Estados Unidos todav¨ªa no puede presumir de igualdad
Hillary Clinton reconoce que los plenos derechos de las mujeres quedan a¨²n por alcanzar incluso en su pa¨ªs
La m¨¢xima defensora de los derechos de las mujeres en Estados Unidos, la exsecreatria de Estado Hillary Clinton, denunci¨® esta semana ante la Organizaci¨®n de Naciones Unidas que la igualdad ¡°sigue siendo el gran trabajo por terminar del siglo XXI¡±. Tambi¨¦n en su pa¨ªs. En 1995, desde la Casa Blanca, la primera dama embarc¨® en una iniciativa para demandar la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres en todo el mundo. Clinton prometi¨® terminarla el a?o que viene, dos d¨¦cadas despu¨¦s de ofrecer el ya hist¨®rico discurso de Pek¨ªn en el que por primera vez declar¨® que ¡°los derechos de las mujeres son derechos humanos¡±.
Clinton todav¨ªa no se ha pronunciado sobre su posible candidatura a las elecciones presidenciales de 2016. Con o sin ella, la convocatoria electoral y su pr¨®logo en las legislativas del pr¨®ximo mes de noviembre ya han puesto a las mujeres en el centro del debate. La avalancha de normativas que desde hace varios a?os intentan restringir el derecho al aborto en diversos estados, la pol¨¦mica suscitada por la reforma sanitaria del presidente Obama y sus nuevos requerimientos a las empresas -incluidas las organizaciones religiosas- para que garanticen la cobertura del pago de anticonceptivos, as¨ª como las numerosas demandas que enfrentan la libertad religiosa con los derechos reproductivos, han convertido al electorado femenino en uno de los ejes que pueden decidir pr¨®ximas victorias.
El intento de diversos gobernadores republicanos para restringir y dificultar el derecho al aborto ha logrado revivir un movimiento que conf¨ªa desde hace a?os en que ning¨²n caso judicial logre hacer retroceder al Tribunal Supremo en su decisi¨®n de 1973, la hist¨®rica sentencia del caso 'Roe vs. Wade' que legaliz¨® efectivamente el aborto en EE UU. En los tres ¨²ltimos a?os, y gracias al auge del sector m¨¢s conservador del Partido Republicano y el Tea Party, el pa¨ªs ha debatido desde la legalidad de la interrupci¨®n del embarazo, el momento en que se puede considerar al feto ¡°persona¡±, si el gobierno federal debe financiar tratamientos anticonceptivos -incluso si es por razones m¨¦dicas- para mujeres sin recursos, o el l¨ªmite que separa los derechos reproductivos de la libertad religiosa.
El debate ha sido impulsado tanto por el empuje conservador como por los avances que introdujo la reforma sanitaria del presidente Obama, aprobada en 2010 y efectiva plenamente desde este a?o. La nueva legislaci¨®n obliga a las compa?¨ªas m¨¦dicas, entre otras cosas, a proporcionar pruebas preventivas como las mamograf¨ªas sin coste adicional. Las empresas, por su parte, deben garantizar que el seguro m¨¦dico que otorgan a sus empleadas cubre el coste de anticonceptivos.
Ning¨²n pa¨ªs del mundo ha logrado la plena participaci¨®n de las mujeres¡±
La obligaci¨®n a las organizaciones religiosas a proporcionar tambi¨¦n esa cobertura, aunque no a pagarla, ha devuelto el debate a los tribunales. El Tribunal Supremo, que ya respald¨® la reforma sanitaria de Obama hace dos a?os, estudiar¨¢ en las pr¨®ximas semanas si la ley fuerza a los grupos religiosos a violar su libertad confesional gracias a una demanda de dos empresas que alegan que si proporcionasen a sus empleadas un seguro m¨¦dico que cubra anticonceptivos estar¨ªan violando sus creencias religiosas.
La sentencia del Supremo llegar¨¢ apenas unos meses antes de la pr¨®xima convocatoria electoral, cuando numerosas candidatas, especialmente desde el bando dem¨®crata, aspiran a incrementar la representaci¨®n femenina en parte del Senado, la C¨¢mara de Representantes y el gobierno de 36 Estados. Desde el poder ejecutivo y legislativo, las pol¨ªticas podr¨ªan ayudar a inclinar la balanza hacia la igualdad de derechos en el pa¨ªs, impedir el retroceso con el que amenazan decenas de casos en manos de los jueces y terminar el trabajo demandado por Clinton.
¡°Ning¨²n pa¨ªs del mundo ha logrado la plena participaci¨®n de las mujeres¡±, declar¨® la exsecretaria de Estado ante Naciones Unidas. ¡°Las mujeres y las ni?as todav¨ªa representan la mayor¨ªa de los ciudadanos del mundo con peor salud, peor alimentaci¨®n y peores salarios¡±. El grito de Clinton ante la ONU, pronunciado en clave internacional, puede movilizar al electorado femenino en los pr¨®ximos meses. Como reconoci¨® la pol¨ªtica con m¨¢s opciones a convertirse en primera presidenta de EE UU, su propio pa¨ªs, sin embargo, no puede presumir a¨²n ante el resto del mundo de igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
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