El colesterol bueno reduce la expansi¨®n de las c¨¦lulas del c¨¢ncer
Un trabajo con cultivos celulares dirigido desde Barcelona abre nuevas v¨ªas contra la met¨¢stasis
El colesterol malo es un factor de riesgo bien conocido para el infarto y otras enfermedades vasculares. Pero un equipo internacional dirigido por Carlos Enrich, de la Universidad de Barcelona, le apunta ahora tambi¨¦n como un probable responsable de las met¨¢stasis, las r¨¦plicas de un tumor en otros ¨®rganos que suelen matar a los pacientes de c¨¢ncer. En modelos celulares del c¨¢ncer humano, los cient¨ªficos demuestran que el colesterol malo (LDL, o lipoprote¨ªnas de baja densidad) estimula a las c¨¦lulas cancerosas a moverse y diseminarse. A la inversa, el colesterol bueno (HDL, o lipoprote¨ªnas de alta densidad) se opone a esos mismos mecanismos moleculares. El trabajo indica una nueva estrategia contra la met¨¢stasis, el verdadero verdugo de las personas con c¨¢ncer.
¡°La met¨¢stasis es uno de los grandes asuntos que hacen el c¨¢ncer tan dif¨ªcil de tratar¡±, dice Enrich, ¡°y los investigadores reconocen desde hace tiempo que un mejor entendimiento de la diseminaci¨®n del c¨¢ncer puede darnos la oportunidad de mejorar el tratamiento del c¨¢ncer¡±. Enrich ha dirigido un equipo del departamento de Biolog¨ªa Celular de la Universidad de Barcelona y otros institutos de la misma ciudad, junto a las universidades de Sidney, Brisbane y Nueva Gales del Sur en Australia, Atenas y Hamburgo. Los 22 investigadores publican el trabajo en Cell Reports.
El tipo de grasa determina la capacidad de unirse a nuevos tejidos"
Las c¨¦lulas del cuerpo humano se unen a sus vecinas mediante unas prote¨ªnas de su membrana llamadas integrinas. ¡°Funcionan como un velcro¡±, explica Enrich. Las diferentes configuraciones de ese velcro, sin embargo, tambi¨¦n est¨¢n implicadas en la diseminaci¨®n de las c¨¦lulas cancerosas desde su tumor original hasta otros tejidos vecinos, o a otros ¨®rganos lejanos a trav¨¦s de la sangre o el circuito linf¨¢tico (de ah¨ª el frecuente inter¨¦s de los m¨¦dicos por examinar los n¨®dulos linf¨¢ticos). Las integrinas tienen un papel esencial en la capacidad de esas c¨¦lulas viajeras para adherirse a los nuevos ¨®rganos e invadirlos.
Y es justo ah¨ª donde interviene el colesterol: en el tr¨¢fico intracelular que determina qu¨¦ integrinas y cu¨¢ntas se integran en la membrana de la c¨¦lula cancerosa. ¡°Lo que m¨¢s nos interes¨® es que el colesterol, una de las principales grasas de nuestro cuerpo, se revelaba como necesario para mantener las integrinas en la superficie de las c¨¦lulas cancerosas¡±, explica Enrich sobre la g¨¦nesis de su trabajo. ¡°Pero hasta ahora no se sab¨ªa de d¨®nde ven¨ªa ese colesterol, ni c¨®mo se le podr¨ªa manipular para ayudar en el tratamiento del c¨¢ncer¡±. Esto es lo que aclara la nueva investigaci¨®n.
El colesterol es insoluble en la sangre, como cualquier grasa es insoluble en agua. Para viajar por la sangre tiene que unirse a complejos de prote¨ªnas, formando lipoprote¨ªnas (grasas unidas a prote¨ªnas), que vienen en dos modelos: las de baja densidad (LDL) transportan el colesterol reci¨¦n sintetizado en el h¨ªgado hasta otros ¨®rganos; las de alta densidad (HDL) retiran el exceso de colesterol de esos ¨®rganos y lo devuelven al h¨ªgado. Idealmente, el h¨ªgado se entera as¨ª de que ya sobra colesterol y deja de sintetizarlo, o incluso empieza a degradarlo.
Los t¨¦rminos malo (LDL) y bueno (HDL) se acu?aron en el contexto de la enfermedad cardiovascular, porque las LDL son la fuente primordial de colesterol para los dep¨®sitos escler¨®ticos que van obturando las arterias. Las HDL no solo evitan servir colesterol a esos dep¨®sitos, sino que lo retiran de ellos en ciertas condiciones.
Pero ahora, curiosamente, los t¨¦rminos bueno y malo se pueden extender al ¨¢mbito completamente distinto de la met¨¢stasis tumoral. Tambi¨¦n ah¨ª, por lo que indica la investigaci¨®n de Enrich y su equipo, el colesterol malo (LDL) estimula la capacidad invasiva de las c¨¦lulas cancerosas, mientras que el bueno (HDL) la reduce. Parece ser que, en este asunto al menos, el que es bueno, lo es en cualquier parte.
Componente b¨¢sico de la membrana
¡°Nuestro trabajo est¨¢ a¨²n lejos de la aplicaci¨®n cl¨ªnica¡±, admite el director del estudio, Carlos Enrich, ¡°aunque hay m¨¦dicos interesados en el hospital; una idea bastante obvia ser¨ªan las terapias combinadas con estatinas (f¨¢rmacos anticolesterol), ya que estas mol¨¦culas est¨¢n comercializadas para bajar sobre todo el colesterol malo (LDL); pero de momento son solo ideas¡±. Y en el caso de pacientes que adem¨¢s del c¨¢ncer tengan un historial cardiovascular, habr¨ªa que personalizar con mucha finura los protocolos.
¡°Mucha gente se ha preocupado por el efecto de los niveles de colesterol fuera de la c¨¦lula¡±, a?ade Enrich, ¡°pero ha habido muy poca investigaci¨®n sobre lo que hace dentro de la c¨¦lula, que parece ser un control muy fino, muy sofisticado, del tr¨¢fico vesicular¡±. La c¨¦lula posee una red de extraordinaria complejidad que conecta su membrana externa ¡ªsu interfaz al entorno¡ª con las ves¨ªculas, o esferitas de membrana, que se desprenden hacia dentro cada milisegundo y transportan su carga hacia las redes de cisternas cercanas al n¨²cleo celular, como el aparato de Golgi y el ret¨ªculo endopl¨¢smico. Que el colesterol bueno, en el sentido cardiovascular, siga siendo bueno para frenar la invasividad de la c¨¦lula cancerosa, debe considerarse por ahora una casualidad.
En cualquier caso, el cient¨ªfico de Barcelona recuerda que el colesterol es un componente esencial de la membrana de las c¨¦lulas humanas, y que por tanto las c¨¦lulas cancerosas ¡ªque proliferan deprisa¡ª necesitan mucho colesterol para prosperar. La grasa m¨¢s amada y odiada por los cardiacos se ha abierto un camino en oncolog¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.