Hombres de la cultura y la academia contra la reforma del la ley del aborto
343 escritores, actores, pintores, cantantes y periodistas apoyan un manifiesto que exige la retirada del anteproyecto de Gallard¨®n
Apoyan a las mujeres que forman parte de sus vidas. Y quieren decirlo. Significarse ante el recorte de derechos y libertades que puede suponer la reforma de la ley del aborto. 343 escritores, cineastas, pintores, acad¨¦micos o cantantes se han sumado al manifiesto contra el anteproyecto de ley que impulsaron hace unos meses las mujeres del mundo de la cultura. Escritores como Eduardo Mendicutti, Fernando Mar¨ªas y Vicente Molina Foix; los actores Jos¨¦ Coronado, Alberto Ammann o Pepe Mart¨ªn; los directores de cine Jos¨¦ Luis Cuerda y Agust¨ªn D¨ªaz Yanes, y tambi¨¦n m¨²sicos como Luis Eduardo Aute firman el texto en el que reclaman al Gobierno que retire la reforma. Exigen que se mantenga la actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva (de 2010), que otorga a la mujer el derecho a decidir libremente sobre su maternidad. Con su compromiso desean reflejar que la lucha por esa libertad de elecci¨®n no es solo femenina. Y que ellas no est¨¢n solas.
¡°Esta ley es una amenaza clara contra la vida y la libertad de decisi¨®n de nuestras compa?eras de vida¡±, sostiene Fernando Mar¨ªas, uno de los m¨¢s activos en la difusi¨®n del texto ¡ªjunto con Ulloa, el autor y director Jos¨¦ S¨¢nchez Sinisterra, Antonio G¨®mez Rufo o los periodistas Fernando Olmeda e Isaac Rosa¡ª. ¡°Aqu¨ª no hay t¨¦rmino medio. Es estar con las mujeres o con la ley Gallard¨®n, con los reaccionarios que sue?an con la Edad Media y el oscurantismo¡±, apunta. La ley, que el Ministerio de Justicia ha llamado de Protecci¨®n de la Vida del Concebido y Derechos de la Mujer Embarazada, y que permitir¨¢ abortar solo en dos supuestos (violaci¨®n o riesgo para la salud de la mujer), le indigna. Por eso ha decidido dar la cara y firmar el manifiesto que redactaron las mujeres, en el que se niegan a aceptar una ¡°maternidad forzada¡±. ¡°Somos muchos los hombres, cada vez m¨¢s, que queremos significarnos en esto. No podemos permitir que quede flotando en el aire la idea de que el tema ata?e m¨¢s a las mujeres. Yo necesitaba decirlo¡±, a?ade el escritor (Todo el amor y casi toda la muerte o Cielo abajo).
As¨ª lo expresa el encabezado con el que los hombres quieren expresar p¨²blicamente su apoyo al manifiesto, que iniciaron a finales de enero Rosa Montero, Maribel Verd¨², Almudena Grandes, Elvira Lindo o ?ngeles Caso. El documento cuenta ya con m¨¢s de 1.500 adhesiones femeninas. ¡°Esta batalla por la libertad y la dignidad de las mujeres amenazada por el Gobierno nos interesa a todos como ciudadanos¡±, afirman los hombres, que siguen recabando firmas en manifiestoculturagallardon@gmail.com (aqu¨ª se pueden consultar los nombres de quienes por ahora han firmado)
El actor Trist¨¢n Ulloa cree que la nueva ley se ha redactado desde el integrismo. ¡°Este Gobierno parece que escriba las leyes con una mano mientras con la otra sostiene la Biblia¡±, dice. Asegura que, a pesar de que en otros muchos aspectos de la sociedad se est¨¢n dando pasos atr¨¢s, nunca imagin¨® que la ley ¡ªla m¨¢s restrictiva de la democracia¡ª iba a ser tan dura. ¡°Francamente no pens¨¦ que se llegar¨ªa a tanto, modificando una ley con la que se hab¨ªa dado un gran paso en lo que a libertades se refiere, y con la que aparentemente se hab¨ªa conseguido cierto equilibrio. Nuestros mayores ya lucharon por ello. Ahora nos toca volver a hacerlo¡±, incide el actor y director (Luc¨ªa y el sexo o Mensaka). ¡°Este Gobierno no soporta que la gente tenga capacidad de decisi¨®n, libertad de acci¨®n en absolutamente ning¨²n aspecto. La emancipaci¨®n del pueblo es algo que da p¨¢nico a determinados gobernantes¡±, a?ade.
Que sus rostros masculinos aparezcan reivindicando un derecho que ha pertenecido tradicionalmente al terreno femenino es un reflejo de la sociedad actual. En las ¨²ltimas movilizaciones contra la ley Gallard¨®n, en las que decenas de miles de personas marcharon en Madrid por el derecho al aborto, hab¨ªa muchos hombres. ¡°Las mujeres que forman parte de nuestras vidas merecen que se las quiera bien. Y eso empieza por respetarlas y no subestimar su capacidad de decisi¨®n ni tratarlas de manera paternalista y condescendiente¡±, dice Ulloa.
El escritor y periodista Fernando Olmeda es de la misma opini¨®n. ¡°La batalla por la igualdad y la dignidad de las mujeres nos involucra a todos como ciudadanos¡±, dice. ¡°Vivimos en una sociedad androc¨¦ntrica cimentada en la injusticia y la desigualdad que sufren las mujeres, pero que deteriora el proyecto com¨²n. Las mujeres deben decidir en lo que les afecta de manera directa, pero todos, hombres y mujeres, debemos implicarnos en la consecuci¨®n de la igualdad¡±, insiste. Olmeda recuerda que Espa?a, que deber¨ªa ser ejemplo para zonas del mundo donde las mujeres no existen como sujeto de derecho, se est¨¢ convirtiendo en lo contrario. Es m¨¢s, la nueva ley aleja al pa¨ªs de los modelos normativos de plazos, en vigor en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de Europa, en los que el aborto es un derecho.
¡°La ley es retr¨®grada desde el punto de vista moral, inaceptable desde el punto de vista m¨¦dico ¡ªcomo ya han puesto de manifiesto muchos profesionales¡ª y nada acorde a la realidad social y sanitaria de un pa¨ªs que ha destacado por sus avances sociales¡±, apunta el periodista por correo electr¨®nico.
El manifiesto, en su parte masculina, ha alcanzado una cifra simb¨®lica: 343. Como las 343 mujeres que en 1971 firmaron la declaraci¨®n redactada por Simone de Beauvoir en la que afirmaban haber abortado voluntariamente. Una confesi¨®n con la que se expon¨ªan a procedimientos penales ¡ªen aquel entonces Francia prohib¨ªa la interrupci¨®n del embarazo¡ª y que ten¨ªa como objetivo alzar la voz por el derecho al aborto. ¡°Aquello fue m¨¢s valiente y arriesgado. Nosotros lo hemos hecho de manera humilde¡±, sonr¨ªe Mar¨ªas, a quien le gusta la coincidencia. ¡°Me parece muy novel¨ªstico. Casi como una especie de microrrelato de Borges¡±, dice.
El manifiesto:
1.500 mujeres relacionadas con la creaci¨®n cultural, la investigaci¨®n y la comunicaci¨®n en Espa?a han firmado y hecho p¨²blico un manifiesto pidiendo la retirada del anteproyecto de ley de aborto presentado por el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallard¨®n. Esta batalla por la libertad y la dignidad de las mujeres amenazada por el gobierno nos interesa a todos como ciudadanos. Por esta raz¨®n nosotros, hombres relacionados tambi¨¦n con los ¨¢mbitos del arte, la cultura, la investigaci¨®n y la comunicaci¨®n queremos expresar p¨²blicamente el apoyo a ese manifiesto, cuyo texto es este:Las abajo firmantes, profesionales del mundo acad¨¦mico, de la cultura y las artes, y ante la amenaza que para nuestra dignidad supondr¨ªa la aprobaci¨®n por las Cortes del Anteproyecto de ley del aborto presentada por el ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallard¨®n, queremos declarar lo siguiente:Como mujeres libres, ciudadanas de pleno derecho en un pa¨ªs democr¨¢tico y aconfesional que program¨¢ticamente se rige por principios constitucionales y no ideol¨®gicos, exigimos al gobierno de la naci¨®n que retire el Anteproyecto de ley del aborto presentado por el ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallard¨®n, por considerar que lesiona gravemente nuestra soberan¨ªa sobre nuestro cuerpo, nuestra capacidad de elegir libremente las decisiones que afectan a la maternidad y nuestra autonom¨ªa moral, base de la dignidad y de la libertad personales a las que tiene derecho el ser humano en un estado de derecho.Invocamos la libertad de conciencia como ¨²nico rector de nuestras decisiones. Como mujeres libres, nos negamos a aceptar una maternidad forzada, y a la intervenci¨®n de cualquier profesional o instancia de poder en nuestra decisi¨®n de ser o no madres, intervenci¨®n que subordina nuestra posici¨®n como sujetos aut¨®nomos al criterio de otros, convirti¨¦ndonos en menores de edad, y da?ando as¨ª nuestra independencia.Ninguna mayor¨ªa pol¨ªtica nacida de las urnas, por muy absoluta que sea, ninguna creencia religiosa, est¨¢ legitimada para convertir los derechos de los ciudadanos y ciudadanas en delitos, imponi¨¦ndonos principios ideol¨®gicos particulares mediante la aplicaci¨®n de una sanci¨®n penal.Por todo ello, exigimos que la salud sexual y reproductiva vuelva a regirse por la actual ley de plazos, que respeta los derechos de las mujeres a los que aqu¨ª aludimos y que ha demostrado su eficacia, y generado consenso entre los ciudadanos, desde que se promulg¨® hasta hoy.
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