¡°La primera industria del pa¨ªs es el idioma¡±

Quien piense que la palabra ingenier¨ªa est¨¢ exenta de ardor o pasi¨®n, debe escuchar c¨®mo se fragu¨® el Diccionario Espa?ol de Ingenier¨ªa (DEI), sobre el que su director, Antonio Colino (Madrid, 1946), tiene mucho que contar. Tanto que tomar¨¢ y dejar¨¢ el caf¨¦ varias veces hasta que se quede fr¨ªo. Este ingeniero de Caminos recuerda que, en una de las discusiones entre los expertos de esta obra, se debat¨ªa c¨®mo acotar las ¨¢reas de estudio para no volverse locos y acabar llegando al paleol¨ªtico. Hasta que uno de los ingenieros espet¨®: "Si no hay musgo, no hay vida, as¨ª que dejad de hablar de telecos y sat¨¦lites, empecemos por los t¨¦rminos forestales". A lo que Colino apostilla: "?Y si nos hubi¨¦ramos puesto a hablar del tama?o de los huevos? Porque ah¨ª entran los agr¨®nomos".

Este diccionario, con 50.000 voces, resultado de 10 a?os de trabajo y discusiones de m¨¢s de un centenar de expertos, estar¨¢ disponible desde el 7 de abril en la web de la Real Academia de Ingenier¨ªa. Para Colino, que ya fue coautor en 2004 de un Diccionario espa?ol de la energ¨ªa, se trata de "un peque?o paso para intentar sobrepasar al ingl¨¦s como idioma de comunicaci¨®n comercial y t¨¦cnica". Hijo de un acad¨¦mico de la Lengua, empez¨® a ver la necesidad de un diccionario de ingenier¨ªa cuando en las reuniones de organismos donde el espa?ol es uno de los idiomas oficiales, los int¨¦rpretes le dec¨ªan que no sab¨ªan traducir muchas palabras del ingl¨¦s. As¨ª que comenz¨® a buscar a "los espa?oles cracks" en cada una de las ramas. Despu¨¦s, un equipo de lexic¨®grafos rastre¨® entre 112 millones de palabras en publicaciones t¨¦cnicas los t¨¦rminos que m¨¢s aparec¨ªan y que, por tanto, deb¨ªan estar en la obra. "Consultamos 1.560 diccionarios y glosarios para ver las definiciones existentes y preguntamos a los ingenieros si les serv¨ªan o no", detalla.

Formado en Estados Unidos, incide en que "la primera industria de Espa?a es el idioma", pero que "hasta ahora no se ha cuidado mucho¡±. "No hay que dejarlo solo en manos del Ministerio de Cultura, deber¨ªa estar en m¨¢s ministerios, como el de Industria, porque la lengua es nuestra principal proyecci¨®n de estrategia comercial".

Puede que EE?UU termine defendiendo nuestra lengua

Colino, que no repara en el plato con pastas y bollos con muy buena pinta, rememora que alg¨²n experto se le present¨® con una definici¨®n que ocupaba una p¨¢gina. "Les dec¨ªamos: ¡®Es un diccionario, no una enciclopedia, as¨ª que d¨¦jalo en dos l¨ªneas". La herramienta inform¨¢tica resultante permite hacer b¨²squedas por palabras, por campos de conocimiento (hay 32 divididos en nueve ¨¢reas). Adem¨¢s, casi todos los t¨¦rminos incorporan su traducci¨®n al ingl¨¦s.

Asesor de la ONU y de la Comisi¨®n Europea en temas energ¨¦ticos, avanza que "habr¨¢ una versi¨®n impresa, protocolaria, para academias, embajadas, instituciones...". Esa edici¨®n recoger¨¢ tambi¨¦n las novedades que pueden sugerirse desde la web del DEI, una obra que actualizar¨¢ peri¨®dicamente un comit¨¦. Antes de probar por fin las pastas, Colino advierte: "Los espa?oles no somos ni el 9% de los que hablamos este idioma. El primer pa¨ªs de habla hispana es M¨¦xico y el segundo, EE UU. Ojo, que en el futuro puede que los estadounidenses sean los encargados de defender el espa?ol".