Francia lucha contra la prostituci¨®n
La nueva ley, que divide a la opini¨®n p¨²blica, penalizar¨¢ a los clientes con 1.500 euros de multa, que subir¨¢n a 3.000 euros si son reincidentes
La Asamblea Nacional francesa aprobar¨¢ este mi¨¦rcoles la nueva y pol¨¦mica ley contra la prostituci¨®n, que sancionar¨¢ a los clientes con multas de 1.500 euros (el doble si reinciden), perseguir¨¢ el proxenetismo en Internet y habilitar¨¢ un programa de ayudas sociales para las mujeres que decidan dejar el oficio. Impulsada desde el Parlamento por 120 diputados del Partido Socialista, y defendida por la oposici¨®n, los colectivos feministas y mujeres de todas las tendencias pol¨ªticas, salvo las Verdes, la ley ha generado un apasionado debate p¨²blico en Francia, el pa¨ªs que teoriz¨® el libertinaje y que autoriz¨® los burdeles en 1804 para cerrarlos hace 70 a?os.
El sexo de pago, oculto
Las pol¨ªticas en diferentes pa¨ªses europeos tratan principalmente de invisibilizar la prostituci¨®n en la calle. En rara ocasi¨®n se aborda el fondo, si se apuesta por regularla de una vez o directamente prohibirla.
En Espa?a, la prostituci¨®n es alegal. Los Ayuntamientos persiguen el sexo de pago en las calles con multas por infracciones a distintas ordenanzas de convivencia. Sevilla tiene una ordenanza contra la prostituci¨®n y la trata con fines de explotaci¨®n social. Prev¨¦ multas de hasta 3.000 euros para el cliente, pero no para la prostituta, a la que se considera una v¨ªctima.
En Catalu?a tienen regulados los clubes de alterne como locales de p¨²blica concurrencia donde se ejerce la prostituci¨®n. En verano de 2012 se empez¨® a multar tanto a mujeres como a clientes en las carreteras catalanas. Tras un a?o de aplicaci¨®n, la presencia de prostitutas ha bajado un 60%.
En Suecia, Noruega o Finlandia la prostituci¨®n est¨¢ prohibida. Sin embargo, solo se penaliza al cliente.
Alemania y Holanda la tienen regulada como un trabajo. Las mujeres tienen una licencia para ejercer.
En Hungr¨ªa la prostituci¨®n es ilegal. Se penaliza sobre todo a la mujer que ejerza en ¡°zonas protegidas¡±. Las mujeres se enfrentan a multas o incluso c¨¢rcel, al cliente solo se le sanciona si acepta los servicios de una menor.
El viernes, en presencia de apenas una treintena de diputados por el ¨¦xodo de los parlamentarios de provincias, la ministra de Igualdad, Najat Vallaud-Belkazem, defendi¨® que ¡°el cuerpo humano es inviolable¡±, mientras Maud Olivier, ponente socialista de la reforma, tachaba de hip¨®critas a quienes la critican y subrayaba que el oficio m¨¢s viejo del mundo ¡°ha cambiado mucho y depende hoy de redes mafiosas que trafican con seres humanos¡±.
¡°?Bastar¨ªa con que una sola prostituta se declare libre para que la esclavitud de las dem¨¢s sea respetable y aceptable?¡±, se pregunt¨® Olivier. ¡°?C¨®mo encontrar el glamour en las 10 a 15 penetraciones que sufren por d¨ªa las prostitutas forzadas a serlo por razones econ¨®micas, con consecuencias dram¨¢ticas sobre su salud?¡±, a?adi¨®. ¡°Decir que las mujeres tienen derecho a venderse es esconder el hecho de que los hombres tienen derecho a comprarlas¡±.
La nueva ley establece que pagar por obtener sexo es una forma de violencia que debe ser penalizada. Seg¨²n el art¨ªculo aprobado el viernes, los clientes cazados con una meretriz ser¨¢n multados con 1.500 euros, cantidad que se duplicar¨¢ en caso de reincidencia, aunque tambi¨¦n ser¨¢ posible sortear las sanciones asistiendo a unos ¡°cursos de sensibilizaci¨®n¡±. El primer borrador hab¨ªa previsto penas de c¨¢rcel, pero los socialistas han descartado finalmente esa idea. La norma abolir¨¢ el delito de captaci¨®n de clientes, creado por Nicolas Sarkozy en 2003, que castigaba a las prostitutas que ejercen en la calle con dos meses de prisi¨®n y 3.750 euros de multa. Y obligar¨¢ a los servidores de Internet extranjeros que albergan p¨¢ginas de contactos sexuales franceses a cerrar esas p¨¢ginas, una medida que ha generado controversia por ser considerada poco realista y un ataque a la libertad de contenidos en la Red.
Otro elemento innovador es la creaci¨®n de un fondo, evaluado entre 10 y 20 millones de euros, que se dotar¨¢ con cr¨¦ditos p¨²blicos y con el dinero proveniente de las redes desmanteladas y de las multas que se impongan a los clientes. Las prostitutas que deseen dejar el oficio podr¨¢n apuntarse a un programa de ¡°salida de la prostituci¨®n¡± y acceder¨¢n a exenciones de impuestos, a permisos de residencia en caso de ser extranjeras (el 80% lo son, seg¨²n las estimaciones oficiales), a ayudas de 336 euros mensuales y a plazas en casas de acogida.
La norma crear¨¢ un programa de ayudas sociales para las que dejen el oficio
Numerosas asociaciones feministas, agrupadas en la plataforma Abolici¨®n 2012, han hecho campa?a a favor de la reforma y han defendido que las multas a los clientes se aplican en pa¨ªses como Suecia desde 1999 y han servido para reducir en un 50% la prostituci¨®n callejera.
Contra la ley militan Los 343 Cabrones ¡ªun colectivo de clientes masculinos que reivindica su derecho a ¡°irse de putas¡± libremente¡ª, el sindicato de trabajadores sexuales STRASS y algunas ONG que ayudan a las v¨ªctimas de trata, como M¨¦dicos del Mundo. Estos ¨²ltimos reclamaban una legislaci¨®n basada en la prevenci¨®n y los derechos, alegando que el prohibicionismo empujar¨¢ a la clandestinidad a las prostitutas de la calle y no resolver¨¢ sus problemas de salud. Uno de sus lemas es ¡°la ideolog¨ªa no cura las epidemias¡±.
La norma tampoco gusta a una parte de los profesionales del sexo ¡ªentre 20.000 y 40.000, un 15% de ellos hombres, seg¨²n las cifras oficiales¡ª. Morgane Merteuil, l¨ªder del sindicato STRASS, sostiene que la reforma ¡°es reaccionaria, abolicionista y nacionalista¡±, y critica ¡°el sentimiento de superioridad de unas mujeres blancas y privilegiadas que se arrogan el derecho a decidir por otras mujeres menos privilegiadas y blancas que ellas¡±.
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