Egipto hace gui?os al carb¨®n
El Gobierno y algunos grupos empresariales quieren volver a este combustible, ahora prohibido, ante la escasez de otras fuentes de energ¨ªa
El pr¨®ximo verano se augura en Egipto especialmente bochornoso. A las habituales inclemencias de un clima des¨¦rtico, habr¨¢ que a?adir largos apagones de electricidad, y por consiguiente, de aire acondicionado. Por primera vez, los apagones ya han hecho su aparici¨®n en pleno invierno, cuando la demanda de energ¨ªa se encuentra en su punto m¨¢s bajo. Para remediar la escasez de fuentes de energ¨ªa, algunos grupos empresariales y buena parte del Gobierno apuestan por utilizar el carb¨®n como combustible, hasta ahora prohibido en Egipto por sus graves consecuencias ambientales.
Desde hace varios meses, las compa?¨ªas de cemento, uno de los principales sectores industriales de Egipto, libran una batalla con el Ministerio de Medio Ambiente para obtener el permiso de usar el carb¨®n en sus f¨¢bricas. El pasado lunes consiguieron una victoria importante. Tras una reuni¨®n entre varios ministros y un grupo de representantes de los empresarios, el ministro de Industria y Comercio, Munir Abdel Nur, anunci¨® un principio de acuerdo para que las empresas de cemento puedan recurrir al carb¨®n, pero a cambio ¡°deber¨¢n cumplir estrictas regulaciones ambientales¡±.
Seg¨²n el Gobierno egipcio, si estas industrias, consumidoras de un alto volumen de energ¨ªa, se pasaran al carb¨®n, el pa¨ªs se ahorrar¨ªa cada d¨ªa 450 millones de litros c¨²bicos de gas natural que se podr¨ªan emplear en generar electricidad para los hogares egipcios. La escasez de energ¨ªa es un problema cr¨®nico que continuar¨¢ agrav¨¢ndose si no se empiezan a realizar las inversiones necesarias: actualmente ya hay un desfase entre oferta y demanda de alrededor del 10%, y cada a?o, la demanda de electricidad aumenta un 7% de media. En Egipto, un 75% de la energ¨ªa producida proviene de la combusti¨®n de gas natural, un 15% del petr¨®leo, un 8% de su capacidad hidroel¨¦ctrica, y un 1,2% de las energ¨ªas e¨®lica y solar.
El pa¨ªs se ahorrar¨ªa cada d¨ªa 450 millones de litros c¨²bicos de gas
A pesar del anuncio de Abdel Nur, la ministra de Medio Ambiente, Lelia Iskandar, no ha dado todav¨ªa su brazo a torcer. Antes de la autorizaci¨®n final, su ministerio debe preparar un informe de impacto. ¡°El objetivo del estudio es analizar qu¨¦ medidas habr¨ªa que aplicar si Egipto decidiera importar carb¨®n. Estas medidas costar¨ªan dinero, y quien quiera importarlo, debe tener en cuenta estos costes¡±, asegur¨® la ministra en un comunicado.
La industria del cemento argumenta que el carb¨®n es la fuente de energ¨ªa alternativa a las usadas actualmente m¨¢s barata, y cuya infraestructura puede ser construida de manera m¨¢s r¨¢pida. Sus representantes sostiene que los cortes en el suministro de gas les han obligado a reducir un 20% su producci¨®n durante los ¨²ltimos meses, provocando un aumento sensible de los precios de sus productos finales. Adem¨¢s de una infraestructura a?eja e insuficiente en el sector el¨¦ctrico, el hecho de que Egipto tenga una deuda de centenares de millones de d¨®lares con las compa?¨ªas de combustibles dificulta su provisi¨®n.
¡°Alguna de estas poderosas empresas ya ha importado la tecnolog¨ªa necesaria para abastecerse con carb¨®n. Es la pol¨ªtica de hechos consumados. Me temo que ser¨¢ dif¨ªcil que no se salgan con la suya¡±, sostiene Habiba Ramadan, investigadora del Centro Egipcio para los Derechos Econ¨®micos y Sociales, una de las ONG m¨¢s activas en el movimiento de oposici¨®n al carb¨®n.
La combusti¨®n de carb¨®n est¨¢ considerada una de las fuentes de energ¨ªa m¨¢s contaminantes. Se estima que una planta de producci¨®n de electricidad de tama?o medio emite a la atm¨®sfera cada a?o al menos 3,5 millones de toneladas de CO2, uno de los principales responsables del cambio clim¨¢tico. Adem¨¢s, y aunque en menor cantidad, libera otros gases como el di¨®xido de sulfuro y ¨®xido de nitr¨®geno, responsables de numerosas enfermedades respiratorias. A causa del intenso tr¨¢fico, la poluci¨®n del aire es uno de los m¨¢s serios problemas de salud en las grandes ciudades de Egipto, y sobre todo en su capital, El Cairo. La instalaci¨®n de plantas de carb¨®n en sus aleda?os lo agravar¨ªa de forma notable.
¡°Hay alternativas al carb¨®n. Por ejemplo, la combusti¨®n de deshechos, utilizada como fuente de energ¨ªa para las f¨¢bricas de cementos de otros pa¨ªses. Lo ¨²nico que pedimos es que se estudie. Pero no hay inter¨¦s¡±, apunta Ramadan, que sospecha que hay intereses ocultos en el af¨¢n de algunos empresarios por importar carb¨®n. Las promesas del ministro Abdel Nur de aplicar estrictos controles a las compa?¨ªas de usen el carb¨®n no le generan ninguna confianza. ¡°En este pa¨ªs, el Estado no tiene la voluntad pol¨ªtica de aplicar sus regulaciones ambientales actuales en ning¨²n sector. ?Por que deber¨ªa ser diferente con el carb¨®n¡±, remacha.
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