¡°Dicen que soy el eslab¨®n perdido entre Bu?uel y Almod¨®var¡±
La galer¨ªa Jeu de Paume de Par¨ªs proyecta estos d¨ªas un ciclo con sus pel¨ªculas
A sus 66 a?os, Gonzalo Garc¨ªa Pelayo est¨¢ contento como un ni?o. Hace medio siglo que quiere ser cineasta, y tras 35 a?os de fingir que no lo era, finalmente se siente cineasta. ¡°Es casi un milagro. Yo vine a Par¨ªs en 1965 para ver cine. Me puse a lavar platos y so?aba con ser Godard, Bergman, Rossellini, Orson Welles, Truffaut, Antonioni y, sobre todo, bater¨ªa de Pink Floyd¡±, cuenta sonriendo. ¡°Pero volv¨ª a Espa?a, hice mis primeras pel¨ªculas y todo el mundo dijo que eran p¨¦simas. Jam¨¢s nadie habl¨® bien de nada m¨ªo. As¨ª que lo dej¨¦. ?Llevaba 30 a?os esperando esta entrevista! Ahora, los cr¨ªticos ven cosas que antes no ve¨ªan y alguno dice que soy el eslab¨®n perdido entre Bu?uel y Almod¨®var. No s¨¦ si es verdad, pero ?me apunto al casting!¡±.
Nacido en Madrid, pero andaluz de manual ¡ª¡°adoro la Espa?a de charanga y pandereta y el lirismo abrupto de Goya y Picasso, esa es la esencia del arte espa?ol¡±, dice¡ª, Pelayo atiende a EL PA?S en el peque?o caf¨¦ de la Galer¨ªa Nacional Jeu de Paume. Acaba de dar una entrevista a Le Monde y se le ve emocionado. El viejo museo del impresionismo le dedica durante tres semanas el ciclo VIV(R)E LA VIE! Symphonie underground. Le cin¨¦ma de Gonzalo Garc¨ªa Pelayo. Se estrenan sus seis pel¨ªculas, con un fin de semana dedicado al flamenco y otro a la obra de su mentor y maestro, Paulino Viota.
El martes, Pelayo asisti¨® al pase de Manuela, un drama rural, incestuoso, alegre y agitanado rodado en 1975 con Charo L¨®pez y Fernando Rey, lleno de humor y de canciones fabulosas (Lole y Manuel, Gualberto, Triana...), que en su d¨ªa tuvo 1,2 millones de espectadores pero fue machacado a conciencia por la cr¨ªtica.
El cine surrealista y veraz, enduendado y flamenco de Pelayo pudo ser el inicio de la movida sevillana. El grupo Triana se dio a conocer con Manuela, pero... ¡°Los gustos del pa¨ªs iban por otro lado. Los cantautores y el flamenco eran demasiado profundos; reinaban la frivolidad y la ligereza, y la movida madrile?a borr¨® todo lo dem¨¢s¡±.
Hoy, el cine de Pelayo se ve fresco y distinto. La poes¨ªa, la improvisaci¨®n, el erotismo, el pellizco y las m¨²sicas de los m¨¢rgenes forman un universo singular: ¡°En realidad soy un autor frustrado de pel¨ªculas?X¡±, bromea. ¡°Me gusta cuando los actores dicen bien el texto, pero me gusta m¨¢s cuando lo dicen mal. Soy un p¨¦simo director de actores. Me enamoran las personas que est¨¢n ante la c¨¢mara, no los personajes¡±.
El autor presenta en Par¨ªs su pel¨ªcula de culto Vivir en Sevilla (1978), adem¨¢s de Frente al mar (1978), Corridas de alegr¨ªa (1982), Roc¨ªo y Jos¨¦ (1983) y la magn¨ªfica Alegr¨ªas de C¨¢diz, rodada en 2013 y estrenada de tapadillo en Espa?a. Que Francia, donde empez¨® todo, lidere este inesperado reconocimiento tard¨ªo es quiz¨¢ la mejor reparaci¨®n a las fatigas que llevaron a Pelayo a presentarse como cualquier cosa menos cineasta: desde productor e inventor de la marca flamenco-rock sevillano y agente de artistas, a burlanga profesional y l¨ªder de la m¨ªtica banda familiar asaltacasinos The Pelayos. ¡°Han sido 35 a?os largos, pero la Transici¨®n est¨¢ agonizando y nos queda la imagen real de Espa?a: la osad¨ªa, la verdad, el fogonazo de genio. Goya, Picasso, Bu?uel y Almod¨®var¡±.
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