Regreso agridulce a J¨¢novas

En J¨¢novas vuelve a haber humo. Solo procede de una chimenea, la de la escuela a medio restaurar, pero eso ya es una buena noticia. La mejor en d¨¦cadas para este pueblo del Pirineo de Huesca, expropiado en 1961 y cuyos ¨²ltimos vecinos resistieron hasta 1984 las presiones de la el¨¦ctrica Iberduero para anegarlo bajo las aguas de un pantano. El jueves, J¨¢novas comenz¨® a volver a manos de sus habitantes. Ese d¨ªa, nueve propietarios firmaron con Endesa ¡ªla el¨¦ctrica que en 1993 adquiri¨® la concesi¨®n hidroel¨¦ctrica¡ª la reversi¨®n de las tierras y las casas. Fue en un acto fr¨ªo y r¨¢pido en la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, apenas una firma y un cheque que cambi¨® de manos, pero a la vez supuso algo muy simb¨®lico en la dura historia de J¨¢novas.

¡°Volvemos a ser vecinos de este pueblo y ahora tenemos que escribir el futuro¡±, sonr¨ªe de medio lado Toni Garc¨¦s entre los escombros de J¨¢novas. Garc¨¦s paseaba ayer con las manos en los bolsillos tras su perra Luca por lo que queda del pueblo. Por las calles sin asfaltar y llenas de escarcha se acumulan los restos de los gruesos muros de piedra, ca¨ªdos por la dinamita, los a?os, el agua y los saqueos.

El apellido Garc¨¦s implica J¨¢novas. Su padre, Emilio Garc¨¦s, y su madre, Francisca Castillo, fueron los ¨²ltimos en abandonar el pueblo. Un fr¨ªo 20 de enero de 1984 cesaron su resistencia de m¨¢s de 20 a?os desde que fueron expropiados. ¡°Los ingenieros volaban las casas con dinamita para que nos fu¨¦ramos. No solo nunca nos pidieron perd¨®n, sino que cuando nos ve¨ªan nos miraban mal¡±, cuenta Toni. Junto a ¨¦l est¨¢ Javier, el mayor de los seis hermanos Garc¨¦s. A sus 64 a?os recuerda haber estudiado en la escuela, la que un d¨ªa de 1966 fue cerrada sin previo aviso: ¡°Entr¨® la Guardia Civil, sac¨® a la maestra y a los ni?os y la echaron abajo¡±. Solo qued¨® la pizarra en una de las paredes que sigui¨® en pie como testigo de que un d¨ªa hubo ni?os en J¨¢novas.

Los Garc¨¦s han firmado la reversi¨®n de las tierras, como otras nueve familias de J¨¢novas y de los n¨²cleos de Lavelilla y Lacort, pero eso no implica que est¨¦n satisfechos. Toni explica que su familia recibi¨® unas 100.000 pesetas en 1961 por sus tierras y la casa y ha tenido que pagar unos 3.500 euros de vuelta a Endesa por la mitad de ellas y su vivienda: ¡°Restaurar mi casa cuesta unos 350.000 euros. As¨ª que nos han echado 51 a?os por nada. Dimos una casa y nos devuelven una ruina. Aun as¨ª era mejor firmar y acabar con esto que seguir pleiteando¡±. Su impresi¨®n, y la de muchos del grupo de vecinos que los fines de semana acude a J¨¢novas a comenzar a preparar un futuro de pueblo habitado, es que lo mejor es llegar a un acuerdo.

Quieren enterrar la m¨¢s dram¨¢tica historia de la dram¨¢tica historia hidr¨¢ulica en Espa?a. Es adem¨¢s una de las m¨¢s largas, como recoge el libro J¨¢novas. V¨ªctimas de un pantano de papel, de Marisancho Menj¨®n. En 1917, el Estado autoriza un embalse hidroel¨¦ctrico en el r¨ªo Ara que inundar¨ªa J¨¢novas y otros n¨²cleos. El pueblo ten¨ªa unos 200 vecinos y est¨¢ pegado al r¨ªo, que ayer ten¨ªa buena parte de la superficie congelada. La obra fue cambiando de manos y de dise?o hasta que en 1951 el Gobierno la declara de inter¨¦s general. Eso permite a la el¨¦ctrica Iberduero expropiar los terrenos. En 1961 se publica la expropiaci¨®n forzosa, aunque los vecinos cre¨ªan que iban a conservar el derecho de seguir all¨ª hasta que las aguas anegasen el valle.

Entonces comienza la dinamita para volar las casas, el alcantarillado y los accesos. Los vecinos van marchando. En 1964 se despide de J¨¢novas la familia de ?scar Espinosa, un tipo fuerte de 40 a?os que hoy se empe?a cada fin de semana en arreglar el pueblo al que conf¨ªa en volver a vivir en unos a?os. En esa ¨¦poca tambi¨¦n se marcha la familia de Ram¨®n Salom¨®n, un sastre jubilado de 74 a?os al que le tiembla la voz al despedirse: ¡°Mi primer recuerdo es de los ingenieros colocando los caudal¨ªmetros. Ahora nos lo van a devolver, pero para m¨ª llega tarde. Toda mi vida est¨¢ marcada por este pantano. Es muy triste¡±.

La escuela, las casas, los accesos y las alcantarillas fueron dinamitados

Pese a arrasar la escuela y el pueblo y colocar carteles sobre el inminente inicio de las obras, el proyecto sufre retrasos y m¨¢s retrasos. Con el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez el acoso expulsa a los ¨²ltimos resistentes y derriba la ¨²ltima de las 42 casas. Los pueblos vecinos tambi¨¦n se despoblaron por la incertidumbre. Con la indemnizaci¨®n, unos compran una licencia de taxi en Barcelona, otros dan la entrada para un piso en Zaragoza...

En 1993, a?o en que la concesi¨®n pasa a Endesa, se presenta un nuevo proyecto. Iba a inundar unas 2.700 hect¨¢reas. En 2001, el Ministerio de Medio Ambiente lo desestima por su alto impacto ambiental. Comienza entonces la pelea de los vecinos por conseguir la reversi¨®n de las tierras. Tienen la raz¨®n de su parte, pero solo logran el reconocimiento en 2005 y tardan ocho a?os m¨¢s en ver resueltos los primeros expedientes. Los que han decidido ir al jurado de expropiaci¨®n porque discrepan del precio fijado por Endesa a¨²n necesitar¨¢n m¨¢s tiempo.

¡°Si se hubiera construido el embalse, el pueblo estar¨ªa cubierto de agua y estar¨ªa olvidado. As¨ª pas¨® en muchos sitios de Espa?a en esa ¨¦poca. Pero expulsar a tantas familias de aquella forma para no hacer nada es muy duro¡±, resume Toni Garc¨¦s.

De los 129 expedientes de reversi¨®n, el jueves firmaron nueve familias y hay otros 30 con preacuerdos a falta de firma, seg¨²n Manuel Larrosa, alcalde socialista de Fiscal, del que depende J¨¢novas, y que reclama inversi¨®n p¨²blica para dar accesos, agua y luz a los vecinos: ¡°Fue el Gobierno quien autoriz¨® la expropiaci¨®n y quien luego anul¨® la concesi¨®n. Es quien debe ahora dar los servicios¡±.

Xavier de Pedro, presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, dependiente del Ministerio, define la reversi¨®n como ¡°un acto de justicia despu¨¦s de que se expropiara para no hacer nada¡±. El plan para dar servicios a J¨¢novas prev¨¦ una inversi¨®n de 23,4 millones de euros hasta 2016. Aunque no hay partida en los Presupuestos de 2014, De Pedro considera que puede haber recurso de la Confederaci¨®n y que el plazo es ¡°complicado pero no imposible¡± de cumplir.

Con las primeras actas de propiedad, los vecinos, que eran ni?os cuando les echaron, comienzan a imaginar el futuro: d¨®nde debe ir el nuevo puente, donde el dep¨®sito de agua... Primero reconstruyeron la fuente y ahora est¨¢n con la escuela y la casa de la maestra. Lo m¨¢s importante. Su sue?o es que alg¨²n d¨ªa los ni?os de J¨¢novas aprendan all¨ª la canci¨®n que La ronda de Bolta?a dedic¨® al pueblo: ¡°Qui¨¦n me iba a decir a m¨ª, / que so?aba con el mar, / que en un maldito pantano / mi casa iba a naufragar¡±.