra o Canarias habilitan comisiones para estudiar caso a caso. En Catalu?a, los campus a¨²n no han comenzado a tramitarlo. Las facultades se?alan que es la agencia de gesti¨®n de ayudas universitarias, dependiente de la Generalitat, la que debe hacer ese trabajo. Y en la agencia, que son los campus quienes se deben poner manos a la obra para reclamar, informa Ivanna Vallesp¨ªn.

Fuentes del departamento de becas del ministerio explican que buscan f¨®rmulas para un pago fraccionado por las numerosas peticiones de afectados. Estudian para ello la normativa del Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (antiguo Inem) para el reintegro de prestaciones irregulares de desempleo. Aseguran que ellos gestionan un mill¨®n de becas y estos casos son tan limitados que pueden permitirse supervisarlos con calma. Si la excepcionalidad est¨¢ justificada, no obligan a abonar la beca. El Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (CADUS) tambi¨¦n revisa alternativas con el Vicerrectorado de Estudiantes para hacer m¨¢s llevadera la devoluci¨®n. ¡°A¨²n no sabemos las directrices claras, buscamos resquicios legales para que los estudiantes puedan salvarse¡±, se?ala Alfonso Torres, portavoz del CADUS.

Muchas federaciones de asociaciones de padres (Fapas), alumnos e incluso centros de secundaria desconoc¨ªan hasta ahora el cambio de los requisitos para devolver la beca. La resoluci¨®n de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n fue publicada en agosto de 2012, aunque el ministerio recuerda que el decreto ha sido ampliamente discutido en ¨®rganos donde est¨¢n presentes las familias. La Fapa de Asturias envi¨® cartas en mayo a sus afiliados recordando que si los estudiantes no aprobaban, habr¨ªa penalizaci¨®n. ¡°Se quieren cargar la igualdad de oportunidades, al alumno que tiene un mal a?o se le entorpece el acceso a la educaci¨®n¡±, razona Eva Grimaltos, de la Fapa de la Comunidad Valenciana.

¡°Todo nos llegaba como rumores, tuve que ir directamente a un despacho para confirmarlo¡±, explica el exteleco Rodrigo Gonz¨¢lez desde su casa de Burguillos del Cerro (Badajoz). En septiembre de 2012, con 18 a?os, dej¨® el pueblo para estudiar en Sevilla una carrera, esa que no hab¨ªan podido cursar sus padres. Lleg¨® con mucha ilusi¨®n. Con su expediente brillante, pudo elegir de sobra y opt¨® por Ingenier¨ªa de las Telecomunicaciones. ¡°Siempre me han gustado las tecnolog¨ªas y quer¨ªa una carrera con salidas porque todo est¨¢ fatal¡±, cuenta. Pero se equivoc¨®. ¡°Empezaron a llegar los reveses¡±, explica. Suspendi¨® casi todos los ex¨¢menes, uno tras otro. Solo ha aprobado una asignatura. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Valladolid de 2009, el tiempo medio para completar una ingenier¨ªa es el doble del previsto oficialmente. ¡°Entiendo mi parte de culpa y que no me den beca para el a?o siguiente, c¨®mo no lo voy a entender, pero ped¨ª la ayuda para entrar en la universidad porque no tengo dinero, y sigo sin tenerlo¡±, reflexiona Gonz¨¢lez. Su padre fue despedido de una empresa de granito, su madre no trabaja. Ha vuelto al pueblo a juntar los 3.300 euros con trabajillos que le vayan saliendo. Habr¨ªa empezado en otra carrera si no hubiera tenido que devolver el dinero. Ahora espera ahorrar un a?o y volver a intentarlo el curso que viene. ¡°Mi familia me apoya, ellos tambi¨¦n quieren que sea universitario¡±.

Las cartas muchas veces se demoran demasiados a?os en llegar y lo hacen en el momento menos conveniente. A Silvia (tambi¨¦n con nombre falso), que estudia cuarto de una carrera de Humanidades en Salamanca, le reclaman ahora los 3.300 euros de primer curso fallido que hizo en otra carrera. Al cambiarse de carrera no ten¨ªa derecho a beneficiarse de esa ayuda. ¡°Tengo una pensi¨®n de orfandad de 220 euros y mi madre, que limpia casas, una de viudedad de 500 euros. S¨¦ que me equivoqu¨¦, pero no veo c¨®mo devolverlo¡±.