El genoma repara la mala fama del eucalipto

Australiano de origen, r¨¢pido de crecimiento, feo de aspecto y explotado por la industria m¨¢s sospechosa ¨Cla farmac¨¦utica¡ª o por la m¨¢s contaminante ¨Cla del papel¡ª, el eucalipto parece un buen candidato a la especie biol¨®gica m¨¢s odiada del planeta. Entonces, ?por qu¨¦ leer su genoma? Primero, porque es dif¨ªcil ignorar al ¨¢rbol m¨¢s plantado del mundo. Segundo, porque es un generador evolutivo de novedades capaz de adaptarse a todo tipo de entornos. Y tercero, porque su vertiginoso crecimiento le convierte en una fuente renovable de papel, biocombustible y aceites esenciales con usos medicinales e industriales.

El genoma del eucalipto, revela una macroinvestigaci¨®n internacional, lleva el mayor n¨²mero conocido hasta ahora de duplicaciones en t¨¢ndem, o genes repetidos cabeza a cola, lo que explica su r¨¢pida producci¨®n de madera; y tambi¨¦n su gran capacidad de adaptaci¨®n, ya que duplicar y modificar un gen siempre es mucho m¨¢s r¨¢pido que inventarse uno desde cero. Los genes para los aceites esenciales tambi¨¦n han experimentado un brote de repetici¨®n y diversificaci¨®n en tiempos no muy lejanos. El genoma, en cierto modo, repara la p¨¦sima fama del odiado ¨¢rbol.

Produce aceites esenciales para la industria, la perfumer¨ªa y la parafarmacia

El eucalipto secuenciado es el m¨¢s com¨²n (Eucalyptus grandis). La comparaci¨®n de su genoma con el de otra variedad silvestre (Eucalyptus globulus) y varias cepas comerciales ha demostrado dos hechos importantes: que la selecci¨®n artificial de la agricultura se basa en la r¨¢pida din¨¢mica del genoma que ya pose¨ªa este ¨¢rbol, con particular ¨¦nfasis en la mencionada duplicaci¨®n de genes en t¨¢ndem; y que la depresi¨®n endog¨¢mica ¨Clo contrario del vigor h¨ªbrido¡ª se debe a fen¨®menos del ADN que tambi¨¦n son lo contrario de la variedad gen¨¦tica. La endogamia tambi¨¦n es perjudicial al nivel molecular, o m¨¢s bien debe su car¨¢cter perjudicial al nivel molecular: al de las secuencias de ADN (gatacca) similares pero no id¨¦nticas que aportan las duplicaciones de genes.

El genoma del eucalipto es obra de un consorcio internacional de 70 cient¨ªficos, coordinado por Jeremy Schmutz, jefe del programa de plantas del Instituto Gen¨®mico del Departamento de Energ¨ªa de Estados Unidos, con sede en Walnut Creek, California. Los genetistas sudafricanos, brasile?os y australianos se han implicado a fondo en el proyecto, como corresponde a las mayores superficies plantadas de eucaliptos del planeta.

Cubre 20 millones de hect¨¢reas, un marca imbatible fruto de su poderosa adaptaci¨®n

Presentan su trabajo en el art¨ªculo principal de Nature, con la intenci¨®n de ¡°expandir nuestro conocimiento de la singular biolog¨ªa de los grandes ¨¢rboles de hoja perenne, y proveer una poderosa herramienta para acelerar su biolog¨ªa comparativa, su cultivo y su biotecnolog¨ªa¡±. Los autores sostienen que el conocimiento profundo del fundamento molecular del crecimiento r¨¢pido y la adaptaci¨®n eficaz de los ¨¢rboles es la gran oportunidad que tiene abierta, en amplias zonas del mundo, una econom¨ªa basada en los biomateriales y la energ¨ªa sostenible.

Pese a su mala fama, las grandes ventajas del eucalipto se han traducido en su adaptaci¨®n para el cultivo forestal en m¨¢s de 100 pa¨ªses de los cinco continentes, donde cubre ahora mismo 20 millones de hect¨¢reas (una hect¨¢rea viene a ser un campo de f¨²tbol), una marca imbatible entre los ¨¢rboles. Sus defensores arguyen que su plantaci¨®n mitiga la presi¨®n humana sobre otras especies arb¨®reas m¨¢s delicadas.

Uno de los grandes valores de los eucaliptos es su producci¨®n de casi todos los aceites esenciales usados en la industria, la parafarmacia y la perfumer¨ªa. Estos productos forman una familia qu¨ªmica esencial para nuestra biolog¨ªa: los terpenos.

Los terpenos son muy variados y complejos, pero constituyen una familia qu¨ªmica homog¨¦nea porque todos se derivan de un ladrillo muy simple, el isopreno (C5H8), uno de los m¨®dulos de construcci¨®n m¨¢s comunes e importantes de la naturaleza. Las esenciales hormonas esteroides del cuerpo humano no son m¨¢s que derivados de los terpenos, como tambi¨¦n lo es la vitamina A. Deben su nombre a la palabra inglesa para el aguarr¨¢s o la trementina (turpentine), y dan su consistencia y olor a la resina de los pinos y dem¨¢s con¨ªferas.

Su fuerte olor ¨Cque no siempre es tan agradable como el de la resina¡ª les confiere su car¨¢cter de defensa biol¨®gica, pues repugna a los par¨¢sitos comunes de la planta en cuesti¨®n. Los par¨¢sitos evolucionan r¨¢pido para superar esa zancadilla, y de ah¨ª que tambi¨¦n lo haga la bioqu¨ªmica de los terpenos, generando nuevas configuraciones moleculares que vuelvan a espantar a sus evolucionados visitantes. Ley de vida. Y muy ¨²til para la agricultura en este caso.