Y ahora EuroHarvard

Tras la decepci¨®n de Madrid 2020 y la estampida de Adelson y sus casinos, es el momento de plantearse qu¨¦ pa¨ªs queremos para el futuro, c¨®mo queremos transformar el sistema productivo o c¨®mo podemos favorecer la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa. El modelo basado en el espect¨¢culo, el turismo de baja calidad o en la recalificaci¨®n est¨¢ agotado y no parece que sea oportuno tratar de resucitarlo.

?Y si se proyecta una Espa?a diferente, basada en la inversi¨®n en educaci¨®n, ciencia y tecnolog¨ªa? ?Y si tratamos de captar el talento internacional para que estudie, se instale y monte sus negocios en nuestro pa¨ªs? En definitiva, ?y si montamos una suerte de EuroHarvard, que re¨²na a los mejores investigadores, profesores y alumnos? La expresi¨®n ha cuajado en redes sociales, porque existe cierto hartazgo de la cultura del pelotazo, del amiguete o del capitalismo ligado al BOE. La crisis no cesa y empieza a ser urgente una alternativa econ¨®mica que genere empleo de calidad, que internacionalice la econom¨ªa y la industria, que abra las fronteras y flexibilice las rigideces de la administraci¨®n. No es una empresa sencilla, pero s¨ª la ¨²nica que nos puede ofrecer una salida competitiva en el entorno global.

EuroHarvard no es una utop¨ªa. Espa?a recibe ya m¨¢s de 150.000 estudiantes de espa?ol cada a?o con un saldo de 370 millones de euros de facturaci¨®n para el sector y unos 6.000 puestos de trabajo. Adem¨¢s, genera una industria auxiliar complementaria que dota de servicios al estudiante (viajes, ocio y alojamiento, por ejemplo). Somos el destino preferente de los Erasmus europeos: m¨¢s de 27.000 se matriculan cada a?o en nuestros centros. La joya de la corona son las tres grandes escuelas de negocio espa?olas que est¨¢n ya en la elite de la educaci¨®n ejecutiva mundial. Es un retorno econ¨®mico inmediato que alcanza los cien millones de euros anuales gracias a los m¨¢s de 1.400 alumnos internacionales matriculados. El crecimiento de las multilatinas confirma que es un proyecto que nace ya internacionalizado de origen. Con estos mimbres, es posible construir un futuro diferente y convertir el pa¨ªs en un polo de atracci¨®n para la investigaci¨®n, as¨ª como para la educaci¨®n de los ejecutivos en una cultura global en espa?ol.

Para que el proyecto cuaje hay que tomar decisiones concretas y acometer la reforma de las universidades. No basta con la llegada de Erasmus por un semestre: la internacionalizaci¨®n consiste en la captaci¨®n de estudiantes para que estudien el grado completo y se instalen en Espa?a. ?sa es la carrera global por el talento universitario. Las universidades anglosajonas nos llevan d¨¦cadas de ventaja, igual que las francesas y alemanas. Australia, Nueva Zelanda y Rusia han movido ficha, como China, que ha creado m¨¢s de 400 centros educativos orientados a la ciencia, la tecnolog¨ªa y los negocios en ingl¨¦s.

Tenemos intangibles (calidad de vida, sol, cultura y ocio), pero ahora toca transformar los tangibles del ecosistema del talento. Hay que fomentar el emprendimiento desde la universidad, mejorar las v¨ªas de financiaci¨®n paras pymes, aligerar las trabas para la llegada de extranjeros (visa start up), internacionalizar el cuerpo de profesores mediante figuras o porcentajes de reserva ad hoc (?no todos quieren ser funcionarios!) y tantas otras medidas que son comprometidas.

La educaci¨®n de calidad, ligada a nuestro pa¨ªs como destino relevante, es una alternativa s¨®lida. Podr¨ªa ser nuestro proyecto fara¨®nico para la reconstrucci¨®n de la reputaci¨®n en el exterior y la captaci¨®n de inversiones. Podr¨ªamos destinar las mismas partidas que tuvo Madrid 2020 para una EuroHarvard 2024, podr¨ªamos crear una zona sin trabas administrativas ni agencias gubernamentales a la libre iniciativa universitaria, podr¨ªamos conceder visas a todo aquel que llegara con un proyecto tecnol¨®gico o una partida comprometida en I+D, podr¨ªamos permitir que los beneficios de las start up de capital espa?ol tributaran el 1% de los beneficios los primeros a?os (?como Adelson!).

S¨ª, pido lo imposible. Es por las fechas. Pero tengo claro que de esta crisis no vamos a salir por el camino de la recalificaci¨®n de terrenos y la disociaci¨®n de valor y precio. La burbuja ya explot¨®. El duelo ha terminado. Es el momento de reconstruir el tejido productivo y buscar una f¨®rmula adaptada a la globalizaci¨®n: uso intensivo de las tecnolog¨ªas, castigo a la especulaci¨®n, promoci¨®n del talento y la educaci¨®n, internacionalizaci¨®n de las empresas, inversi¨®n en start ups de base tecnol¨®gica e impulsar otras medidas reales que transformen el entorno. El diagn¨®stico es claro: es momento de pedir la capacidad pol¨ªtica de las instituciones para encauzar una nueva estrategia de crecimiento. De momento, el sistema est¨¢ m¨¢s pendiente de su perpetuaci¨®n. Mucha cosm¨¦tica, nada m¨¢s. Ya lo dec¨ªa mi admirado Rafael S¨¢nchez Ferlosio: mientras no cambien los dioses, nada habr¨¢ cambiado. A ver cu¨¢ndo empezamos.

Juan Luis Manfredi es profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha.