El agua vuelve al grifo p¨²blico
Los pueblos luchan por revertir las concesiones privadas para reducir las tarifas En Europa este movimiento alcanza ya a grandes ciudades
El Ayuntamiento de Manacor (Mallorca) no acababa de decidirse. A pesar de la falta de mantenimiento en la red de suministro, de la subida de tarifas, del problema con los altos niveles de nitratos detectados ¡ªse recomend¨® a los beb¨¦s y embarazadas no bebieran agua del grifo¡ª, no acababan de asumir la gesti¨®n del abastecimiento del agua. Y eso que la remunicipalizaci¨®n del servicio estaba en la agenda pol¨ªtica desde 1997, cuando el grupo de Esquerra Unida hizo su primera petici¨®n. El paso se dio, finalmente, el pasado noviembre, cuando el Consistorio ejecut¨® el rescate en detrimento de Aguas de Manacor, la empresa privada que se hab¨ªa encargado del negocio en los ¨²ltimos 27 a?os.
El caso del municipio mallorqu¨ªn no es ¨²nico. Arteixo (A Coru?a) tom¨® la misma decisi¨®n en julio pasado. La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz), en septiembre. Y tres peque?as pedan¨ªas de Jerez (Guadalcac¨ªn, Estella y Torrecera) se han sumado recientemente. Pero la desprivatizaci¨®n del agua es todav¨ªa una excepci¨®n en Espa?a, donde el 50% del abastecimiento contin¨²a en manos privadas. En Europa, ese porcentaje se reduce al 30%. En el mundo, hasta un 10%.
¡°El debate sobre la remunicipalizaci¨®n del agua se est¨¢ abriendo y crecen las plataformas y partidos pol¨ªticos que defienden esa tendencia, pero va muy lento¡±, analiza el secretario general de la Asociaci¨®n Espa?ola de Operadores P¨²blicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS), Jaime Morell. En cambio, el gerente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (Aeas), Roque Gistau, le resta trascendencia por los escasos casos existentes.
La pugna entre privatizaci¨®n y desprivatizaci¨®n es todav¨ªa muy desigual en un pa¨ªs en el que el abastecimiento del agua es en algunos casos una fuente m¨¢s de financiaci¨®n p¨²blica. La titularidad del suministro hasta los hogares es municipal, pero conviven dos modelos de gesti¨®n: el p¨²blico o el concesionado, que da el control a una empresa privada o a una sociedad mixta p¨²blico-privada, de gesti¨®n compartida. Este ¨²ltimo es el modelo que se ha seguido, por ejemplo, en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona, cuando el a?o pasado Agbar y el Gobierno metropolitano sellaron una alianza para alargar las concesiones de agua de Agbar en 23 municipios de su influencia.
Par¨ªs y Berl¨ªn son las capitales europeas de la remunicipalizaci¨®n
Solo esa reprivatizaci¨®n afecta a casi tres millones de personas. En Espa?a, en el ¨²ltimo par de a?os, se ha producido una docena de casos de municipios que han decidido asumir por completo el abastecimiento del agua. Algunos otros se lo plantean o, incluso, han iniciado las tramitaciones necesarias para hacerlo efectivo. El proceso es lento: las remunicipalizaciones ejecutadas este a?o afectan a algo menos de 150.000 consumidores.
El gran pero que pesa en Espa?a reside en el tipo de municipios que se ha subido a ese carro. Son todos de peque?as dimensiones, nada que ver con los dos grandes ejemplos europeos en un proceso que ha ganado fuerza mediante plataformas ciudadanas y que no sabe de colores pol¨ªticos, como s¨ª ocurre en el caso espa?ol. El Ayuntamiento de Par¨ªs dio en 2008 portazo a dos grandes multinacionales de capital franc¨¦s (Suez y Veolia) para recuperar Eau du Paris, y el de Berl¨ªn tom¨® una v¨ªa parecida en noviembre pasado para recobrar la Berlin WasserBetrieb. El problema del caso alem¨¢n es y ser¨¢ su alto coste. La Administraci¨®n berlinesa deber¨¢ recomprar el 49,1% de las acciones que vendi¨® de su compa?¨ªa de suministro en 1999. El precio: 590 millones de euros que se embolsar¨¢ Veolia y otros 650 millones que ir¨¢n a parar a RWE.
¡°Para remunicipalizar ha de existir un compromiso pol¨ªtico y, a partir de ah¨ª, lograr un acuerdo para expulsar al operador privado¡±, se?alaba Emilio Pach¨®n, el gerente de Aguas del Huesna, en unas jornadas sobre remunicipalizaci¨®n del agua organizadas en Barcelona el pasado 26 de noviembre por la plataforma Agua es Vida y la alianza global Reclaiming Public Water.
En la sociedad Aguas del Huesna se encuentra quiz¨¢ el origen del movimiento remunicipalizador en Espa?a. Son 17 municipios sevillanos, con unos 300.000 habitantes en su conjunto, que decidieron dar marcha atr¨¢s en el proceso privatizador que se les hab¨ªa planteado para asegurarse el suministro del agua en 1994. Aquella privatizaci¨®n acab¨® en un mejunje de sobrecostes en las inversiones proyectadas y de incumplimientos que en 2007 deriv¨® en un expediente de rescate de la concesi¨®n y en la puesta en marcha de una empresa p¨²blica que se encarga de abastecer agua a esos municipios. El mayor tiene 50.000 habitantes; el menor, apenas 300.
Asumir el servicio requiere fuertes inversiones en mantenimiento
David McDonald, uno de los autores de Remunicipalizaci¨®n: El retorno del agua a manos p¨²blicas (Transnational Institute, 2013), se?ala que la vuelta del suministro del agua a manos p¨²blicas puede tener diversas motivaciones. En ocasiones fracasa la misma empresa concesionaria, incapaz de asumir las condiciones de su contrato. En otras son los municipios los que acaban entendiendo que la explotaci¨®n de un servicio p¨²blico genera beneficios para una empresa privada y, por tanto, m¨¢s costes en la factura para el ciudadano que podr¨ªan evitarse. ¡°Muchos alcaldes dijeron que era necesario reducir la deuda e, incluso, que la gesti¨®n privada era m¨¢s eficiente, pero el resultado ha sido que los precios son m¨¢s altos y que los beneficios son para las empresas¡±, resume sobre la situaci¨®n actual Christa Hecht, de la Asociaci¨®n de Operadores P¨²blicos de Alemania.
En el caso de Medina Sidonia, otro municipio gaditano que en 2003 decidi¨® crear su propia empresa p¨²blica ¡ªAguas de Medina¡ª para gestionar el abastecimiento del agua, el factor precio fue importante. Pero el gerente de AEOPAS, Luis Babiano, tambi¨¦n asegura que, desde que se recuper¨® la gesti¨®n p¨²blica, en el municipio no ha habido cortes de agua, ni siquiera con la irrupci¨®n de la crisis econ¨®mica. La propia p¨¢gina web de la empresa Aguas de Medina se?ala que la decisi¨®n de remunicipalizar ¡°fue tomada con una firme voluntad de mejora del servicio en todos sus aspectos, as¨ª como de repercutir directamente los beneficios generados en el municipio¡±.
Algo parecido sucedi¨® en Eau de Paris cuando se opt¨® por la gesti¨®n p¨²blica. Su gerente, Bruno Inguyen, asegura que la gesti¨®n p¨²blica sin reparto de dividendos y con un mayor control de las inversiones supone ahorrar 35 millones de euros al a?o y ha permitido rebajar la tarifa del agua un 8% en un par de a?os, adem¨¢s de duplicar el fondo de solidaridad para los m¨¢s pobres, los que no pueden pagar la factura.
La rebaja de la tarifa es tambi¨¦n uno de los argumentos utilizados por las tres pedan¨ªas que han decidido excluirse del contrato del agua de Jerez de la Frontera que se qued¨® Aqualia, del grupo FCC, en abril pasado. Sus 4.000 familias pagar¨¢n un precio m¨¢s bajo que el resto del municipio al sumarse al proyecto de la Mancomunidad de la Sierra de C¨¢diz. Seg¨²n Paco L¨®pez, de la Coordinadora del Agua de Jerez, esa diferencia tarifaria alcanzar¨¢ el 30%. ¡°Tenemos motivos de todo tipo para apostar por este modelo, pero sobre todo porque no hemos encontrado a¨²n una ciudad en Espa?a con el agua privatizada en la que est¨¦n contentos¡±, se?ala.
Manacor recuper¨® la gesti¨®n por los altos niveles de nitratos detectados
Pero McDonald subraya que el ahorro y la eficiencia del servicio p¨²blico no deben ser los ¨²nicos factores a la hora de decidir la reversi¨®n de una concesi¨®n. ?l tambi¨¦n sazona su discurso remunicipalizador con conceptos como ¡°equidad¡±, ¡°solidaridad p¨²blica¡± e incluso ¡°democratizaci¨®n¡± de la gesti¨®n p¨²blica, en la que deben participar plataformas ciudadanas. Es decir, tener en cuenta a los m¨¢s necesitados y acercar la gesti¨®n del agua a la sociedad.
Alfons Molons es el presidente de Aig¨¹es d¡¯Arenys, una empresa p¨²blica de Arenys de Munt (Barcelona) que dej¨® de ser privada en 2011. En su opini¨®n, remunicipalizar no tiene que significar bajar tarifas, ¡°porque la gente debe saber lo que cuesta el agua¡±. ¡°De hecho¡±, se?ala, ¡°no pagamos tanto por el agua que consumimos sino por tener la seguridad de abrir el grifo y saber que nos va a salir agua¡±. Pese a ese discurso, la compa?¨ªa ha introducido innovaciones sociales en la tarificaci¨®n del agua para beneficiar a las familias ¡ªse tiene en cuenta el n¨²mero de miembros de un hogar en el tramo m¨¢s bajo¡ª y castigar los consumos dom¨¦sticos poco sostenibles.
Molons evita criticar a Sorea (del grupo Agbar), la empresa que se encargaba del suministro del agua en su ciudad y que ahora reclama al Ayuntamiento 600.000 euros en concepto de inversiones que la compa?¨ªa dice haber hecho y que una auditor¨ªa de la Diputaci¨®n de Barcelona, en cambio, niega que el Consistorio deba pagar. El caso est¨¢ en los tribunales y amenaza a un municipio de apenas 8.000 habitantes y un presupuesto de algo m¨¢s de seis millones de euros.
Hasta ahora, las privatizaciones han tenido un claro objetivo: la financiaci¨®n extraordinaria que consiguen con ello las Administraciones y restar gasto corriente a sus partidas presupuestarias. En esos mismos argumentos se encuentran ahora los problemas para desprivatizar la gesti¨®n del agua, con las arcas municipales padeciendo la crisis con una reducci¨®n de ingresos. ¡°El rescate se puede pedir, pero implica devolver la cantidad del canon concesional e incluso pagar una indemnizaci¨®n por lucro cesante. Y eso lo hace imposible¡±, se?ala el secretario general de AEOPAS. Adem¨¢s, los municipios que opten por esta v¨ªa tendr¨¢n que asumir importantes inversiones en el mantenimiento de la red.
Tres pedan¨ªas jerezanas defienden que conseguir¨¢n recibos m¨¢s baratos
¡°Adem¨¢s, las concesiones se hacen a 20 o 30 a?os vista, lo que encarece todav¨ªa m¨¢s cualquier proceso¡±, explica Albert Testart, gerente del Consorcio para la Gesti¨®n de Aguas de Catalu?a (Congiac), una plataforma de car¨¢cter p¨²blico que asesora en temas h¨ªdricos e incluso asume la gesti¨®n del suministro de aquellos municipios que se lo solicitan. Testart explica que muchos Ayuntamientos son tan conscientes de la imposibilidad de rescatar concesiones de agua que lo ¨²nico que reclaman es ¡°una gu¨ªa para controlar a la empresa concesionaria, ya que la opacidad es total¡±.
¡°Nosotros propusimos en 1997 que se municipalizara el agua en Manacor despu¨¦s de a?os reclamando que se publicara el pliego de condiciones del concurso¡±, explica Manel Carmona, coordinador general de Esquerra Unida en Baleares. A partir del momento en el que este fue p¨²blico, se pudo empezar a controlar la concesi¨®n.
¡°En Espa?a no tenemos apenas regulaci¨®n, no hay controladores, existe oscurantismo¡¡±, enumera los contras de la privatizaci¨®n Jaime Morell, quien cree tener las claves para facilitar una reforma contraprivatizadora. ¡°Se tiene que legislar para que lo que se ingresa por agua vuelva en forma de inversiones al agua y para que se pueda ver f¨¢cilmente en el recibo qu¨¦ cantidad de lo que se paga se va directamente a la empresa concesionaria y no al servicio¡±. Agua es Vida, una plataforma formada por asociaciones vecinales y ecologistas de Catalu?a, ha analizado recientemente los gastos de Agbar y ha llegado a la conclusi¨®n de que el 56% del coste de la factura en 23 municipios de Barcelona no tiene que ver con el servicio del agua per se, sino con partidas vinculadas a cr¨¦ditos, impuestos, publicidad y beneficios (de Agbar y de sus proveedores), entre otros.
Morell insiste en que ¡°lo que no puede ser es que una empresa, p¨²blica o no, destine recursos de un derecho humano como es el agua a otros servicios¡±. Es un punto de vista que comparte el gerente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abastecimientos de Agua y Saneamiento, quien defiende que cualquier modelo de gesti¨®n es v¨¢lido e incluso apuesta por la convivencia, pero lamenta ¡°la perversi¨®n del modelo¡± de que se cobren concesiones o c¨¢nones para la depuraci¨®n del agua y que, en cambio, ese dinero acabe desviado para otros fines.
McDonald advert¨ªa en noviembre que el marchamo de empresa p¨²blica tampoco garantiza nada en cuanto a calidad. ¡°No por ser p¨²blico funciona todo bien¡±, indicaba, para acabar criticando a aquellas empresas dependientes de la Administraci¨®n que, al final, act¨²an como una compa?¨ªa privada m¨¢s. ¡°Esas que se van a Am¨¦rica Latina o a ?frica en busca de concursos para conseguir beneficios y que act¨²an como privadas en el extranjero¡±, dec¨ªa.
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