Fumar mucho de joven da?a el cerebro
El estudio sugiere que las cambios podr¨ªan darse a corto plazo si el consumo fuera muy elevado Un grupo de la Universidad de California analiz¨® los cerebros de 42 personas de entre 16 y 21 a?os
Los j¨®venes que fuman muchos cigarrillos presentan "claras diferencias estructurales" en su cerebro en comparaci¨®n con quienes fuman poco. Esta es la conclusi¨®n a la que ha llegado un grupo de cient¨ªficos del Instituto Semel de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), Estados Unidos, despu¨¦s de analizar los cerebros de 42 personas de entre 16 y 21 a?os.?Las conclusiones, publicadas en la revista Neuropsychopharmacology,?sugieren que tales modificaciones podr¨ªan darse a corto plazo si el consumo fuera muy elevado.
Las im¨¢genes cerebrales obtenidas por resonancia magn¨¦tica demostraron que los participantes que m¨¢s fumaban presentaban una corteza insular m¨¢s fina. Algo que se acentuaba en aquellos que?dec¨ªan tener m¨¢s ansiedad. Esta observaci¨®n concuerda, seg¨²n los cient¨ªficos, con los resultados de otros estudios que advert¨ªan?una mayor densidad de receptores de nicotina en esta regi¨®n, lo que supon¨ªa un papel central de la misma en?la dependencia a esta sustancia.?Por el contrario, los 18 j¨®venes que fumaban entre seis y siete cigarrillos no presentaban diferencias claras con respecto al cerebro de los no fumadores.
"Dado que el cerebro est¨¢ todav¨ªa en desarrollo, el tabaquismo durante este per¨ªodo es cr¨ªtico porque puede producir cambios neurobiol¨®gicos que favorezcan una mayor dependencia del tabaco m¨¢s tarde", explica Edythe London, autora del estudio cuyos resultados sugieren, adem¨¢s,?que los cambios pueden favorecer la adicci¨®n a otras sustancias. En este sentido, London?apunta que las personas que empiezan a fumar a edades precoces suelen tener m¨¢s dificultad para dejarlo y m¨¢s?problemas de salud que los que comienzan m¨¢s tarde. La investigadora reconoce, no obstante, que el estudio solo ha evaluado a los fumadores en un momento concreto, por lo que no se puede saber c¨®mo evolucionan sus cerebros. "Es posible que estos cambios se produjeran incluso antes de fumar", admite.
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