Lo que separa el estrecho de Taiw¨¢n
Taipei, l¨ªder en pol¨ªtica ambiental, no est¨¢ en Polonia por el veto de Pek¨ªn
China, la gran potencia de 1.300 millones de habitantes que contamina al mismo ritmo que crece, presiona en Varsovia para que los pa¨ªses ricos ayuden a los que est¨¢n desarroll¨¢ndose a combatir el cambio clim¨¢tico y sus efectos. Al tiempo, su veto impide que est¨¦ presente en la cumbre Taiw¨¢n, una isla de 23 millones de personas que es l¨ªder global en pol¨ªticas ambientales.
Taiw¨¢n ¡ªya no tanto el refugio de los derrotados de la guerra civil china de 1949 cuanto uno de los cuatro tigres asi¨¢ticos, n¨²mero 20? mundial en contaminaci¨®n por di¨®xido de carbono¡ª hace m¨¦ritos: ha tomado la decisi¨®n unilateral de reducir esas emisiones a niveles de 2005 dentro de siete a?os y a niveles del a?o 2000 en 2025. Adem¨¢s, anuncia un recorte del 30% de emisiones de gases de efecto invernadero, desarrolla tecnolog¨ªa verde pionera en el mundo e invierte en renovables y en ahorro energ¨¦tico. ¡°Estamos dispuestos a asumir responsabilidades internacionales y los criterios m¨¢s exigentes¡± asegura Shin-cheng Yeh, viceministro de Protecci¨®n Medioambiental de Taiw¨¢n, que a?ade que el veto de Varsovia no cambiar¨¢ la decisi¨®n de las reducciones voluntarias y conf¨ªa en que Taiw¨¢n ¡°pueda compartir con el resto del mundo sus experiencias y contribuir a la protecci¨®n del medio ambiente global¡±.
Y Taiw¨¢n invita a ver sus experiencias: el Centro de Incineraci¨®n de Residuos de Bali ¡ªdise?ado por el arquitecto I. M. Pei¡ª que procesa basura de dos millones de personas y genera 250 millones de kilovatios al a?o; una granja org¨¢nica en el condado de Yilan; la reserva natural de DongYangShan, o un mod¨¦lico edificio verde, la sede en Taichung de TSMC, l¨ªder mundial en la fabricaci¨®n de semiconductores.
¡°Ha habido un gran esfuerzo en educaci¨®n escolar desde 1997; tambi¨¦n se apoya a las ONG. Y cuando hay que pagar por las bolsas de basura, como en Taipei, aunque sea muy poco dinero, se aprende a reciclar y economizar¡±, seg¨²n Eugene You-hsin Chien, presidente del Instituto de Energ¨ªa Sostenible y exministro de Exteriores y de Protecci¨®n del Medio Ambiente. Taiw¨¢n crea y produce tecnolog¨ªas verdes ¡ªpaneles solares, iluminaci¨®n led¡ª y colabora con EE UU, la UE y pa¨ªses asi¨¢ticos. ¡°Sabemos qu¨¦ tecnolog¨ªa necesitan ¡ªno necesariamente la ¨²ltima ni la m¨¢s cara¡ª los pa¨ªses en desarrollo para avanzar en sus pol¨ªticas ambientales. Ese es nuestro papel; somos pragm¨¢ticos, sabemos c¨®mo hacerlo¡±, explica el profesor Chien-te Fan, director del Instituto Jur¨ªdico de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Universidad Tsing Hua.
?No ser¨ªa posible cruzar el estrecho de Taiw¨¢n ¡ªsus 180 kil¨®metros los sobrevuelan a diario miles de turistas procedentes del continente¡ª y ayudar a China, principal emisor mundial de carbono y con un grav¨ªsimo problema de contaminaci¨®n de agua? ¡°Es dif¨ªcil¡±, explica Perry Peihwang Shen, director general en Asuntos Exteriores. ¡°China tiene una jerarqu¨ªa de prioridades, y a la cabeza est¨¢ el desarrollo econ¨®mico. No har¨¢ nada en medio ambiente que incremente sus costes de producci¨®n¡±.
Taiw¨¢n ha luchado en vano por ser observador en la conferencia, en un pulso similar al de los ¨²ltimos 40 a?os y coherente con la pol¨ªtica de Pek¨ªn de Una sola China y con el empe?o de Taipei de romper el aislamiento internacional. Las relaciones han mejorado desde 2008, tras los acuerdos que han permitido multiplicar los intercambios y llevar a millones de turistas chinos a la isla. Pero queda mucho por hacer y, adem¨¢s, el liderazgo medioambiental de Taiw¨¢n ha podido ser, parad¨®jicamente, un obst¨¢culo para estar en Varsovia: quiz¨¢ ser¨ªa un contraste excesivo la presencia en la misma reuni¨®n de la gran China que crece y contamina y del peque?o Taiw¨¢n que se presenta como alumno modelo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
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