¡°Defiendo la privacidad. No me he pasado al enemigo¡±
El miembro espa?ol del comit¨¦ de Google augura que ser¨¢ dif¨ªcil aplicar el derecho al olvido
Google, el gigante estadounidense de Internet, ha nombrado a un comit¨¦ internacional para aplicar la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que reconoce el derecho de los ciudadanos a suprimir del buscador aquellos datos irrelevantes y sin inter¨¦s p¨²blico que les afecten. Jos¨¦ Luis Pi?ar, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo y vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo CEU, forma parte de este grupo de expertos en el que tambi¨¦n figuran el relator de la ONU para la protecci¨®n de datos, Frank La Rue; el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, y los profesores Luciano Floridi (Universidad de Oxford) y Peggy Valcke (Lovaina). A la espera de que comiencen sus trabajos ¡ªtarea por la que no cobrar¨¢n¡ª, Pi?ar afirma que la sentencia tiene ¡°muchas aristas¡± y es t¨¦cnicamente ¡°muy problem¨¢tica¡±. Pero por encima de todo, defiende la privacidad como un derecho fundamental. Cree que en su nombramiento ha pesado el hecho de que entre 2002 y 2007 dirigi¨® la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD), precisamente el detonante de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo. Desde ese cargo fund¨® la Red Iberoamericana de Protecci¨®n de Datos.
Pregunta. ?Qui¨¦n le propuso?
Respuesta. Imagino que ha influido el hecho de que haya sido director de la AEPD. En esa ¨¦poca tuve una relaci¨®n cercana con el responsable mundial de privacidad de Google. Nos reun¨ªamos muchas veces para marcar las l¨ªneas rojas. Eran los tiempos en los que empezaba Gmail y se discut¨ªa si Google escaneaba o no los correos electr¨®nicos para que apareciera publicidad personalizada. Vimos que no hab¨ªa intervenci¨®n humana sino una gesti¨®n mec¨¢nica y que no se conservaban los datos personales. Adem¨¢s, parece l¨®gico que haya un espa?ol porque la sentencia se refiere a un caso planteado por Espa?a.
Pregunta. ?Se ha pasado al otro lado?
Respuesta. Soy un firme defensor de la privacidad como derecho fundamental. Pero no podemos ser fundamentalistas. La protecci¨®n de datos tiene que convivir con la transparencia, con Internet y con la informaci¨®n. No me he pasado al enemigo; lo que vamos a hacer es evaluar c¨®mo se aplica desde un punto de vista t¨¦cnico y jur¨ªdico. La sentencia plantea muchos problemas.
P. ?Cu¨¢les son los m¨¢s complejos?
R. En protecci¨®n de datos existen tres sujetos: el titular del dato, el responsable del fichero y el encargado del tratamiento, que puede ser, por ejemplo, el que gestiona las n¨®minas de una empresa. Cuando lleg¨® el caso al Tribunal de la UE, el abogado general consider¨® que Google maneja datos, pero que eso no hace de Google responsable del tratamiento. No es m¨¢s que una correa de transmisi¨®n entre el editor de los datos y el usuario. De modo que no puede alterar la informaci¨®n.
P. Pero el tribunal no sigui¨® la argumentaci¨®n del abogado.
R. La sentencia da un paso muy importante. Lanza el mensaje de que por mucho que estemos hablando de una gran compa?¨ªa de EE UU, tiene que respetar la protecci¨®n de datos y la directiva europea.
P. Google siempre se ha escudado en que se rige por las normas de EE UU, ya que su sede est¨¢ en California, y que no le afectan las leyes de otros pa¨ªses.
R. Efectivamente, pero Google Inc tiene una filial en Espa?a, que es Google Spain, y la sentencia sostiene que dado que Google Spain lleva a cabo una actividad relacionada con el buscador ¡ªla gesti¨®n publicitaria¡ª, debe ajustarse a la directiva.
P. Eso significa que afecta a todos los usuarios de la UE.
R. S¨ª, pero no necesariamente a todos los buscadores. Si Bing o Yahoo tienen filiales en Espa?a o en otros pa¨ªses de la UE tendr¨¢n que cumplirla. Si no es as¨ª, habr¨ªa que verlo. Esta es una de las consecuencias que hay que analizar. Es una sentencia que tiene muchos recovecos.
P. ?C¨®mo queda Google?
R. Google es responsable del tratamiento y por eso se puede ejercer el derecho de cancelaci¨®n frente a Google. De modo que puede salir reforzada porque ahora, seg¨²n la sentencia, es la due?a de la informaci¨®n. Aunque no lo va a hacer porque ir¨ªa en contra de la fiabilidad, pero podr¨ªa decir: ¡®Jos¨¦ Luis Pi?ar no me cae bien y lo borro de Google¡¯. Ya no es una simple correa de transmisi¨®n, sino que decide. La cuesti¨®n es hasta qu¨¦ punto Google es responsable de la informaci¨®n y hasta qu¨¦ punto puede convertirse, ahora s¨ª, en una especie de censor. Habr¨ªa sido mucho m¨¢s preciso exigir que fuera el editor el que tomara medidas para no indexar la informaci¨®n.
P. ?C¨®mo se conjugar¨¢ el derecho a la privacidad y a la libertad de informaci¨®n?
R. La privacidad es un derecho fundamental que hay que equilibrar con otros derechos, como la libertad de expresi¨®n e informaci¨®n. Adem¨¢s, tiene que convivir con los buscadores sin poner puertas al campo. Google va a decidir si esas informaciones son o no de relevancia p¨²blica. Va a analizar caso a caso.
P. ?El comit¨¦ de expertos pondr¨¢ coto a la intenci¨®n de los usuarios de borrar sus datos negativos?
R. Existe el derecho de los internautas a saber. He le¨ªdo que entre las 40.000 solicitudes de cancelaci¨®n que se han presentado en los cuatro primeros d¨ªas hay bastantes de pederastas. El comit¨¦ ha de marcar pautas objetivas y claras.
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