?Est¨¢ usted tan contento como dice su emoticono?
Cada vez se usan m¨¢s signos para explicar por m¨®vil alegr¨ªas, sorpresa, disgustos, estupefacci¨®n Ayudan a expresar emociones en poco espacio, pero su abuso puede llegar a confundir
Los tel¨¦fonos gritan. Est¨¢n llenos de emoticonos y de signos. Las palabras no bastan. Como si ahora escribi¨¦ramos aqu¨ª: ¡°??????Estoy escribiendo un reportaje para Vida&Artes!!!!!!¡±, en lugar de escribir tranquilamente: ¡°Estoy escribiendo un reportaje para Vida&Artes¡±. La interjecci¨®n ha tomado el mando, y el emoticono es una imagen que vale m¨¢s que mil palabras.
El acceso a los emoticonos y a los signos que ahora constituyen el lenguaje universal de los afectos en los m¨®viles es tan universal como el gui?o de ojos o cualquier forma muda de saludo: no requiere otra cosa que la evidencia del gesto. Si ahora escribo aqu¨ª :-( ¡ªdos puntos, guion medio y el signo de entrada del par¨¦ntesis¡ª, todo el mundo sabr¨¢ que estoy enfadado. Pero si escribo, por ejemplo, esos dos puntos de toda la vida, el guion y concluyo la expresi¨®n a?adiendo el tradicional cierre de par¨¦ntesis lograr¨¦ que la m¨¢quina represente lo que todo el mundo entiende a simple vista: es decir, sonr¨ªo.
Es un lenguaje ya tan universal como el gui?o o cualquier tipo de saludo mudo
Los emoticonos son los reyes del m¨®vil ahora, tanto en WhatsApp como en SMS; pero las interjecciones de toda la vida y los restantes signos que est¨¢n al frente del ordenador ocupan un lugar relevante en la transmisi¨®n veloz de los sentimientos. ?Dicen, en efecto, lo que queremos que digan? ?Un n¨²mero infinito de interjecciones amparando el ¡°Te quiero¡± de toda la vida afirma el amor, lo prolonga, lo asegura? ?Es m¨¢s s¨ª la respuesta afirmativa si se lee as¨ª: ???????S¨ª!!!!? ?Y estamos m¨¢s seguros de que el otro sonr¨ªe si adem¨¢s de respondernos lo hace con una cara que muestra una sonrisa, un beso o un tipo que no para de re¨ªr? Estamos rodeados de interjecciones y de risas, de onomatopeyas y de otros ruidos ortogr¨¢ficos, de redondeles satisfechos. Pero ?eso es mejor que susurrar, por ejemplo? ?El emoticono es ya parte de la expresi¨®n contempor¨¢nea, como el saludo con las manos o el gui?o de ojos?
¡°Suman imprecisi¨®n al mensaje¡±,
Primero le hemos preguntado a quien se declara lego en la materia, el novelista Fernando Mar¨ªas. ?l confiesa que es ¡°de los que escriben matizadas letan¨ªas anticuadas por el m¨®vil¡±. Con respecto al uso y al abuso de los emoticonos y de otros signos expresivos y a la posibilidad de que nos ayuden a expresar c¨®mo queremos o no queremos, tiene esto que decir:
¡ª ¡°No uso emoticonos, ni siquiera s¨¦ c¨®mo se suman al mensaje. Desde hace tiempo, cuando recibo un mensaje con emoticono hago como que no lo veo, porque me puede llevar segundos y hasta paranoias interpretarlo, teniendo en cuenta adem¨¢s que apenas se ve m¨¢s que una diminuta mancha de color. Entiendo el emoticono amarillo sonriente, pero ese otro que es una especie de diablo azul, ?qu¨¦ significa? Para m¨ª, suman imprecisi¨®n al mensaje. En cuanto a los signos, es otra cosa m¨¢s curiosa de observar. Cuando mando, por ejemplo, ese mensaje que dice ¡°quedamos a comer a las 14.00 en lugar de las 14.15¡± y te responden ¡°???s¨ª!!!¡±, ?cu¨¢l es la causa de esa eclosi¨®n de euforia? ?La alegr¨ªa por verme un cuarto de hora antes? ?Algo jubiloso que le ha ocurrido a la persona que contesta justo a la vez que le entraba ese mensaje? Me resulta curioso, creo que hemos adoptado sin darnos cuenta ciertas claves del lenguaje del c¨®mic, que utiliza el tama?o de las letras y los signos de los bocadillos de di¨¢logo como matices de expresi¨®n¡±.
Desde la antig¨¹edad se han mostrado afectos con s¨ªmbolos visuales
?Y enriquece o empobrece esta abundancia? Dice Fernando Mar¨ªas: ¡°Creo que no se llega a ninguno de los dos extremos... Los SMS, WhatsApp, Tuenti, Twitter, etc¨¦tera, son de consumo veloz; se emiten y en el acto son pasado. Yo ya he conseguido verlos como una simple mancha inocua en el mensaje; me generan indiferencia. Aunque me divierte la idea de que la CIA pueda tener un departamento dedicado a interpretar los emoticonos de los billones de mensajes que, al parecer, esp¨ªan y archivan¡±.
Mar¨ªa Docavo Alberti, que est¨¢ a punto de publicar un libro sobre el miedo y que es diplomada en Pedagog¨ªa Pr¨¢ctica y quinesi¨®loga especialista en bloqueo emocional y miedos, cree que los emoticonos de hoy representan un lenguaje visual y emocional de un calado similar al que ten¨ªan las caligraf¨ªas de signos mayas y chinas, o como algunos jerogl¨ªficos egipcios. Representan afectos, situaciones emocionales, y son directos, no necesitan m¨¢s palabras. Pero ?esos ¨¦nfasis de ahora significan que la gente teme que el otro no entienda que lo quiere o que lo aprueba? Es que son mensajes cortos, dice Mar¨ªa Docavo Alberti, ¡°y deben enfatizarse con signos por la falta de palabras... Son signos que en nuestro idioma no se perciben como en otras lenguas, en las que el s¨ªmbolo expresa hasta los sonidos, como ocurre en las culturas maya, egipcia o china¡¡±.
¡°Dibujabas un sol y esa era la palabra sol¡±
Laura Franch aconseja consultar un manual de uso del WhatsApp que hizo circular Bego?a S¨¢nchez Jim¨¦nez. Previene contra algunas ideas comunes (como que basta con ver las dos comas con que acaba el mensaje una vez enviado para saber que el otro ya se enter¨®) y, en general, le quita importancia a algunas de las leyendas urbanas que convierte este exitoso modo de comunicarse en una especie de chat universal. Dice, por ejemplo: "Pasa del doble check. No significa que te hayan le¨ªdo. La ¨²ltima conexi¨®n miente. No te f¨ªes de en l¨ªnea. Cuidado con los grupos. Tener exceso de grupos marea". Y advierte: "Gritar al m¨®vil no sirve. No te oye, quita el autocorrector". Quien no navega en esas aguas, Fernando Mar¨ªas, se queja, con respecto a los emoticonos y a otras palabras que no se escriben con letras, de que una lengua tan bella como esta que usamos est¨¦ siendo relegada por los signos de puntuaci¨®n y otros artilugios. La m¨¢s po¨¦tica de las reflexiones que los defensores de este sistema de signos para conocerse y quererse que ahora domina la red nos la dijo el m¨²sico Alejo Stivel. Le preguntamos qu¨¦ quedar¨ªa de todas esas frases sin palabras que ahora est¨¢n en la nube de las redes sociales cuando venga el fin del mundo. Dijo: "Quedar¨¢n millones de frases flotando en los rabos de nubes tecnol¨®gicas. Historias para ser le¨ªdas por las pr¨®ximas civilizaciones de mutantes. Historias de amor flotando en la nube que nadie volver¨¢ a leer. Ahora son mensajes de amor para gente a la que jam¨¢s vamos a ver". Mara Torres dijo: "?Pero si los emoticonos es como lo que dibuj¨¢bamos cuando no sab¨ªamos escribir! ?Dibujabas un sol y esa era la palabra sol!".
¡°Es un lenguaje corto, expresivo, emocional y f¨¢cil. Tiene, claro, sus pros y sus contras, pues se puede manipular, igual que se pueden manipular las palabras y las letras. Es una llamada de atenci¨®n, y una manera tambi¨¦n de propiciar determinada respuesta... Si reclamas atenci¨®n, utilizas las exclamaciones. Y si tu comunicaci¨®n es profesional, tienes que elegir bien los emoticonos... Desde la antig¨¹edad se han expresado las emociones con signos. Y si te tienes que disculpar, tambi¨¦n hay signos visuales cuyo contenido se advierte en seguida: son m¨¢s f¨¢ciles de captar que un mont¨®n de palabras¡±.
De esa manera, dice, se comunica la compasi¨®n, la solidaridad, y as¨ª se ampl¨ªa el alcance de un mensaje limitado. Sin palabras se pueden decir millones de palabras. ?Ha cambiado, pues, la preponderancia de la palabra? Cristina Pe?amar¨ªn, catedr¨¢tica de Teor¨ªa de la Informaci¨®n en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Semi¨®tica, cree que ¡°lo que se ve en los mensajes r¨¢pidos es un cambio en la forma de las palabras. Por ejemplo, dicen ¡®hasta luegooooo¡¯ o dicen ¡®nos vemooooos¡¯ y lo que hacen es transformar la oralidad en escritura. Esto da de s¨ª una nueva oralidad en forma escrita¡±. ?Enriquece? ¡°Cambia, sin duda, la expresi¨®n; de hecho, la lengua est¨¢ cambiando a una velocidad fant¨¢stica, y de hecho los diccionarios est¨¢n dando evidencia de ello. El de la Academia Francesa se ha enriquecido en 35.000 palabras, ?35.000!, en su ¨²ltima edici¨®n, y por el estilo debe pasar en Espa?a¡±.
?Y hablan adem¨¢s de escribirse? ¡°Claro, est¨¢n en entornos virtuales, pero est¨¢n con otros, pegados al telefonino pero compartiendo vivencias y conversaciones; no viven separados de su entorno, combinan el hecho de estar enviando mensajes virtuales y el hecho de vivir con otros¡±. ?Puede tanto signo de admiraci¨®n o tanto dibujo afectivo estar abaratando la expresi¨®n de los sentimientos? ¡°Desde luego¡±, dice Pe?amar¨ªn, ¡°estamos en una sociedad que est¨¢ cambiando, y cambian el cuerpo y cambia la mente. Por ejemplo, est¨¢n cambiando algunas pertenencias, a la naci¨®n, al pa¨ªs, y est¨¢n surgiendo nuevos v¨ªnculos afectivos y de todo tipo (profesionales, comerciales...), de modo que puedes tener online, por chat o por WhatsApp o en la nube, charlas o relaciones que antes nunca hubieras tenido en entornos a los que jam¨¢s hab¨ªas accedido¡±. El emoticono, por tanto, rompe tambi¨¦n fronteras; el afecto que se muestra en este tipo de mensajes a veces tiene como destinatario, dice el m¨²sico Alejo Stivel, usuario muy frecuente de WhatsApp, ¡°a personas a las que dices querer pero a las que nunca en la vida vas a ver¡±.
A este respecto dice Cristina Pe?amar¨ªn: ¡°Lo que se advierte es que las redes interpersonales se potencian ahora con las redes virtuales y viceversa; la gente puede entrar en conexi¨®n por el entorno, por el ambiente, por algo que est¨¦ ocurriendo, y establece relaciones hasta con aquellos a los que no ver¨¢ jam¨¢s. Piensa en el 15-M, en la Primavera ?rabe... Esa gente se juntaba porque se quer¨ªa ver para un efecto determinado, nunca se hab¨ªa visto antes, a lo mejor no se ver¨ªa otra vez¡±.
Hacen m¨¢s f¨¢cil romper fronteras y comunicarse con personas lejanas
Laura Franch, directora de Comunicaci¨®n de Planeta, trabaja con autores, un oficio que obliga a expresar con claridad y con frecuencia los afectos; dar ¨¢nimo a un autor no solo requiere palabras, sino signos. Emoticonos, por ejemplo. Ella los adjunta en su WhatsApp ¡°por la rapidez, por econom¨ªa, porque me permite contactar con varias personas a la vez, porque veo que lo han le¨ªdo, y porque la respuesta es m¨¢s inmediata que a trav¨¦s de correo electr¨®nico o SMS y parece que m¨¢s cercana. En realidad, para trabajo lo uso menos, pero s¨ª facilita una proximidad o acercamiento que viene a ser una mezcla perfecta entre lo afectivo y lo laboral. Adem¨¢s, permite una gran facilidad para enviar im¨¢genes¡±.
¡°Los emoticonos aportan cierta seguridad, sobre todo a la hora de sustituir el tono de voz: iron¨ªa, broma... Los muy amorosos al principio me sorprend¨ªan, pero ahora creo que se ven normales. Adem¨¢s, permiten expresar m¨¢s de lo que se puede hacer con simples mensajes de texto, que pueden resultar impersonales y tal vez ser mal interpretados. Son un tipo de escudo ¨²til a veces. En principio, dan un toque personal a la conversaci¨®n. Facilitan el mensaje al comunicar estados de ¨¢nimo, pero no se debe abusar de ellos. Personalmente hay emoticonos que nunca uso. Y, en cuanto a seguridad, creo que se la da a las dos partes¡±.
Sirven de apoyo como los gestos, el tono o las manos al hablar
?Y no esconder¨¢ tanta expresi¨®n de afecto la realidad de un afecto disminuido entre nosotros? Dice Laura Franch: ¡°Yo dir¨ªa que al contrario: es una forma m¨¢s sencilla de remarcar los afectos. Te permite expresar sentimientos ¡®de debilidad¡¯, como la tristeza, sin tanto compromiso. Lo malo es que al generalizarse su uso para todo y para todos dejar¨¢n de tener significado. Se convertir¨¢n en un hasta luego. Y entonces decir te quiero con todas las letras volver¨¢ a ser importante¡±.
Juan G¨®mez Jurado, novelista, que los usa mucho, cree que ¡°constituyen una forma de levantar el ¨¢nimo de la gente, le da a la escritura de mensajes un toque humano m¨¢s particular, hace que la escritura no se limite a lo est¨¢tico... Claro que el exceso anula la efectividad; as¨ª que en el t¨¦rmino medio se hallar¨¢ siempre la virtud. Me hizo mucha gracia lo que hizo el otro d¨ªa el escritor Quim Monz¨®: puso un emoticono en un mensaje, dijo que era la primera vez que lo usaba en su vida y explic¨® que no se hab¨ªa sentido tan mal como hab¨ªa cre¨ªdo que se sentir¨ªa al usarlo. ?Hay que colocar las cosas en su punto!¡± ?Y cu¨¢l es el emoticono que usa con m¨¢s agrado Juan G¨®mez Jurado? ¡°El de la risa: XD¡±. ?Y qu¨¦ dice? ¡°?No lo ves? Entrecierra los ojos y emite una carcajada¡±. Ah. ¡°Es que pones eso y lo entiende hasta un chino: es un lenguaje universal¡±.
Inma Chac¨®n: ¡°Es un c¨®digo f¨¢cil que permite economizar palabras¡±
M¨®nica Carrillo, novelista a punto de publicar La luz de Candela, que tiene las relaciones por WhatsApp entre sus elementos narrativos, considera que lo que hay en este tipo de redes telef¨®nicas es ¡°un nuevo canal abierto de comunicaci¨®n¡± en el que una sola interjecci¨®n o una carcajada ya significan lo que estamos diciendo... ¡°Pero, claro, uno no est¨¢ carcaje¨¢ndose todo el rato como parece deducirse de los mensajes actuales; es tan solo una manera de enfatizar una reacci¨®n. Pero es cierto que la abundancia termina creando un lenguaje absurdo. En cuanto a emoticonos, uso los que resaltan el sentido del humor: los dientes apretados, los gui?os, los ojos abiertos de sorpresa. Con un solo emoticono desbaratas la frase anterior, si era excesiva o solemne. Y te permite aderezar la cr¨ªtica con humor. Ah, y cuidar que esa escritura no disminuya la importancia de la escritura de verdad¡±.
Inma Chac¨®n, novelista y poeta, usuaria habitual de estos lenguajes expresivos, lo entiende ¡°como un c¨®digo aparte, universal; f¨¢cil de entender y de utilizar; permite economizar el lenguaje. Podr¨ªamos expresar lo mismo con palabras, pero necesitar¨ªamos m¨¢s tiempo, y en algunos casos m¨¢s reflexi¨®n, para que no haya equ¨ªvocos con respecto al tono que queremos darle a la conversaci¨®n¡±.
Mara Torres, que dirigi¨® en la SER el programa Hablar por hablar, y adem¨¢s escribe novelas y presenta informativos (en La 2), tiene la palabra como sustento profesional y po¨¦tico, de modo que los emoticonos, claro, no le bastan. ¡°Los relaciono ¨²nicamente con la mensajer¨ªa instant¨¢nea y las relaciones de confianza. Completan lo que intentamos expresar y, si est¨¢n bien utilizados, pueden ser muy expresivos y graciosos. Tambi¨¦n pueden dar pie a interpretaciones err¨®neas, ?y a ver c¨®mo deshaces luego el entuerto! Alguien deber¨ªa plantearse ya lo del diccionario de emoticonos...¡±.
?Y por qu¨¦ ya no basta con la palabra, Mara Torres? ¡°Lo determinante es el medio en el que la emplees. No me imagino una novela llena de emoticonos, ni un poema. De modo que s¨ª basta con la palabra en m¨²ltiples formatos. Pero en el lenguaje hablado las palabras no est¨¢n solas sino que se combinan con la expresi¨®n, el tono, el movimiento de las manos, y las conversaciones con WhatsApp est¨¢n a medio camino entre el lenguaje hablado y el lenguaje escrito, de ah¨ª que se haya creado esta especie de lenguaje transg¨¦nico, que incorpora elementos de ambos¡±. A ella le gusta mucho el emoticono que solo tiene ojos y boca. Haciendo este reportaje aprend¨ª este (:) y con ¨¦l lo acabo.
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