La ONU exige al Papa que entregue a los pederastas y blinde a los ni?os
En un duro informe, acusa al Vaticano de poner a los menores en ¡°alto riesgo de abuso sexual¡± Roma se defiende: ¡°Es un ataque al ejercicio de la libertad religiosa¡±
Ya no son las v¨ªctimas, ni los peri¨®dicos, ni siquiera el prop¨®sito de enmienda ¡ªt¨ªmido y tard¨ªo¡ªque Benedicto XVI ensay¨® en la agon¨ªa de su papado. Ahora es nada m¨¢s y nada menos que la Organizaci¨®n de Naciones Unidas (ONU) la que, a trav¨¦s de un dur¨ªsimo informe de la Comisi¨®n sobre los Derechos del Ni?o, acusa al Vaticano de haber dejado solos a los ni?os en manos de los sacerdotes pederastas. La ONU acusa a la Santa Sede de no haber reconocido jam¨¢s ¡°la magnitud de los cr¨ªmenes sexuales¡± cometidos por parte de sus religiosos y de ¡°no haber tomado las medidas necesarias para proteger a los menores¡±. El resultado, seg¨²n la comisi¨®n, es espeluznante: los abusos ¡°se siguen cometiendo de forma sistem¨¢tica mientras la inmensa mayor¨ªa de los culpables disfruta de total impunidad¡±. La Comisi¨®n sobre los Derechos del Ni?o exige al Vaticano que ¡°destituya de sus cargos y entregue a la polic¨ªa a todos aquellos que sean culpables de abusos sexuales a menores¡±, para lo cual pide que haga p¨²blico el contenido de sus archivos.
Hay p¨¢rrafos del informe, dado a conocer ayer en Ginebra, que se?alan directamente a la jerarqu¨ªa cat¨®lica como responsable de las ¡°decenas de miles de casos¡± que se han producido y se siguen produciendo. Seg¨²n asegura la ONU ahora, y ya antes hab¨ªan denunciado hasta la saciedad ¡ªy ante la sordera de la Iglesia¡ª las v¨ªctimas de pederastia, el Vaticano ha utilizado desde hace d¨¦cadas la t¨¢ctica de transferir ¡°de una parroquia a otra, o a otros pa¨ªses, a abusadores de ni?os bien conocidos, en un intento por encubrir sus cr¨ªmenes¡±. Una pr¨¢ctica ¡°documentada por varias comisiones nacionales de investigaci¨®n¡± que, adem¨¢s de revestir a los culpables de total impunidad, provoca un efecto a¨²n m¨¢s devastador: ¡°La movilidad de los responsables¡±, explican los expertos del Comit¨¦ sobre los Derechos del Ni?o, ¡°ha permitido a muchos sacerdotes mantenerse en contacto con menores y continuar abusando de ellos. Hay todav¨ªa muchos pa¨ªses donde los ni?os siguen padeciendo alto riesgo de abuso sexual. Se ha reportado ¡ªinsiste el informe¡ª que decenas de responsables de abusos sexuales siguen en contacto con ni?os¡±.
Una admisi¨®n a rega?adientes
Benedicto XVI.Su papado se vio marcado por los casos de pederastia. Uno de los m¨¢s destacados fue el de 2009 sobre d¨¦cadas de abusos y malos tratos en orfanatos, reformatorios y escuelas de propiedad o dirigidas por miembros de la Iglesia cat¨®lica en Irlanda. El actual Papa em¨¦rito decret¨® la tolerancia cero con los abusos tras ser acusado de encubrir a pederastas durante sus a?os como prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe.
Gu¨ªa interna. En 2010, el Vaticano public¨® su gu¨ªa interna contra los abusos. En ella exhorta a los obispos a denunciar a los pederastas a la justicia ordinaria.
Simposio. El Vaticano reuni¨® en 1012 a superiores de ¨®rdenes religiosas, obispos y v¨ªctimas de abusos.
Francisco. Al poco de iniciar su pontificado, el Papa cambia el reglamento jur¨ªdico del Estado Ciudad del Vaticano y endurece las penas para los abusos de menores. En diciembre se cre¨® una comisi¨®n espec¨ªfica.
ONU. El 16 de enero pasado, el portavoz del Vaticano en la ONU compareci¨® ante un grupo de expertos, pero eludi¨® el asunto.
La presidenta del Comit¨¦, la noruega Kirsten Sandberg, realiz¨® unas declaraciones a la altura de la dureza del informe: ¡°El Vaticano infringe la convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o, porque no hizo todo lo que tendr¨ªa que haber hecho para proteger a los menores. Y no estamos hablando de simples recomendaciones de buenas pr¨¢cticas, sino de que el Vaticano viola la Convenci¨®n ¡ªa pesar de haberla ratificado en 1990¡ªporque no protege a los ni?os a pesar de que existe la posibilidad de hacerlo. Frente al esc¨¢ndalo de la pederastia, las autoridades eclesi¨¢sticas impusieron un c¨®digo de silencio y prefirieron preservar la reputaci¨®n de la Iglesia y proteger a los responsables por encima del inter¨¦s supremo de los ni?os¡±.
El informe se produce dos semanas despu¨¦s de que el representante de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Silvano Tomasi, acudiese a Ginebra para declarar ante la comisi¨®n, pero ni aport¨® datos ni mostr¨® una preocupaci¨®n acorde con la gravedad del problema y con las directrices que, al parecer, ha cursado el papa Francisco. Tomasi dijo entonces que s¨ª, que se trata de ¡°un hecho especialmente grave¡±, pero que abusadores tambi¨¦n hay ¡°entre los miembros de las profesiones m¨¢s respetadas del mundo¡±. Ayer, al conocer el contenido del dur¨ªsimo informe, monse?or Tomasi declar¨®: ¡°La primera reacci¨®n es de sorpresa porque parece que ya estuviera preparado antes del encuentro de hace dos semanas entre el comit¨¦ y la delegaci¨®n de la Santa Sede. En el informe falta una perspectiva correcta y actualizada de la actuaci¨®n de la Iglesia, que ha realizado una serie de cambios en relaci¨®n a la protecci¨®n de los ni?os dif¨ªcil de encontrar al mismo nivel en otras instituciones o Estados (¡). Se habla de 40 millones de casos de abusos sexuales a ni?os en el mundo. Por desgracia, algunos de ellos afectan a personas de la Iglesia. ?Pero la Iglesia ha respondido y reaccionado! ?Y lo seguir¨¢ haciendo!¡±. Por su parte, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, asegur¨® durante su visita a Madrid que ¡°en los pr¨®ximos d¨ªas o semanas¡±, el Vaticano explicar¨¢ el funcionamiento de una nueva comisi¨®n creada al efecto por mandato del papa Francisco.
Una nota de la oficina de prensa del Vaticano, sin embargo, inform¨® de que el Vaticano ¡°lamenta ver en algunos puntos del informe un intento de interferir en las ense?anzas de la Iglesia cat¨®lica sobre la dignidad de las personas y el ejercicio de la libertad religiosa¡±, si bien asegur¨® que ¡°toma nota¡± y reiter¨® el ¡°compromiso de defender y proteger los Derechos del Ni?o, en l¨ªnea con los principios promovidos por la Convenci¨®n¡±.
A este respecto, uno de los expertos de la ONU, Benyam Mezmur, puso de manifiesto las contradicciones del Vaticano: ¡°Por un lado dicen que no pueden ser responsables por cada delito que cometen los cat¨®licos en el mundo, pero al mismo tiempo se niegan a cooperar con las autoridades de cada pa¨ªs. No se puede actuar por ambas v¨ªas. O se tiene influencia sobre el clero o no. Y la evidencia demuestra que s¨ª hay influencia¡±.
Francisco tiene la palabra
Durante el vuelo de regreso de R¨ªo de Janeiro, cuando le preguntaron por monse?or Nunzio Scarano, el alto cargo del Vaticano acusado de blanquear grandes cantidades de dinero sucio a trav¨¦s del IOR ¨Cel Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR)--, el papa Francisco dijo: ¡°No lo han detenido por ser la beata Imelda¡±. Jorge Mario Bergoglio mostraba as¨ª su desprecio p¨²blico por quien, aprovech¨¢ndose de los privilegios del Vaticano, se enriquec¨ªa y enriquec¨ªa a sus poderosos amigos ¨Cempresarios, pol¨ªticos, tal vez mafiosos¡ª bajo el manto protector de la Iglesia. Aquellas palabras, seguidas de una disposici¨®n jam¨¢s antes vista a colaborar con la justicia italiana ¨Cde hecho, Scarano sigue en la c¨¢rcel--, fueron saludadas por quienes est¨¢n convencidos de que Bergoglio ir¨¢ m¨¢s all¨¢ de las frases de impacto.
Ahora tiene la oportunidad de demostrarlo. El pozo negro de la Iglesia cat¨®lica no es el banco del Vaticano con su historia de cr¨ªmenes y sus cuentas a¨²n ocultas, ni las peleas de poder entre cardenales que amargaron el pontificado a Joseph Ratzinger. El pecado mortal del Vaticano, ese que, seg¨²n la ONU, se sigue cometiendo cada d¨ªa, sin se?ales de arrepentimiento verdadero ni de prop¨®sito de enmienda, es el de los abusos a menores. Por tanto, la pederastia en el seno de la Iglesia, ese delito infame que ha arruinado la vida a millones de personas desde hace d¨¦cadas, est¨¢ llamada a ser la piedra de toque del pontificado de Francisco. Lo que ha denunciado ahora la Convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o no es, desgraciadamente, ninguna novedad. Marie Collins, una mujer irlandesa que padeci¨® de ni?a los abusos de un sacerdote, se lo cont¨® en febrero de 2012 a los representantes de 110 conferencias episcopales llamados a Roma por Benedicto XVI para ver si se enteraban de una vez ¨Co sea, para que dejaran de hacerse los locos de una vez¡ª de esa tragedia tremenda, de ese crimen vergonzoso. Pero s¨ª tiene que ser una novedad la manera en que la Iglesia afronte esa verg¨¹enza mundial.
Si Ratzinger utiliz¨® sus escasas fuerzas para intentar cambiar de rumbo la actitud de la Iglesia despu¨¦s de que Juan Pablo II amparase y protegiese a uno de los m¨¢s grandes pederastas de la Iglesia, el padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, Jorge Mario Bergoglio no tiene m¨¢s remedio que ir mucho m¨¢s all¨¢. La comisi¨®n que ha encargado y que, seg¨²n todos los indicios, depender¨¢ de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, no puede adormecer de nuevo el problema, esconderlo tras presunciones de inocencia, correcciones fraternas ni falsos secretos de confesi¨®n. Y la casualidad ha querido que, durante estos d¨ªas, los Legionarios de Cristo est¨¦n reunidos en Roma para decidir el futuro de la congregaci¨®n despu¨¦s del gran golpe de descr¨¦dito provocado por los cr¨ªmenes de Maciel, un sant¨®n con pecados suficientes como para agotar las llamas de tres infiernos.
Dice el arzobispo Silvano Tomasi que pederastas los hay tambi¨¦n en las instituciones m¨¢s prestigiosas. Puede ser. Pero ninguna de esas organizaciones ha tenido ¨Cy tiene, seg¨²n la ONU-- un sistema tan eficaz para esconder a los culpables, un mecanismo tan macabro para convertirlos en culpables a trav¨¦s de la culpa y una demarcaci¨®n tan grande --el mundo entero -- no s¨®lo para ocultar a los criminales, sino para permitirles que sigan poniendo sus sucias manos sobre ni?os indefensos. Francisco, el hombre del a?o, puede convertirse en el hombre del siglo si es capaz de poner freno a la infamia.
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