Espa?a es el d¨¦cimo pa¨ªs en inclusi¨®n de gais en el Ej¨¦rcito
Nueva Zelanda abre el listado de un centenar de pa¨ªses. Nigeria lo cierra. Rusia, metida de lleno en el rechazo a la homosexualidad, ocupa el puesto 73 The Hague Centre for Strategic Studies, responsable del trabajo, lo remitir¨¢ a la ONU, OTAN y UE
El primer ¨ªndice mundial sobre la inclusi¨®n en las Fuerzas Armadas de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (designados bajo las siglas LGBT) sit¨²a a Espa?a en la d¨¦cima plaza de una lista de 103 pa¨ªses. Nueva Zelanda y Nigeria abren y cierran una clasificaci¨®n elaborada para facilitar al legislador el trabajo en pro de la aceptaci¨®n del colectivo en unos Ej¨¦rcitos cada vez m¨¢s profesionalizados. Turqu¨ªa, miembro de la OTAN, por ejemplo, los excluye al tacharlos de desequilibrados ps¨ªquicos. Neozelandeses, holandeses y brit¨¢nicos, por el contrario, cuentan con organizaciones de apoyo y sus miembros participan en sus respectivos desfiles del Orgullo Gai. El trabajo ha sido elaborado por The Hague Centre for Strategic Studies, un organismo independiente que asesora a Gobiernos, ONG y el sector privado, y ser¨¢ entregado a Naciones Unidas, UE y la propia Alianza Atl¨¢ntica.
Para obtener el listado definitivo, el centro ha ordenado los datos relativos a la presencia del colectivo LGBT en el Ej¨¦rcito en torno a cinco categor¨ªas distintas: inclusi¨®n, admisi¨®n, tolerancia, exclusi¨®n y persecuci¨®n. As¨ª, los diez primeros pa¨ªses, muestran el esfuerzo realizado para apoyarles y aceptarles. Se trata de Nueva Zelanda, Holanda, Reino Unido, Suecia, Australia, Canad¨¢, Dinamarca, B¨¦lgica, Israel, Francia y Espa?a. Las dos ¨²ltimas comparten la d¨¦cima plaza, seguidas de Alemania, Noruega, Croacia, Uruguay, Argentina, Austria, Finlandia, la Rep¨²blica Checa y Portugal. La primera gran potencia en aparecer es Estados Unidos, en el puesto cuarenta. Hasta la barrera del medio centenar hay diferentes grados de respaldo. Israel, de un lado, aplica a las parejas militares del mismo sexo mayores subsidios de los ofrecidos por las autoridades civiles. Del otro, Washington sigue tratando a los transexuales como enfermos y los despide.
Est¨¢ claro que una persona que se define como parte del grupo LGBT trabajar¨¢ mejor si se siente aceptada y no hay secretos sobre su situaci¨®n
Joshua Polchar, analista en el centro responsable del informe
China es la n¨²mero 62 de la lista, India la 70 y Rusia la 73. Uganda, que acaba de imponer la cadena perpetua para los homosexuales, ocupa el puesto 97. Siria e Ir¨¢n son la 101 y 102, respectivamente. L¨ªbano, Afganist¨¢n, Emiratos ?rabes, Marruecos, Om¨¢n, Camer¨²n, Sud¨¢n o bien Ghana, les acompa?an en la parte del cat¨¢logo m¨¢s reacia a aceptar soldados homosexuales. El caso de Turqu¨ªa es significativo. En el puesto 77, como miembro de la OTAN colabora con soldados y oficiales que s¨ª pueden ser homosexuales procedentes de otros pa¨ªses de la Alianza. C¨®mo se arreglan sobre el terreno, es un asunto poco debatido en el seno de la organizaci¨®n militar resaltado por el estudio.
¡°La mayor¨ªa de los trabajos se centran en el impacto negativo de la presencia de homosexuales en las Fuerzas Armadas. El nuestro fue pedido por el ministerio holand¨¦s de Defensa, el primero en aceptar gais en sus filas hace cuarenta a?os, y hemos querido abrir el debate sobre los aspectos positivos de su aportaci¨®n. El Ej¨¦rcito, no lo olvidemos, est¨¢ acostumbrado a la diversidad, ya sea de raza, religi¨®n o g¨¦nero.¡±, asegura Joshua Polchar, analista en The Hague Centre for Strategic Studies.
El ¨ªndice subraya que no se trata solo de un problema de derechos humanos. ¡°Las Fuerzas Armadas del siglo XXI necesitan reclutar gente en funci¨®n del talento y habilidades, no de su orientaci¨®n sexual. Est¨¢ claro que una persona que se define como parte del grupo LGBT trabajar¨¢ mejor si se siente aceptada y no hay secretos sobre su situaci¨®n¡±, a?ade Polchar. ¡°De la cohesi¨®n resultante, sin amenazas de chantaje ni problemas de seguridad personal, se benefician todos¡±, concluye. El centro holand¨¦s prepara ya otro estudio donde har¨¢ recomendaciones para evitar problemas de ascenso, o de pensiones, entre los homosexuales en las Fuerzas Armadas.
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