El campo de California se seca
Cientos de miles de hect¨¢reas quedan sin plantar por la falta de agua y el ganado se queda sin pasto para comer. Sube el desempleo y los precios en el sector agr¨ªcola que mueve al a?o 45.000 millones de d¨®lares.
Campos desnudos, secos, desprovistos del verdor que otros a?os por esta ¨¦poca sol¨ªan lucir, es la estampa triste que desfila por la autopista 101-N, desde Salinas al valle de San Benito, en las inmediaciones de San Jos¨¦. Hasta las palmeras se han secado y parecen esqueletos desolados que miran al cielo clamando por un poco de lluvia.
Esa es la palabra m¨¢gica, lluvia. Esta vez se ha olvidado de California y en estos momentos se est¨¢ sufriendo la peor sequ¨ªa que se conoce desde hace 500 a?os. En Hollister, un enclave agr¨ªcola y ganadero en el coraz¨®n del valle de San Benito, con la mayor¨ªa de la poblaci¨®n de procedencia mexicana, lo saben muy bien.
La pareja formada por Felipe y Ayde Fregoso regentan una peque?a tienda de comestibles y sus clientes son los trabajadores del campo. Las verduras y las frutas se mezclan con las estampas y las im¨¢genes de v¨ªrgenes en este establecimiento humilde donde todos los clientes son mexicanos.
¡°La situaci¨®n es dram¨¢tica. No hay pastos para las granjas y los rancheros est¨¢n vendiendo las vacas porque no las pueden mantener. Tampoco se est¨¢ sembrando ni tomate, ni chile. No hay agua y las cosechas no pueden salir adelante¡±, explica Felipe.
¡°Llevamos veinte a?os aqu¨ª y nunca hab¨ªamos vivido una situaci¨®n como esta¡±. Ahora quien habla es Ayde y confiesa con preocupaci¨®n que ¡°las ventas han bajado porque nuestros clientes est¨¢n en paro¡±. ¡°Si no hay siembra no hay trabajo, ni tampoco recogida de uvas, de cerezas y fresas. Aqu¨ª los jornaleros se van moviendo por el valle de un lado a otro dependiendo de los ciclos agr¨ªcolas, pero ahora todo est¨¢ paralizado. Y adem¨¢s los precios de las frutas, las verduras y la carne han subido. Por ejemplo, el a?o pasado, vend¨ªamos tres libras de naranjas( un kilo y medio) por dos d¨®lares, y este a?o s¨®lo damos por ese precio dos libras¡±.
La reserva de San Luis que abastece de agua el valle est¨¢ seca y una noticia que nadie quer¨ªa o¨ªr se ha abierto paso: El StateWater Proyect, que ayuda a proveer las necesidades del Estado en materia de agua, por primera vez en su m¨¢s de medio siglo de historia ha anunciado que no va a poder hacer frente a las demandas de agua para usos agr¨ªcolas y urbanos por la sencilla raz¨®n de que carece de ella.
El 75% del agua de California va a parar a usos agr¨ªcolas, un sector considerado la joya del Estado y de vital importancia en el conjunto del pa¨ªs, que mueve al a?o 45.000 millones de d¨®lares. Aqu¨ª se producen cerca de la mitad de las frutas, verduras y frutos secos de Estados Unidos, lo que convierte a California en la huerta de la naci¨®n. La sequ¨ªa, de dimensiones tan grandes que se puede detectar con precisi¨®n en las fotos que realiza la NASA desde el espacio, supone un jaque-mate para este importante basti¨®n econ¨®mico.
Las macro cifras hablan por s¨ª mismas, pero tambi¨¦n las peque?as. ?ngel Rodr¨ªguez cuenta que ¡°lleva tres meses sin trabajar¡±. ¡°Ahora mismo deber¨ªamos estar plantando chile, pero hasta nueva orden los rancheros nos han dicho que no lo van a hacer¡±. Acaba de entrar a la tienda de los Fregoso y ha comprado un par de tomates y un pl¨¢tano, eso es todo.
Los p¨¢jaros est¨¢n hambrientos
No hay pasto para las vacas ni alimento para los p¨¢jaros. El Valle de Monterey es m¨¢s afortunado que el de San Benito, ¡°principalmente debido a que al estar a menor altura, la sequ¨ªa le afecta menos y cuenta con mayores reservas de agua¡±, explica el sembrador Juli¨¢n Escalante que trabaja en Spreckles, un pueblo en las inmediaciones de Salinas.
Es una zona en la que se siembran lechugas, coliflores, cilantro y todo tipo de verduras, adem¨¢s de fresas. ¡°Otros a?os por esta ¨¦poca no ten¨ªamos que regar, ya que con el agua de la lluvia bastaba, y ahora cada d¨ªa¡±, dice Escalante. Lo hacen a trav¨¦s del sistema de goteo para ahorrar al m¨¢ximo.
La vista se pierde en el espacio de campos inmensos, algunos adornados con cintas de colores que brillan. ¡°Es para intentar ahuyentar los p¨¢jaros ¨Caclara Juli¨¢n- y evitar que se coman lo sembrado. Mira los cerros, est¨¢n pelados, y no encuentran nada con que alimentarse, as¨ª que vienen a las lechugas¡±.
De momento este Valle tiene agua y puede resistir ¡°una a?o aproximadamente¡±, comenta otro de los sembradores, Carlos P¨¦rez, ¡°pero si no llueve nos va a pasar lo mismo que al Valle de San Benito, al de San Joaqu¨ªn y a otros muchos¡±.
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