Tres millones de ni?as al a?o sufren ablaci¨®n en todo el mundo
La OMS estima que 140 millones de mujeres han sufrido alg¨²n tipo de mutilaci¨®n genital En Kenia se ha reducido esta pr¨¢ctica en un 36.2% desde 2006 gracias a la ONG World Vision
"Cuando ten¨ªa 9 a?os, mi madre quiso practicarme la ablaci¨®n, pero una de mis profesoras me dijo que eso no estaba bien y que la operaci¨®n me iba a traer un mont¨®n de consecuencias a corto y a largo plazo. As¨ª que decid¨ª huir de casa", cuenta Janet Naningoi, con voz entrecortada por la emoci¨®n. Esta joven keniata, de 23 a?os, tuvo la fuerza, la valent¨ªa y el apoyo de la ONG World Vision para escapar de una de las tradiciones m¨¢s brutales y arraigadas de ?frica: la mutilaci¨®n genital femenina. Una pr¨¢ctica que, seg¨²n estimaciones de la ONU, afecta a tres millones de ni?as al a?o en todo el mundo, la mayor¨ªa en este continente. La buena noticia es que gracias a las campa?as de sensibilizaci¨®n, cada vez m¨¢s familias deciden no mutilar a sus hijas y apoyarlas para continuar sus estudios.
Naningoi ha venido a Madrid, invitada por la ONG World Vision, para compartir su experiencia como parte de la campa?a Stop Ablaci¨®n, con motivo del D¨ªa Mundial por la Erradicaci¨®n de la Mutilaci¨®n Genital Femenina: el 6 de febrero. Esta pr¨¢ctica se sigue realizando en 28 pa¨ªses, a pesar de estar penalizado en la mayor¨ªa de ellos, por miedo a la marginaci¨®n y a cientos de mitos de dudosa procedencia. Si la ni?a no es circuncidada antes del casamiento, creen que el marido morir¨¢, la matrona se quedar¨¢ ciega o que el beb¨¦ nacer¨¢ con alguna anomal¨ªa. Por ello, entre 100 y 140 millones de mujeres han sufrido alg¨²n tipo de ablaci¨®n, seg¨²n estimaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.?
Se trata de un rito de iniciaci¨®n a la edad adulta por lo que, en la mayor¨ªa de los casos, se practica a los ocho o nueve a?os. A partir de ese momento, "los padres ya pueden casar a las ni?as y recibir la dote", explica Tabitha Portereu, directora del proyecto de prevenci¨®n de la ablaci¨®n de World Vision en Kenia. Apunta, sin embargo, que cada vez es m¨¢s frecuente que la mutilaci¨®n se realice a edades m¨¢s tempranas para evitar que las j¨®venes se nieguen. "Abundan los casos de ni?as de dos y tres a?os, e incluso lactantes".
Cada vez son m¨¢s frecuentes los casos de ablaci¨®n en ni?as de dos y tres a?os, e incluso lactantes
El abanico de iniciativas que lleva a cabo la ONG incluye el empoderamiento de las matronas, a las que les ofrecen un medio alternativo para ganarse la vida, la acogida de las mujeres que huyen de casa para evitar la mutilaci¨®n y las charlas en la que informan, tanto a mujeres como a hombres, sobre las?devastadoras?consecuencias de la ablaci¨®n. "Desde el punto de vista f¨ªsico: hemorragias, dolores intensos, f¨ªstulas, incontinencia e incluso la muerte", analiza el ginec¨®logo Ignacio Palomo. "Es muy com¨²n la transmisi¨®n de enfermedades infecciosas como el t¨¦tanos, el SIDA ?o la hepatitis por las p¨¦simas condiciones de higiene en las que se realiza". Las matronas son mujeres mayores sin ning¨²n conocimiento m¨¦dico, que utilizan cuchillas de afeitar, navajas o trozos de?vidrio. "Las psicol¨®gicas son aun peores", opina el m¨¦dico. "Las ni?as arrastran un trauma tan profundo que les provoca rechazo a la sexualidad, a su propio cuerpo y sus costumbres. Se compara con los efectos que puede provocar una violaci¨®n".
Jeniffer Kibon acudi¨® a una de esas conferencias que da la ONG y decidi¨® que sus hijas no iban a pasar por el mismo infierno que hab¨ªa vivido ella. Acudi¨® a su marido en busca de apoyo, pero no lo encontr¨®. "Me dijo que me hiciera cargo de las ni?as. Pens¨® que ser¨ªa una verg¨¹enza para la familia", relata en swahili?mientras un compatriota traduce sus palabras.?Kibon acudi¨® al jefe de la tribu para que le permitiera dirigirse al resto del poblado y explicarles lo que ella hab¨ªa aprendido. Su valent¨ªa consigui¨® salvar a sus hijas. Y gracias a estos esfuerzos, la incidencia de la ablaci¨®n en Marigat, una regi¨®n situada en el oeste de Kenia, se ha reducido en un 36,2% desde que comenz¨® el proyecto de World Vision en 2006. "El 94,9% de las mujeres sufr¨ªan la mutilaci¨®n de sus genitales en 2006. En 2010 se hab¨ªa reducido al 58,1%", cuenta la directora del proyecto en la zona. "M¨¢s de 15.000 personas han recibido formaci¨®n y se ha evitado la ablaci¨®n de 3.046 ni?as", afirma orgullosa por el gran trabajo realizado, pero consciente del largo camino que queda por andar.
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