¡°Los coches robot no beben¡±
Brad Templeton, gur¨² de Silicon Valley, est¨¢ dise?ando los coches sin conductor
Pregunta. ?Por qu¨¦ vamos a tener que dejar en manos de robots el placer de conducir?
Respuesta. Porque en EE UU se producen 34.000 accidentes al a?o, 1,2 millones en el mundo, y el 80% tiene que ver con fallos humanos o el alcohol, y, hasta donde sabemos, los robots no beben.
P. Tampoco est¨¢ asegurado que no produzcan accidentes.
R. No, no hay nada perfecto, pero ni beben ni se duermen. No est¨¢n preparados, por ahora, pero nadie los pondr¨¢ a la venta hasta asegurarse de que funcionan con garant¨ªas. Una gran parte de accidentes se producen porque no miramos, estamos sintonizando la radio, atendemos al tel¨¦fono y de repente nos empotramos con el de enfrente. Es as¨ª. ?A que a usted le ha pasado?
P. No se lo negar¨¦¡
R. Pues los robots siempre andan atentos.
P. ?C¨®mo ser¨ªan sus ojos?
R. Para empezar, con una amplitud de campo que les da un radar capaz de avistar 360 millas a la redonda en tres dimensiones.
P. Eso s¨ª que es tener vista.
R. Nadie dice que vaya a ser ideal, pero tenga por seguro que parte de los accidentes que generalmente tenemos ya no ocurrir¨¢n.
Perfil
Gur¨² del valle (el de Silicon) en todo tipo de inventivas tecnol¨®gicas para el d¨ªa a d¨ªa, Brad Templeton (Toronto, Canad¨¢, 1960) est¨¢ metido de lleno en el coche sin conductor. Ser¨¢ un robot quien pase los ex¨¢menes de tr¨¢fico en el futuro. Ya se ven utilitarios por los alrededores de Google. A lo largo de esta d¨¦cada estar¨¢n en cualquier ciudad, predice Templeton. Las marcas y los Gobiernos est¨¢n obsesionados con ello.
P. ?Dominan el acelerador?
R. Es un ordenador, una especie de software m¨¢s sofisticado que el que cualquier coche de hoy lleva encima.
P. ?Lo celebrar¨¢n las compa?¨ªas de seguros?
R. Teniendo en cuenta que al a?o los accidentes les cuestan 230.000 millones de d¨®lares, sin duda.
P. ?Seremos m¨¢s felices?
R. Aprovecharemos mejor el tiempo, perdemos 41 horas al a?o metidos en atascos. Adem¨¢s de llevarte y aparcar por su cuenta, estar¨¢n preparados para ir a repostar solos. Podremos enviarlos desde nuestros tel¨¦fonos.
P. C¨®mo son los de Silicon Valley, justo cuando nos hac¨ªamos a la idea del coche el¨¦ctrico, nos vienen con otro invento.
R. Los coches el¨¦ctricos no satisfacen nuestras necesidades, son poco pr¨¢cticos. Los fabricantes se resisten a darse cuenta, pero es as¨ª. No est¨¢n mal si los utilizas para la ciudad, pero para viajes largos te lo piensas.
P. D¨ªgaselo a los fabricantes.
R. Hay que decir que andan entusiasmados con los robots. Lexus, Mercedes, Toyota, junto a Google, Volkswagen o los franceses con su Induct, est¨¢n desarrollando investigaciones y pruebas ya a toda velocidad.
P. ?Nos dejar¨¢n los Gobiernos?
Nadie dice que vaya a ser ideal, pero parte de los accidentes que generalmente tenemos ya no ocurrir¨¢n
R. Pues s¨ª, un gran n¨²mero de Gobiernos ya creen que ese es el camino a seguir. Aqu¨ª, por ejemplo, si algunos Estados quieren reflotar la industria del autom¨®vil, tendr¨¢n que apostar por este tipo de tecnolog¨ªa. Mire lo que ha pasado en Detroit, que se ha derrumbado por un modelo de la industria demasiado anticuado.
P. Siempre se pueden amoldar.
R. Habr¨¢ competencia para ver qui¨¦n lo desarrolla antes. Incluso en otros pa¨ªses: Alemania y Jap¨®n est¨¢n en ello. Los chinos investigan a fondo tambi¨¦n y existen proyectos interesantes en Israel o universidades de EE UU, Europa y Am¨¦rica Latina.
P. En ese campo, ?centros como Stanford, en California, son el equivalente a Ferrari?
R. No tanto, han investigado a fondo y han hecho pruebas con ¨¦xito sobre todo en velocidad, pero Oxford, por ejemplo, en Reino Unido, es puntera en esto.
P. Ya he visto alguno por la carretera viniendo hacia aqu¨ª. ?Cu¨¢ndo inundar¨¢n las autopistas y las ciudades?
R. En EE UU los veremos por la calle en esta d¨¦cada, sin duda, pero eso tambi¨¦n depende de la prisa que se den los Gobiernos en alentar este cambio y de las empresas tradicionales de autom¨®viles o las de tecnolog¨ªa, como Google. Si dependiera del ritmo de Silicon Valley, adelantar¨ªamos mucho, aqu¨ª nos gusta hacer las cosas r¨¢pidamente y contratamos gente para eso.
P. ?Nos saldr¨¢n caros?
R. Incluso eso cambiar¨¢. M¨¢s que comprarlos para nosotros mismos, los alquilaremos o contrataremos como hacemos con los taxis. Que te lleven o te traigan donde les mandes, y ya.
P. ?C¨®mo es el futuro?
R. El futuro no es lo que hemos imaginado. En Singularity University nos encargamos de mostrar que ya est¨¢ aqu¨ª y se puede aplicar a nuestras vidas juntando a gente de todo el mundo para mostrarles los avances en rob¨®tica, biomedicina, biotecnolog¨ªa, inteligencia artificial...
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