¡°El Papa no va a hacer la cosas que deber¨ªa porque ac¨¢ no las hac¨ªa¡±
Gabriel Ferrini, argentino de 26 a?os, solo lee de vez cuando alguna noticia por Internet. Por eso no se enter¨® de que la ONU acus¨® a la Iglesia de proteger a los curas pederastas y le exigi¨® que los entregara a la justicia com¨²n. Pero este joven de Berazategui, ciudad de la periferia sur de Buenos Aires, fue noticia de algunos medios locales en 2012 cuando la justicia conden¨® al obispado de Quilmes a pagarle una indemnizaci¨®n por encubrimiento del sacerdote que hab¨ªa abusado de ¨¦l cuando ten¨ªa 14 a?os.
Quien intent¨® violarlo se llamaba Rub¨¦n Pardo y muri¨® de sida en 2005, en libertad y en ejercicio del sacerdocio, aunque sin la autorizaci¨®n para celebrar misas. ¡°Lo ¨²ltimo que s¨¦ es que confesaba a alumnos de una escuela primaria cat¨®lica de Flores¡±, se refiere Ferrini al barrio porte?o de donde es oriundo el papa Francisco. Su madre, Beatriz Varela, antes muy practicante, hab¨ªa dejado que Gabriel se fuera a dormir con Pardo, que viv¨ªa en la casa vecina, porque el cura le hab¨ªa pedido que lo acompa?ara a la ma?ana siguiente como monaguillo a una misa. Esa noche el sacerdote cuarent¨®n se meti¨® en la cama donde descansaba el chico, lo enrosc¨® con brazos y piernas y acab¨® eyaculando sobre ¨¦l.
Beatriz recurri¨® al entonces obispo de la vecina localidad de Quilmes, el alem¨¢n Luis St?ckler, que de inmediato traslad¨® a Pardo al arzobispado de Buenos Aires, donde estaba al frente Jorge Bergoglio, el actual pont¨ªfice. La mujer fue despu¨¦s a ver a Bergoglio para entregarle una carta de su hijo, pero se lo impidieron. Tras aquel episodio, m¨¢s de un a?o despu¨¦s del abuso, Beatriz inici¨® una demanda penal contra Pardo, que muri¨® mientras continuaba la extendida investigaci¨®n judicial. Solo prosper¨® el juicio civil contra el obispado.
¡°Es algo positivo lo que dijo la ONU¡±, comenta Gabriel cuando se entera de la noticia. ¡°Es hora de que se termine la impunidad¡±, a?ade. En una de las varias veces que su madre visit¨® al ahora obispo em¨¦rito de Quilmes, ¨¦l le dijo: ¡°Tiene que ser misericordiosa con personas que han optado por el celibato y pueden tener un momento de debilidad¡±. St?ckler primero se hizo cargo del tratamiento psicol¨®gico del adolescente, pero se lo retir¨® cuando su madre denunci¨® a Pardo en los tribunales. Gabriel dice que el obispo la trat¨® de mentirosa cuando reparti¨® cartas sobre su caso en parroquias y tambi¨¦n intent¨® sin ¨¦xito que el director del colegio cat¨®lico donde ella trabajaba la despidiera.
¡°Varios curas testificaron que Pardo ten¨ªa antecedentes y la justicia me lleg¨®, pero 11 a?os despu¨¦s porque el obispado apel¨® el fallo de 2012 y otro tribunal lo ratific¨® en 2013, pero es muy relativo que otras v¨ªctimas logren justicia porque la Iglesia es una instituci¨®n con much¨ªsimo poder. Se necesita que la sociedad le quite poder¡±, opina Ferrini, estudiante de relaciones laborales que ha iniciado con su madre el tr¨¢mite de apostas¨ªa, es decir, renuncia al bautismo. ¡°Bergoglio es un Papa de marketing. No va a hacer la cosas que deber¨ªa porque ac¨¢ no las hac¨ªa. Yo le pedir¨ªa que se ponga en la piel del otro, que sienta la angustia que da que el tipo que te viol¨® siga libre, ya que tanto predica sobre el pr¨®jimo¡±, dice este joven que a¨²n cree en una fuerza superior, pero no ya en el Cristo en el que a¨²n conf¨ªa su madre.
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