¡°El ¨¦xito debe incluir creatividad, honradez y ¨¦tica¡±
El profesor de Lengua ?ngel Santamar¨ªa ha asesorado a dos ministros de Educaci¨®n socialistas
Al profesor de Lengua y Literatura ?ngel Santamar¨ªa (Madrid, 1962) no le gustan los tertulianos que hablan de educaci¨®n sin saber. Tampoco le gusta el informe PISA que eval¨²a a los alumnos, pero vayamos por partes. Para los primeros, Santamar¨ªa ¡ªque adem¨¢s de ense?ar castellano en las aulas desde 1985, ha formado parte de dos gabinetes ministeriales¡ª acaba de publicar Heducaci¨®n se escribe sin hache, una radiograf¨ªa de la educaci¨®n en Espa?a, en la que adem¨¢s defiende cosas como que Finlandia no es tanto un ejemplo a seguir. ¡°No puedo aceptar que un pa¨ªs con un ¨ªndice de suicidio juvenil m¨¢s alto que la media ofrezca un modelo educativo que se desee imitar¡±, suelta.
El profesor pide un caf¨¦ con leche largo de caf¨¦ ¡ª¡°que no est¨¦ aguado¡±, le precisa a la camarera¡ª y desarrolla su teor¨ªa. ¡°No es que quiera correlacionar los ¨ªndices de suicidio con los resultados acad¨¦micos, eso ser¨ªa una sandez, lo que me pregunto es qu¨¦ sentido tiene que los chicos de 15 a?os tengan unos resultados excelentes si luego ocurre eso. Lo que digo es que hay que tener en cuenta todo¡±, argumenta. Espa?a, explica, ocupa junto a Grecia, Italia y Portugal las posiciones de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) con menor ¨ªndice de suicidio adolescente.
El ventoso d¨ªa madrile?o bate el toldo de la cafeter¨ªa y el docente apunta otra de sus ideas dirigida a tertulianos: que para juzgar la educaci¨®n espa?ola no hay que olvidar de d¨®nde venimos. ¡°Finlandia erradic¨® el analfabetismo a finales del siglo XVIII, y en los a?os setenta Espa?a ten¨ªa a¨²n dos millones y medio de analfabetos¡±. No solo eso. ¡°En los setenta, nuestro gasto p¨²blico en educaci¨®n era del 1,8% del PIB, y en Finlandia ya era del 5,5%¡±.
Basta una an¨¦cdota que recuerda en el libro. La palabra alfabetizaci¨®n no entr¨® en el diccionario de la Real Academia Espa?ola con la definici¨®n de ense?ar a leer y a escribir hasta 1970. Los n¨®rdicos ya sab¨ªan hac¨ªa tiempo lo que significaba.
El docente, que quiso ser maestro ¡°porque cre¨ªa que la educaci¨®n pod¨ªa cambiar el mundo¡±, se atreve tambi¨¦n con el temido informe PISA. El estudio de la OCDE que eval¨²a las destrezas de los estudiantes de 15 a?os [y donde Espa?a no sale bien parada], no debe de tomarse como las tablas de la ley. Solo es ¡°una foto fija¡±. ¡°Si ?lvaro [el fot¨®grafo que le ha retratado para esta entrevista] me coge esta ma?ana con pijama, lega?as y una gripe... Pues voy a salir mal¡±, asegura. Hace falta un seguimiento del proceso. Y un objetivo diferente. ¡°La educaci¨®n no se mide con una nota, no es el resultado de un examen por muchas variables que se incluyan. Este ¨¦xito escolar que se ha definido no se corresponde con el desarrollo integral de la persona, y la realidad confirma que tampoco da de comer al titulado¡±, sostiene. ¡°La definici¨®n de ¨¦xito debe incluir la creatividad, el comportamiento ¨¦tico, la honradez, la solidaridad...¡±. ?lvaro, por cierto, no le ha podido retratar mal, porque ha venido impecable.
Durante su etapa en los gabinetes ministeriales de Mercedes Cabrera y ?ngel Gabilondo, ambos socialistas, lo vio todo desde el otro lado de la barrera. En el equipo del ¨²ltimo no pudo lograr el consenso que ahora tampoco hay sobre la educaci¨®n. Lo recuerda con ¡°frustraci¨®n¡±, porque estuvo cerca: ¡°Tuvimos la miel en los labios¡±, afirma.
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