Una barrera para protegerse de la sal

Durante los meses de verano en Amposta (Tarragona) se pueden pescar doradas y lirios, peces exclusivamente de agua salada. Nada extra?o en un pueblo costanero. Pero este municipio est¨¢ en la margen oeste del delta del Ebro, a 27 kil¨®metros del mar. Adri¨¢n Navarro ha pescado toda su vida en el humedal, y tiene 42 a?os.

En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas ha visto c¨®mo la fauna del r¨ªo ha ido cambiando a medida que el agua del Mediterr¨¢neo remontaba cada vez m¨¢s por el lecho del Ebro. Un efecto que la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro (CHE) prev¨¦ solucionar con una barrera que evite la entrada de agua marina, la llamada cu?a salina.

El nuevo Plan Hidrol¨®gico del Ebro (PHE), aprobado este viernes por el Consejo de Ministros, contiene un apartado en el que se recoge la propuesta para ¡°mejorar y combatir la cu?a salina¡± que present¨® la comunidad de regantes del delta. ¡°Instalar una serie de compuertas salinas unos metros agua abajo del brazo de Migjorn¡±, a cinco kil¨®metros de la costa.

¡°El proyecto a¨²n no est¨¢ definido t¨¦cnicamente ni se le ha asignado presupuesto¡±, matiza una portavoz de la CHE, que a?ade: ¡°Es un planteamiento que ha realizado un grupo y se tiene que estudiar su impacto¡±.

Xavier de Pedro, presidente de la confederaci¨®n, particip¨® la pasada semana en unas jornadas sobre barreras salinas y defensa deltaicas celebradas en Amposta, y dio su visto bueno a la obra: ¡°Es una medida que complementa las carencias de caudal en tiempos de sequ¨ªa¡±.

Luis Berga, Doctor en Ingenier¨ªa de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC), present¨® en estas jornadas su idea de compuertas para el delta. Una infraestructura subacu¨¢tica basada en compuertas que modulan el paso de agua dulce hacia el mar. Cuando el r¨ªo baja con mucho caudal las l¨¢minas se abren y permiten que el r¨ªo llegue al mar. Cuando el Ebro baje con menos fuerza las compuertas se cerrar¨¢n e impedir¨¢n que la cu?a salina suba r¨ªo arriba.

Navarro asegura que la intrusi¨®n del Mediterr¨¢neo en el Ebro ha existido desde que el hombre controla el caudal del r¨ªo en su parte baja, con la construcci¨®n en los a?os 60 de los embalses de Mequinenza y Ribarroja, donde Endesa tiene centrales hidroel¨¦ctricas. En Deltebre, a 12 kil¨®metros de la costa, ¡°antes se pescaban lucios y percas, peces de agua dulce, pero hace a?os que ya no se ven¡±, rememora el pescador.

¡°La barrera impedir¨¢ que el mar suba por el Ebro¡±, apunta Berga. La idea se basa en otros sistemas ya construidos en r¨ªos europeos, como los dos instalados en la desembocadura del Po (Italia) a finales de los a?os ochenta. Como en el caso italiano, Berga apunta que las barreras no tendr¨ªan que estar siempre colocadas. ¡°Los periodos en los que el r¨ªo baje con suficiente caudal se podr¨ªan retirar¡±, apunta.

Pero es precisamente la falta de agua uno de los problemas que afronta el Ebro. En el Plan Hidrol¨®gico del Ebro se fijan los caudales m¨ªnimos que deben pasar por los puntos de control que hay a lo largo del r¨ªo. El texto actual, de 1998, marca que en Tortosa, ¨²ltimo punto de control antes del delta del Ebro, se deben asegurar 100 metros c¨²bicos por segundo. En la nueva norma, sin embargo, se ha introducido el caudal ecol¨®gico, con el que ¡°se intenta modular el caudal del r¨ªo en funci¨®n de la ¨¦poca del a?o¡±, explica una portavoz de la CHE. Por lo que en vez de marcar un caudal m¨ªnimo fijo, este variar¨¢ para cada mes. Y lo har¨¢ a la baja. Durante diez meses, el ¨®rgano gestor del Ebro fija un m¨ªnimo inferior a los 100 metros c¨²bicos por segundo.

Seg¨²n los c¨¢lculos de Berga, la intrusi¨®n salina en el Ebro se produce cuando el r¨ªo llega al delta con menos de 400 metros c¨²bicos por segundo. Con 300 el agua marina alcanza Amposta. Y si se llega a 80, la cu?a podr¨ªa remontar hasta el barranco de la Galera, a 35 kil¨®metros de la costa.

El agua del Ebro sirve para regar las cerca de 20.000 hect¨¢reas de arrozales que hay en el delta. Los propietarios de estas zonas han reclamado instalar la barrera y as¨ª evitar la salinizaci¨®n de las tierras. Una visi¨®n que rechaza Juli¨¢n Mart¨ªnez, doctor en Ingenier¨ªa Agr¨®noma por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM). ¡°La barrera solo evitar¨¢ que el r¨ªo se salinice, no las tierras¡±, advierte. Adem¨¢s, recuerda Mart¨ªnez, los agricultores del delta captan el agua de regad¨ªo en Xerta, 60 kil¨®metros r¨ªo arriba, ¡°donde la cu?a salina no llega¡±.

Desde la Plataforma en Defensa del Ebro apuntan que la instalaci¨®n de la barrera ¡°es admitir de alguna manera que el r¨ªo llega con poco caudal al delta¡±. ¡°Es solo un operaci¨®n de maquillaje para minimizar un problema provocado por la gran explotaci¨®n de sus recursos que sufre el r¨ªo¡±, denuncia Manolo Tom¨¢s, portavoz del grupo ecologista, que advierte: ¡°Con los nuevos caudales ecol¨®gicos que han aprobado la cu?a salina estar¨¢ m¨¢s all¨¢ de Amposta durante diez meses al a?o¡±.