Cuando hincar los codos no es suficiente
Estudiantes de de Ingenier¨ªa o Arquitectura buscan en las academias ayuda para superar los ex¨¢menes m¨¢s dif¨ªciles
Nos dimos cuenta de que los estudiantes llegaban a la universidad y no comprend¨ªan lo que le¨ªan¡±, as¨ª explica Evelyne Hurtado c¨®mo se decidi¨® a dar el paso de montar, tras a?os de funcionamiento de su gabinete psicopedag¨®gico, una academia de estudios que fuera ¡°distinta¡±. En Tu Tutor en Casa, en Madrid, ofrecen clases particulares, presenciales o a domicilio junto con habilidades cognitivas que ense?an al alumno a ser m¨¢s eficaz a la hora de resolver un examen; le facilitan relajarse, organizarse mejor o plantear adecuadamente un trabajo de clase. Para ello cuentan con un profesorado ¡°altamente cualificado¡± con certificado de aptitud pedag¨®gica (CAP) y formados en Programaci¨®n Neuroling¨¹¨ªstica e Inteligencia Emocional.
Es precisamente en esa formaci¨®n de los profesores donde Hurtado hace hincapi¨¦, ya que no existe normativa sobre la preparaci¨®n del personal que atiende los centenares de centros que desde hace d¨¦cadas apoyan en sus asignaturas m¨¢s dif¨ªciles a los estudiantes universitarios, las famosas academias que inundan el tabl¨®n de anuncios de las facultades de, sobre todo, las ingenier¨ªas u otras carreras t¨¦cnicas. En muchas ocasiones, el profesorado lo forman estudiantes de cursos superiores que, pese a la dedicaci¨®n intensiva que requiere su propia formaci¨®n, sacan tiempo para ganarse un dinero ayudando, con desigual resultado, a sus compa?eros reci¨¦n llegados al mundo universitario.
No existe normativa sobre la preparaci¨®n del profesorado de los centros de estudios extraescolares
?Qui¨¦n supervisa esas clases? Nadie. Se trata de un sector tremendamente atomizado y fuera del control de cualquier instituci¨®n oficial. Desde el Ministerio de Educaci¨®n explican que para abrir una academia solo es necesaria una licencia administrativa igual que para otros muchos negocios privados y que se trata de un simple intercambio de servicios que no requiere su tutela. Tampoco est¨¢n organizadas.
Desde la Confederaci¨®n Espa?ola de Empresas de Formaci¨®n (CECAP) reconocen que, aunque estos centros cumplen los requisitos para formar parte de sus asociaciones, dado su peque?o tama?o, no las tienen entre sus miembros.
Aunque han empezado a surgir academias con varias sedes ¨Cpor ejemplo, Mundo Estudiante en Madrid¨C, son centros en general muy peque?os que atienden a algunas decenas de alumnos normalmente de los primeros cursos de ingenier¨ªas o arquitectura, que se recomiendan unos a otros a qu¨¦ academia acudir o que residen por la zona. Se sit¨²an por lo general en los alrededores de los campus universitarios y persiguen, seg¨²n explican desde la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya (UPC), ¡°aprobar la asignatura, no aprender¡±.
¡°Estamos en una sociedad en la que la cultura del esfuerzo no es muy habitual¡±, aseguran desde la UPC, y hay docentes ¡°que explican a sus alumnos que la universidad da la formaci¨®n oportuna, y si se va a clase, se estudia de manera constante y se consulta al profesor, no hay por qu¨¦ ir a una academia¡±.
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