N¨²ria logra al fin su ¨²ltimo deseo
Una mujer con c¨¢ncer terminal logra, finalmente, ver a la hija de su expareja
A N¨²ria Pijoan, de 48 a?os, le quedan unos d¨ªas de vida a causa del c¨¢ncer terminal que padece, pero ayer pudo ver cumplido su sue?o antes de morir. Despu¨¦s de casi dos a?os de pleitear en los tribunales, logr¨® finalmente reunirse durante una hora con la hija de su expareja, nacida de un vientre de alquiler, a la que hab¨ªa cuidado desde que naci¨® y de la que fue apartada al romperse la relaci¨®n sentimental con el padre.
La peque?a tiene ahora cuatro a?os y hac¨ªa 22 meses que no ve¨ªa a N¨²ria. Eso, unido al deterioro f¨ªsico que sufre la mujer, le hac¨ªa temer un rechazo de la peque?a y por eso se esmer¨® en facilitar el reencuentro, al que acudi¨® con los juguetes que hab¨ªa tenido la ni?a y las fotograf¨ªas de la ¨¦poca.
¡°Mira, la mama¡±, espet¨® la peque?a cuando le ense?aron aquellas im¨¢genes en el punto de encuentro de la Generalitat en Girona. La habilidad de la trabajadora social en el trato con la menor facilit¨® las cosas. Fue un encuentro emotivo en el que la ni?a se mostr¨® muy cari?osa con N¨²ria, a la que abraz¨® y bes¨®, explica Xavier, el amigo que la ha apoyado en este tortuoso camino judicial. Mientras dur¨® la visita y pese a la dificultad para articular palabra, la mujer pudo contener la emoci¨®n.
La justicia reconoci¨® a N¨²ria en marzo de 2013 su derecho a visitar a la peque?a una hora cada dos semanas, pero el padre biol¨®gico ha venido incumpliendo desde entonces el requerimiento del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 15 de Barcelona. Por ese motivo, y a la vista del agravamiento de su estado de salud, la mujer solicit¨® a la juez que obligase al padre a hacer posible el encuentro.
El pasado lunes el juzgado acord¨® el encuentro, ¡°con car¨¢cter excepcional y vistas las circunstancias de salud¡± de la mujer, que hab¨ªa presentado un certificado m¨¦dico demoledor sobre el deterioro que padece. ¡°La paciente se encuentra en situaci¨®n de descenso final de su proceso de la enfermedad y requiere estar en la cama pr¨¢cticamente la totalidad del d¨ªa dada su gran debilidad¡±, dice el informe m¨¦dico.
¡°Por este motivo, la paciente presenta muchas dificultades para poder salir de su domicilio¡±, a?ade la doctora que la reconoci¨®. De ah¨ª que la mujer solicitase a la juez que el encuentro con la ni?a se celebrase en su casa, pero se lo deneg¨®. N¨²ria fue conducida en ambulancia desde su domicilio de Barcelona hasta Girona para poder asistir al encuentro y, despu¨¦s de que finalizase, regres¨® de nuevo a su vivienda.
La ni?a naci¨® en abril de 2010 en Estados Unidos en un vientre de alquiler con semen del padre. N¨²ria le acompa?¨® en todo ese proceso, estuvo en el parto y cuid¨® de la peque?a durante dos a?os. Por eso la juez dictamin¨® en su d¨ªa que exist¨ªa un ¡°v¨ªnculo afectivo¡± entre la menor y la mujer y le reconoci¨® el r¨¦gimen de visitas, por tener ¡°unas capacidades maternales ajustadas a las necesidades y a la peculiar situaci¨®n familiar¡±. El hombre, por el contrario, siempre se ha opuesto, al considerar que N¨²ria era una persona ajena a la ni?a.
La mujer padece desde 2005 un c¨¢ncer de mama del que ha tenido varias reca¨ªdas, sin que respondiera a los diferentes tratamientos. Ahora sufre una ¡°diseminaci¨®n multiorg¨¢nica, siendo solo tributaria a tratamiento paliativo¡± y desde el mes de marzo apenas sale de su domicilio, donde se le realiza el seguimiento m¨¦dico. ¡°La vida de N¨²ria se acaba, pero ayer cumpli¨® su sue?o. La pr¨®xima visita est¨¢ prevista para el pr¨®ximo d¨ªa 17, pero igual ya es demasiado tarde¡±, explica Xavier, su amigo del alma.
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