?Mejor acceso para quien m¨¢s paga?

Brasil es uno de los primeros pa¨ªses en garantizar la neutralidad de Internet por ley, un tema fundamental para los ciudadanos y en el que pronto se va a ver obligado a intervenir el Tribunal Supremo de Estados Unidos para dictar sentencia en su pa¨ªs.

Holanda, Chile, Eslovenia, Francia, B¨¦lgica y otros pa¨ªses han legislado ya en ese sentido o est¨¢n en tr¨¢mites de hacerlo. Tambi¨¦n la Uni¨®n Europea se inclina en ese sentido. La neutralidad de la Red significa que el operador no va a poder discriminar los contenidos o los servicios en funci¨®n de qui¨¦n paga m¨¢s o de sus intereses. No les va a dar a unos un carril bici y a otros un carril bus.

Los operadores, principalmente las empresas de cable, est¨¢n absolutamente en contra de que no se les deje administrar sus instalaciones. De hecho, la operadora Verizon denunci¨® al organismo norteamericano que regula las comunicaciones (FCC) por obligar a esa neutralidad, y gan¨®. Ahora el Supremo deber¨¢ dictar sentencia.

?No ser¨ªa leg¨ªtimo que el env¨ªo de una radiograf¨ªa tuviera prioridad sobre una pel¨ªcula porno?

Al margen de la posici¨®n de los Gobiernos, la neutralidad tiene sus detractores (operadoras telef¨®nicas, principalmente) y sus defensores, no menos ac¨¦rrimos (Google, Amazon, Facebook...). Estos necesitan unas redes iguales para todos. As¨ª, ellos, emblema del gratis total, podr¨¢n disfrutar de la misma autopista que servicios de pago como el videoclub Netflix. Si se da preferencia a unos sobre otros, los servicios gratuitos podr¨ªan ser relegados.

Pero la capacidad del tr¨¢fico es limitada, se puede saturar, y en esos momentos ¡ªse defienden las operadoras¡ª ?no ser¨ªa leg¨ªtimo que el env¨ªo de una radiograf¨ªa m¨¦dica tuviera prioridad sobre la descarga de una pel¨ªcula porno? El ejemplo, con ser extremo, no deja de plantear una realidad. ?Y la voz no deber¨ªa tener la prioridad sobre la imagen? Otra cuesti¨®n.

Cierto es que la eliminaci¨®n de la neutralidad de la Red dar¨ªa permiso a las operadoras a discriminar a unos contenidos sobre otros o a un servicio sobre otros. Por ejemplo, si el servicio de correo Yahoo! pagara a las operadoras y el Outlook no (o al rev¨¦s), la operadora podr¨ªa tener la tentaci¨®n de primar el servicio de aquel que le pagara. Lo mismo para los servicios de descargas de pel¨ªculas.

La no neutralidad abre tambi¨¦n la puerta a la posible censura y al libre mercado, con mejor servicio para quien m¨¢s paga, tambi¨¦n se monitorizar¨ªan todos los contenidos del consumidor y se abrir¨ªa una guerra de tarifas en los servicios.

Entre estas dos enconadas posturas ¡ªlas operadoras en contra de la neutralidad y los grandes de Internet a favor¡ª, entre la telecocracia y la technocracia, se encuentran numerosos cient¨ªficos y t¨¦cnicos que ven las ventajas y los inconvenientes de ambos planteamientos, sus matices m¨¢s all¨¢ del blanco y negro.

Pero tambi¨¦n es verdad que las operadoras del mundo est¨¢n hartas de poner la cama gratis. Ellas son las malas de la pel¨ªcula, las que tienen que abrir zanjas en las calles para extender sus cables, las que cobran al abonado, las que tienen aver¨ªas en sus l¨ªneas, mientras que los Facebook, Yahoo!, Twitter o Google del mundo gozan del respaldo y fervor popular pues dan unos servicios b¨¢sicos, fundamentales y, adem¨¢s, gratis.