Shangh¨¢i se ahoga
La poluci¨®n se dispara en el este de China El Gobierno declara la alerta m¨¢xima, y la poblaci¨®n comienza a tomar conciencia del problema
Hu Yuan siempre pens¨® que llevar mascarilla para protegerse de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica era una exageraci¨®n. Hasta que ayer vio en televisi¨®n c¨®mo decenas de vuelos que ten¨ªan como destino la capital econ¨®mica de China eran desviados porque sobre la pista no se ve¨ªa absolutamente nada y se enter¨® por una amiga de que las autoridades de Shangh¨¢i declaraban, por primera vez, la alerta roja por poluci¨®n -la mayor en una escala de cuatro colores-. As¨ª que, como muchos otros en esta megal¨®polis de 24 millones de habitantes, la joven Hu se acerc¨® a una farmacia para adquirir una de la marca 3M. ¡°Tuve que ir a tres m¨¢s para encontrar un establecimiento en el que tuviesen existencias¡±, cuenta.
Hoy ha hecho bien en pon¨¦rsela para salir a la calle. Porque la situaci¨®n ha empeorado considerablemente: por primera vez desde que en diciembre el Gobierno comenz¨® a hacer p¨²blicos los datos, la concentraci¨®n en el aire de part¨ªculas con un di¨¢metro de menos de 2,5 micras ha superado los 600 microgramos por metro c¨²bico en varias zonas de la ciudad, un nivel extremadamente peligroso que incluso se sale de la escala de medici¨®n -la Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda una concentraci¨®n inferior a los 25 microgramos y a partir de los 500 se considera el nivel como ¡®fuera de los par¨¢metros¡¯-. El problema afecta a todo el este del pa¨ªs, y en las vecinas provincias de Jiangsu y Zhejiang, aunque sufren unos niveles de poluci¨®n sensiblemente inferiores a los de Shangh¨¢i, la alerta tambi¨¦n es m¨¢xima.
Conscientes del peligro, las autoridades regionales han cerrado escuelas o han exigido que los alumnos no salgan a la calle, algunas f¨¢bricas particularmente contaminantes han tenido que reducir su ritmo de producci¨®n, las actividades p¨²blicas al aire libre han sido canceladas, y Shangh¨¢i ha decidido mantener en el garaje el 30% de la flota de veh¨ªculos oficiales. Sin duda, el tr¨¢fico ha sido mucho m¨¢s fluido, pero nada se ha podido hacer por evitar el caos en los aeropuertos. Seg¨²n datos oficiales, en Shangh¨¢i se han cancelado hoy 57 vuelos, y otros 224 han sufrido largos retrasos. La poblaci¨®n, por su parte, ha preferido quedarse en casa o salir protegida por mascarillas como la de Hu, y la actividad se ha reducido notablemente en los centros comerciales a pesar de ser viernes.
No en vano, las redes sociales se han llenado de im¨¢genes tomadas por preocupados usuarios que comparan c¨®mo se ve el mismo lugar en un d¨ªa normal y en uno como hoy. As¨ª, el impresionante ¡®skyline¡¯ de la ciudad, escenario perfecto para una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n, se ha convertido en el tel¨®n de fondo ideal para una apocal¨ªptica historia de terror. Eso s¨ª, no han faltado quienes han puesto una nota de humor y han superpuesto a Godzilla frente a la amarillenta silueta de los gigantescos rascacielos, casi imposibles de ver por la capa de ¡®smog¡¯. ¡°Todav¨ªa nos tenemos que esforzar m¨¢s para alcanzar a Pek¨ªn, que lleg¨® a superar los 1.000 microgramos¡±, ironizaba un internauta en Weibo, el Twitter chino.
Pero a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, preocupada porque no se prev¨¦ que la situaci¨®n mejore hasta la irrupci¨®n de un frente fr¨ªo el domingo, no le hace ninguna gracia el grave problema que sufre el pa¨ªs. Las enfermedades respiratorias y los casos de c¨¢ncer se disparan, y las empresas tienen dificultades para retener a sus mayores talentos en las ciudades chinas. ¡°Estamos pagando un precio demasiado alto por el desarrollo. Tenemos que empezar a preocuparnos por el Medio Ambiente o terminar¨¢ siendo demasiado tarde¡±, sentencia Zhou Reng, activista de Greenpeace China.
El Gobierno tambi¨¦n teme que la preocupaci¨®n derive en protestas como las que se han visto ya por todo el territorio, as¨ª que Shangh¨¢i ha decidido hoy elevar el list¨®n de lo que considera un aire aceptable -de 75 microgramos por metro c¨²bico ha pasado a 115- para evitar la repetitiva publicaci¨®n de alertas y compensar la mayor concentraci¨®n de t¨®xicos caracter¨ªstica del invierno. Afortunadamente, Zhou cree que la poblaci¨®n china ¡°ya est¨¢ tomando conciencia de la gravedad del problema¡±.
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