30 a?os de esclavas cautivas en Londres
Rescatadas tres mujeres retenidas y maltratadas en una casa de la capital brit¨¢nica Los due?os de la vivienda han sido detenidos
Londres tiene desde este jueves el dudoso honor de haber unido su nombre al de Amstetten y Cleveland despu¨¦s de que Scotland Yard revelara que hace unas semanas fueron liberadas tres mujeres que llevaban m¨¢s de 30 a?os encerradas como esclavas dom¨¦sticas en una casa ¡°normal y corriente¡± del barrio de Lambeth, en el sur de la ciudad. Seg¨²n se desprende de las confusas informaciones, tras la llamada de una de las retenidas a una organizaci¨®n ben¨¦fica, esta negoci¨® con las mujeres hasta lograr liberarlas. Esta ma?ana fue detenida en el domicilio una pareja de 67 a?os, 28 d¨ªas despu¨¦s, seg¨²n el diario The Guardian, de la liberaci¨®n de las mujeres. La polic¨ªa ha achacado la tardanza en las detenciones a la necesidad de aclarar los hechos para poder acusarles.
Las liberadas son una mujer malasia de 69 a?os, una irlandesa de 57 y una brit¨¢nica de 30 que aparentemente naci¨® en esa casa y no ha tenido nunca contacto con el mundo exterior. Aunque los hechos no est¨¢n a¨²n demasiado claros, parece que las mujeres pod¨ªan haber escapado por s¨ª mismas en otras ocasiones, pero no lo hicieron porque viv¨ªan completamente aterrorizadas por sus captores. Sufrieron malos tratos f¨ªsicos y mentales, aunque en principio no han denunciado violencia sexual contra ellas.
La gran escapada empez¨® cuando la mujer irlandesa se decidi¨® a contactar con la organizaci¨®n ben¨¦fica Freedom Charity, que combate los matrimonios forzosos y los cr¨ªmenes de honor, despu¨¦s de ver un reportaje sobre este tipo de bodas emitido por la cadena ITV el 6 de octubre. Una semana despu¨¦s, y tras numerosos contactos telef¨®nicos con la ONG, fueron liberadas. Seg¨²n se desprende de las declaraciones de la fundadora de la organizaci¨®n, Aneeta Prem, a la cadena Sky, fueron voluntarios de Freedom Charity quienes acudieron a recoger a las mujeres mientras la polic¨ªa permanec¨ªa en estado de alerta por si ten¨ªa que intervenir.
La versi¨®n policial no confirma directamente ese extremo, pero el detective inspector Kevin Hyland, de la Unidad de Tr¨¢fico de Personas de la Polic¨ªa Metropolitana, pareci¨® corroborarlo en una breve declaraci¨®n p¨²blica: ¡°Fuimos contactados en octubre por Freedom Charity despu¨¦s de que recibieran una llamada de mujeres que afirmaban que estaban retenidas contra su voluntad en un domicilio en Londres desde hac¨ªa m¨¢s de 30 a?os. Tras investigaciones a fondo fuimos capaces de identificar la casa en la que estaban retenidas. Con la ayuda de delicadas conversaciones conducidas por la organizaci¨®n ben¨¦fica, las tres mujeres fueron rescatadas¡±.
Prem, la responsable de la organizaci¨®n, dice que las mujeres ¡°fueron rescatadas con la ayuda de delicadas negociaciones de la organizaci¨®n ben¨¦fica¡±, sin aclarar qui¨¦n hab¨ªa realizado el rescate o si las mujeres salieron de la casa por su cuenta. Eso es al menos lo que pareci¨® indicar en sus declaraciones a Sky, en las que explic¨® que despu¨¦s de que las mujeres contactaran con Freedom Charity por primera vez empezaron "a hablar con ellas en profundidad a horas convenidas; cuando ellas pod¨ªan¡±. ¡°Planeamos que ser¨ªan capaces de andar hasta fuera de la casa. La polic¨ªa estaba en alerta¡±, a?adi¨®.
La fundadora de la ONG explic¨® que las mujeres viv¨ªan ¡°aterrorizadas¡±. Ten¨ªan acceso a varias habitaciones de la casa, pero no pod¨ªan acercarse a la puerta de entrada. Por sus declaraciones da la impresi¨®n de que no estaban encadenadas, pero que el p¨¢nico les imped¨ªa intentar escapar. El programa de ITV debi¨® de ser el detonante que les pudo hacer pensar que, si consegu¨ªan ayuda, pod¨ªan acabar con su pesadilla. ¡°Ten¨ªan la sensaci¨®n de que estaban en grave peligro¡±, explic¨® Aneeta Prem. Las tres hab¨ªan sido utilizadas como esclavas dom¨¦sticas, pero en principio se descarta que su cautiverio tuviera motivos sexuales. ¡°No me han dicho nada de eso¡±, aclar¨®. Tras su liberaci¨®n, las mujeres permanecen juntas en un lugar seguro.
Freedom Charity temi¨® tambi¨¦n que no quisieran abandonar la casa, ¡°porque obviamente llevaban all¨ª 30 a?os, retenidas en una situaci¨®n muy dif¨ªcil. Por eso ten¨ªamos que asegurarnos de que cuando salieran no decidieran que quer¨ªan volver all¨ª¡±. Finalmente, las tres mujeres fueron capaces de abandonar la propiedad sin la ayuda de la polic¨ªa. ¡°Se hizo de tal manera que las cosas han salido muy, muy bien¡±, a?adi¨® la Prem, que no quiso dar m¨¢s detalles. ¡°Van a recibir toda la ayuda que necesiten¡±, se comprometi¨®.
El drama de estas mujeres evoca al de otros ocurridos en los ¨²ltimos a?os. Como el caso de Josef Fritz, el monstruo de Amstetten, en Austria, que escondi¨® durante 24 a?os en el s¨®tano a su hija Elisabeth para abusar de ella. O el de Ariel Castro, que mantuvo encerradas a tres mujeres en su casa de Cleveland tambi¨¦n para utilizarlas de esclavas sexuales. O el de Philip Garrido, que durante 18 a?os encerr¨® a una joven en su casa en un pueblo de California. Y como en aquellos casos, tampoco los vecinos de Londres parecen saber nada.
¡°Una de las cosas que ocurren cuando vives en nuestra capital es que la gente no sabe lo que pasa m¨¢s all¨¢ de la puerta de su casa¡±, reflexion¨® Aneeta Prem. ¡°Era una casa corriente en una calle corriente que no hubiera llamado la atenci¨®n a nadie¡±, a?adi¨®.
Quedan, sin embargo, algunos interrogantes. ?Por qu¨¦ fue Freedom Charity quien llev¨® las conversaciones con ellas? ?Por qu¨¦ el rescate no lo hizo la polic¨ªa? ?Por qu¨¦ la polic¨ªa ha tardado varias semanas, quiz¨¢s m¨¢s de un mes, en detener a los sospechosos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.