La falsificaci¨®n del filete
Interpol y Europol destapan la globalizaci¨®n de las redes que distribuyen alimentos ilegales
Parec¨ªa una empresa totalmente legal. Tres socios que distribu¨ªan alimentos a restaurantes y centros escolares con una nave en Torre Pacheco (Murcia) donde almacenaban toda clase de art¨ªculos envasados: postres, encurtidos, zumos, jam¨®n york, anchoas, caf¨¦, gulas, arroz. Pero no solo guardaban all¨ª comida. Entre los pal¨¦s escond¨ªan m¨¢quinas para etiquetar, disolventes y pegatinas que utilizaban para manipular las fechas de caducidad de productos que acaparaban, con ayuda de compinches, cuando eran devueltos por no ser aptos para el consumo. Hasta 37.000 etiquetas con leyendas como ¡°Consumir preferentemente antes de...¡± y 14 pal¨¦s de comida falsificada encontraron los agentes de la Guardia Civil y los inspectores sanitarios que registraron el almac¨¦n. La trama fue desmantelada a finales de 2013 y los tres socios fueron detenidos y acusados de un delito contra la salud p¨²blica. No se conocieron casos de intoxicaci¨®n, pero pudo haber muchos dado que se trataba de una empresa mayorista con muchos clientes de hosteler¨ªa en la zona.
M¨¢s de 5.600 toneladas de alimentos ilegales o en mal estado y 680.000 litros de bebidas falsificadas fueron decomisados en intervenciones policiales simult¨¢neas a la de Torre Pacheco, desarrolladas en 31 pa¨ªses entre diciembre de 2013 y enero de 2014, bajo la coordinaci¨®n de Interpol y Europol. Se ejecutaba la tercera edici¨®n de la Operaci¨®n Opson, un ambicioso programa internacional que arranc¨® en 2011 para combatir un problema al que hasta entonces se hab¨ªa prestado poca atenci¨®n policial: el lucrativo negocio del fraude alimentario. ¡°A¨²n sabemos muy poco de los m¨¦todos que utilizan estos delincuentes. Antes de Opson no se hab¨ªa hecho ninguna investigaci¨®n internacional en serio y llevamos solo tres a?os trabajando de forma coordinada. Pero en este tiempo ya hemos aprendido algo: que el fraude alimentario es una tendencia criminal creciente y que est¨¢ atrayendo a muchas redes organizadas porque da muy buenos beneficios¡±, afirma Simone di Meo, miembro de la Unidad contra el Tr¨¢fico de Productos Il¨ªcitos de Interpol.
Tienen c¨®mplices en puertos, aduanas, empresas de transportes y puntos de distribuci¨®n"
Di Meo viaj¨® a Madrid el mes pasado para participar en las reuniones preparatorias de la cuarta edici¨®n de Opson, a las que asistieron representantes policiales de los 38 pa¨ªses que tienen previsto participar el pr¨®ximo invierno. Son m¨¢s del triple de los que se apuntaron en la primera, un reflejo de que el problema preocupa cada vez m¨¢s, sobre todo despu¨¦s de que el a?o pasado se destapara la gran estafa de la carne de caballo que se vend¨ªa camuflada como si fuera ternera. El esc¨¢ndalo afect¨® a toda Europa y, aunque no supuso un peligro para la salud, gener¨® gran desconfianza en los mecanismos de control de la cadena alimentaria, que no fueron capaces de detectar el fraude antes de que se extendiera tanto.
¡°Fraudes ha habido siempre, pero la globalizaci¨®n de los mercados ha hecho que las cadenas de comercializaci¨®n sean cada vez m¨¢s largas. Y cuanto m¨¢s largas, m¨¢s posibilidades hay de encontrar un agujero por donde colar una estafa¡±, explica Di Meo. ¡°Por eso es importante la coordinaci¨®n internacional. Muchos grupos tienen ramificaciones en varios pa¨ªses para mover mejor la mercanc¨ªa falsificada. Tienen c¨®mplices en puertos, aduanas, empresas de transporte y puntos de distribuci¨®n, y adem¨¢s se relacionan con grupos de blanqueo de dinero¡±. Buscan sobre todo canales de venta al margen de la gran industria para sortear sus controles (mercadillos, tiendas peque?as), pero a veces logran conectar con proveedores de marcas y supermercados populares.
En Italia ha aparecido incluso un nuevo concepto: la agromafia. En este pa¨ªs, la polic¨ªa ha desmantelado varias tramas de falsificaci¨®n de alimentos relacionadas con grupos mafiosos. Uno de sus grandes negocios es el aceite de oliva: compran barato en pa¨ªses como Espa?a, Marruecos o T¨²nez y lo revenden mucho m¨¢s caro con la etiqueta de calidad ¡°Made in Italy¡±.
En Espa?a, que participa en Opson desde la primera edici¨®n, la Guardia Civil ha intervenido en estos tres a?os cerca de un mill¨®n de toneladas de alimentos y medio mill¨®n de litros de bebidas. Algunos grupos, como el de Torre Pacheco, actuaban a peque?a escala, pero tambi¨¦n se desmantelaron redes con conexiones internacionales. En el municipio sevillano de Lantejuela, por ejemplo, ten¨ªa su base una sociedad regentada por dos ciudadanos espa?oles aliados con productores de ron barato de varios pa¨ªses de Sudam¨¦rica. El licor llegaba en contenedores de barcos, camuflado entre otras mercanc¨ªas legales o con documentaci¨®n falsificada, y se transportaba despu¨¦s hasta una nave de Lantejuela donde se le pon¨ªan etiquetas falsas de marcas conocidas. La bebida acababa en los vasos de los clientes de los locales de ocio de la zona a precio de marca. Los clientes sufr¨ªan las consecuencias al d¨ªa siguiente.
El volumen de incautaciones ha aumentado progresivamente en Espa?a desde la primera Operaci¨®n Opson. Mientras que en 2011 se requisaron 300 toneladas de alimentos ilegales, en 2013 se alcanzaron 500 toneladas de comida y 400.000 litros de bebidas. ¡°Eso no quiere decir que en estos tres a?os el fraude haya aumentado en esa proporci¨®n. Lo que ocurre es que hemos ido cogiendo experiencia y la coordinaci¨®n internacional va dando frutos. Y puede ocurrir incluso que en el futuro las cifras bajen gracias a esta creciente presi¨®n policial. Ese es realmente el objetivo final: reducir el delito¡±, aclara Blas Guillam¨®n, comandante de la Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil.
Se falsifica de todo. Desde art¨ªculos b¨¢sicos como leche, carnes, pescado, conservas o aceite hasta productos de lujo como el jam¨®n ib¨¦rico, el champ¨¢n o el caviar. Precisamente durante la ¨²ltima Operaci¨®n Opson espa?ola se clausur¨® en Alcobendas (Madrid) una empresa mayorista que distribu¨ªa a tiendas gourmet latas de caviar supuestamente iran¨ª, cuando en realidad proced¨ªa de piscifactor¨ªas de China. La investigaci¨®n descubri¨® adem¨¢s que los titulares de la empresa ten¨ªan acumulados m¨¢s de dos millones de dinero negro.
Los mayores beneficios se obtienen casi siempre, de hecho, con los alimentos de calidad, que son m¨¢s caros y dejan m¨¢rgenes m¨¢s elevados. Por eso son los m¨¢s golosos para los delincuentes y donde m¨¢s fraude se detecta. La asociaci¨®n Origen Espa?a, integrada por 42 consejos reguladores de denominaciones de origen espa?olas, public¨® hace unos meses un estudio que calculaba que el valor econ¨®mico de los productos que usurpan sus nombres en el mercado nacional supera los 90 millones de euros anuales. El jam¨®n ib¨¦rico, el aceite de oliva, el marisco, el queso, las bebidas alcoh¨®licas, el azafr¨¢n y los esp¨¢rragos son algunos de los productos m¨¢s falsificados.
En Italia ha surgido la 'agromafia', que hace negocio con el aceite
La crisis econ¨®mica, no obstante, est¨¢ extendiendo las falsificaciones en todas las categor¨ªas. ¡°Las empresas distribuidoras han obligado a sus proveedores a bajar de forma exagerada sus precios. Coyunturas como esta, que en principio parecen buenas para el consumidor porque puede comprar m¨¢s barato, no son en realidad tan buenas porque propician la picaresca. Esta puede ser otra de las razones, aparte de la globalizaci¨®n y la mayor presi¨®n policial, del aumento del fraude en los ¨²ltimos a?os¡±, advierte Jos¨¦ Mar¨ªa Ferrer, jefe del departamento legislativo de Ainia, uno de los m¨¢s importantes centros tecnol¨®gicos y de investigaci¨®n alimentaria en Espa?a.
Un producto en el punto de mira es el pescado. Varias investigaciones han dado la alarma en los ¨²ltimos a?os al demostrar altos niveles de fraude por intercambio de especies: es decir, vender una barata con la denominaci¨®n de otra m¨¢s cara. En Espa?a, un reciente estudio de investigadores de la Universidad CEU San Pablo de Madrid constat¨® que el 32,5% del bonito del norte que analizaron no era aut¨¦ntico, y otro del CSIC detect¨® un porcentaje de irregularidades entre el 6,5% y el 25% en at¨²n, bacalao y anchoa. En 2011, otro trabajo revel¨® que casi el 40% de la merluza vendida en Espa?a y Grecia ten¨ªa la procedencia trucada.
Jos¨¦ Mar¨ªa Ferrer ha detectado ¨²ltimamente m¨¢s inquietud en la industria. ¡°Nos encargan, por ejemplo, m¨¢s pruebas de ADN para comprobar la autenticidad de las materias primas. El fraude de la carne de caballo hizo much¨ªsimo da?o porque un esc¨¢ndalo de este tipo arruina la imagen del sector y genera una gran desconfianza en los consumidores. La prueba est¨¢ en que las ventas de carne cayeron en picado y tardaron mucho tiempo en recuperarse. El prestigio que una marca tarda a?os en labrarse se puede perder en segundos¡±, comenta.
Desde FIAB, principal agrupaci¨®n de la industria alimentaria espa?ola, aseguran que el sector siempre se ha mantenido vigilante frente al fraude y ¡°cuenta con herramientas como los sistemas de trazabilidad y autocontroles para combatirlo¡±. No obstante, es cierto que hay una mayor sensibilizaci¨®n en todos los frentes desde que estall¨® el esc¨¢ndalo de la carne de caballo. ¡°Hay un antes y un despu¨¦s de esa crisis en la atenci¨®n al fraude alimentario. La UE se ha dado cuenta de que los pa¨ªses no podemos actuar de forma aislada contra redes que tienen entramados internacionales y estamos trabajando intensamente para establecer nuevos mecanismos para combatirlas¡±, apunta Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura. El fruto m¨¢s importante de este trabajo en Bruselas ser¨¢ la pr¨®xima puesta en marcha de una red de intercambio de informaci¨®n sobre fraudes similar a la que existe para advertir de alertas de seguridad alimentaria. En Espa?a, seg¨²n Burgaz, est¨¢ previsto tambi¨¦n que las comunidades aut¨®nomas desarrollen un mecanismo parecido.
Y los ciudadanos, ?est¨¢n tambi¨¦n m¨¢s preocupados por lo que comen? Una encuesta publicada este mes por la asociaci¨®n de consumidores CEACCU afirma que el 93% de los entrevistados rechaza que las autoridades oculten la identidad de las empresas a las que sancionan, y una proporci¨®n similar se?ala que esto se debe a presiones de la industria. As¨ª ocurri¨® el a?o pasado, cuando el Gobierno se neg¨® a desvelar las marcas en las que se encontr¨® carne de caballo durante los an¨¢lisis que orden¨® la UE en el peor momento de la crisis (dio positivo el 4%), y ha vuelto a suceder esta semana al publicarse los resultados de los nuevos controles. La buena noticia es que el problema parece remitir: solo se ha detectado fraude en el 0,6% de los casos.
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