Desheredar, misi¨®n imposible
Notarios, abogados y juristas reclaman mayor flexibilidad a la hora de hacer testamento. El C¨®digo Civil, de 1889, no se ajusta a las familias actuales
¡°Los padres podr¨¢n desheredar a los hijos por maltrato psicol¨®gico¡±. A principios del mes de agosto el titular se repiti¨® en toda la prensa. El origen: una concisa sentencia del Tribunal Supremo que por primera vez consideraba que menospreciar y abandonar a su suerte a un padre es tan ¡°maltrato de obra¡± (una de las razones del C¨®digo Civil para desheredar) como una agresi¨®n f¨ªsica.
La historia es simple: un se?or malague?o deshereda a dos hijos que no quer¨ªan saber nada de ¨¦l y se lo deja todo a su hermana, quien le cuid¨®, ya enfermo, al final de su vida. Los hijos aparecen despu¨¦s de muerto el padre para reclamar lo suyo (por ley, dos tercios del caudal). La batalla legal entre t¨ªa y sobrinos se alarga nueve a?os y acaba con la ¨²ltima voluntad del se?or en los telediarios acompa?ada de melanc¨®licas im¨¢genes de residencias de ancianos.
¡°Lo que se hecho es simplemente aplicar la vara de medir que ya se usa en los casos de violencia de g¨¦nero, donde el abuso ps¨ªquico es el pan nuestro de cada d¨ªa... Era de sentido com¨²n¡±, afirma Teresa San Segundo, profesora de Derecho Civil en la UNED. ¡°La sentencia est¨¢ bien, pero es un parche...¡±, dice Juan Barrios, notario en Madrid, ¡°el C¨®digo Civil es anacr¨®nico e incongruente con la realidad social¡±.
La herencia no puede ser un regalo ca¨ªdo del cielo¡±, dice un catedr¨¢tico
Abogados y notarios cuentan con hartazgo lo dif¨ªcil que resulta explicar a sus clientes que desheredar no es tarea f¨¢cil. ¡°Ahora vemos m¨¢s ganas de hacerlo que antes¡±, explica Luis Zarraluqui, abogado de familia desde 1956, ¡°pero solemos desaconsejarlo, entre otras cosas porque las causas que exige el C¨®digo Civil son tremendas: para que una desheredaci¨®n triunfe el desheredado por poco se tiene que comer crudo al testador¡±. Por poco: seg¨²n los art¨ªculos 853 y 756 para poder desheredar a un hijo este tiene que negar ¡°sin motivo leg¨ªtimo¡± los alimentos al padre, maltratarle de obra, injuriarle gravemente, haber sido condenado por atentar contra su vida, acusarle calumniosamente de un delito grave, obligarle con violencia a cambiar el testamento... ¡°Sin llegar a estos extremos, vemos abusos terribles, que en la pr¨¢ctica no llegan a desheredaciones porque es demasiado complicado, y adem¨¢s, incluso si consigues desheredar al mal hijo, los nietos ocupar¨¢n su lugar¡±, dice Juan Barrios. ¡°La sentencia ha despertado el inter¨¦s de la opini¨®n p¨²blica, pero el tema de fondo es que el sistema espa?ol es injusto¡±, opina la notaria Ana Fern¨¢ndez-Tresguerres.
En la mayor¨ªa de Espa?a los hijos reciben por ley dos tercios del caudal
Los expertos aplauden la sentencia con un ¡°ya era hora¡±. Y van m¨¢s all¨¢; es necesario, dicen, flexibilizar la libertad para hacer testamento. Han cambiado las familias, la edad a la que se muere, la naturaleza de los patrimonios... Todo menos el C¨®digo Civil, de finales del XIX. Al fondo, flota una pregunta: ?Si podemos gastarnos lo nuestro como queramos en vida, por qu¨¦ no al morir? ?Por qu¨¦ tienen que heredar, necesariamente y tanto, los hijos, sean estos malos, buenos o regulares?
En la mayor¨ªa de Espa?a las herencias se rigen por el C¨®digo Civil de 1889. Este establece estrictas herencias ¡°leg¨ªtimas¡±, a las que tienen derecho ciertos familiares (¡°los herederos forzosos¡±, hijos, pero tambi¨¦n padres, nietos, hermanos...). A los descendientes les tocan dos tercios del caudal, un tercio se prorratea, y el otro se puede distribuir como uno quiera entre ellos. ¡°En el siglo XIX los hijos contribu¨ªan a la econom¨ªa familiar y la esperanza de vida era de 40 a?os... Hoy los hijos solo suponen gastos y la gente muere octogenaria, cuando su prole ya se vale por s¨ª misma¡±, dice Carmen Rodr¨ªguez, portavoz de la asociaci¨®n pro derechos civiles ADECES que recoge firmas para pedir al Ministerio de Justicia que se supriman las leg¨ªtimas, se impulse la plena libertad de testar, o al menos se incluya como causa para la desheredar la ¡°p¨¦rdida de afecto y comunicaci¨®n, sin expresi¨®n de culpabilidades¡±.
Para complicar m¨¢s la cuesti¨®n, en algunos lugares donde rige el derecho foral, como Navarra o la Tierra de Ayala (que incluye varios pueblos de ?lava), siempre ha habido libertad total para testar. Y en otros, como Catalu?a, se ha actualizado el c¨®digo para incluir entre las causas de desheredaci¨®n la falta de afecto o relaci¨®n (en l¨ªnea con Europa).
¡°Lo que no se puede es entender la herencia como un regalo ca¨ªdo del cielo¡±, dice el catedr¨¢tico de Derecho Civil Antoni Vaquer, que form¨® parte de la comisi¨®n que incluy¨® en 2008 la falta de trato en el c¨®digo catal¨¢n. ¡°Si la idea detr¨¢s de la herencia es la de solidaridad entre generaciones, ¨¦sta ha de ser en ambos sentidos, no solo del que se muere con el que hereda¡±. ¡°No es tanto una cuesti¨®n de justicia como de eficiencia econ¨®mica¡±, dice. ¡°Quien sabe c¨®mo distribuir mejor sus bienes es el due?o, ya que es quien conoce mejor a su familia¡±.
En Navarra y la Tierra de Ayala
M¨¢s all¨¢ del anciano abandonado en su vejez, cada cual tiene sus razones. Lo cuentan los notarios: matrimonio con dos hijos, uno rico y otro que lo necesita, o uno responsable y otro gandul, o tres hijos con los que hace 30 a?os que no habla una viuda que no podr¨¢ vender el piso en el que vive porque lo han heredado ellos. Magnates como Bill Gates o Warren Buffet ya han dicho que donar¨¢n sus fortunas para que sus hijos aprendan a buscarse la vida... Las familias recompuestas abren todo un abanico de posibilidades: ¡°Imaginemos un hombre de 75 a?os, con un hijo de 50 de un primer matrimonio que ya tiene la vida hecha y otro de 18 de un segundo matrimonio que est¨¢ estudiando... El de 50 recibe una ¡®leg¨ªtima souvenir¡¯; esa relaci¨®n es un recuerdo¡±, bromea, a medias, Fern¨¢ndez-Tresguerres.
Para dar un rodeo a la ley hay trucos como jugar con el margen legal para favorecer a unos hijos sobre otros, o directamente ¡°vaciar¡± la herencia en vida. Dada la disparidad territorial tambi¨¦n hay gente que se muda all¨¢ donde no hay leg¨ªtimas. ¡°Aforarse en Navarra es un consejo relativamente habitual para quien desee desheredar sin dar explicaciones¡±, explica Pilar Cunchillos, abogada en Pamplona. No hay datos de si all¨ª la la gente deshereda ahora m¨¢s que antes. De hecho, las ¨²nicas cifras que existen en Espa?a tienen que ver con todo lo contrario: lo que ha crecido, a causa de las deudas que arrastran, es la gente que renuncia a su herencia, un 110% m¨¢s desde 2007.
Catalu?a incluy¨®
Si los expertos coinciden en que algo no funciona, ?por qu¨¦ no se flexibiliza el C¨®digo Civil o, al menos, se dictan m¨¢s sentencias que lo interpretan con ojos del siglo XXI? ¡°El Derecho es un mundo tradicional y, necesariamente, muy pegado a la letra¡±, dice la profesora San Segundo. ¡°Morirse seguir¨¢ siendo complicado hasta que no haya una voluntad pol¨ªtica¡±, se queja Fern¨¢ndez-Tresguerres. ¡°Se han hecho seminarios, se ha escrito mucho¡ Simplemente no es una prioridad del legislador¡±, apunta el notario Jos¨¦ Corral. ¡°No hay manifestaciones en la calle, pero cuando te toca¡¡±.
No hay un clamor, porque, a pesar de todo, ir contra el hijo sigue siendo excepcional. La amenaza paterna de quitarte del testamento nunca se lleva a la pr¨¢ctica a la ligera. ¡°La mayor¨ªa de las relaciones familiares son buenas, con b min¨²scula, tambi¨¦n las hay malas, pero para que alguien quiera desheredar han de ser terribles¡±, dice Zarraluqui.
En los ¨²ltimo 10 a?os, Antoni Vaquer ha contabilizado unas 50 sentencias por desheredaci¨®n en Catalu?a. ¡°La ley no est¨¢ solo para resolver problemas¡±, dice el catedr¨¢dico, ¡°sino tambi¨¦n para prevenirlos¡±. Y vuelve a la sentencia del Supremo: ¡°El legislador ha mandado un mensaje: el man¨¢ no cae del cielo, estamos desatendiendo a nuestros mayores y esto es lo que puede pasar si lo haces¡±.
Carlines y Justiniano
Para desheredar a un hijo en Navarra basta con decir en el testamento que le dejas ¡°cinco sueldos febles o carlines y una robada de tierra en los montes comunes¡±. Es decir, ¡°ni un euro¡±, expresado en monedas medievales. La libertad que conlleva ¡°testar a la navarra¡± tiene que ver con el caser¨ªo: se usaba para no dividir la propiedad. En Arag¨®n, el derecho foral ide¨® otra f¨®rmula para lo mismo: hay que dejar la mitad a los hijos, pero se puede dejar todo a un favorito. Ya sea ¡°todo¡±, un hist¨®rico caser¨ªo o un minipiso en la playa.
"El derecho sucesorio est¨¢ ¨ªntimamente ligado a la idiosincrasia de los territorios", dice el catedr¨¢tico Antonio Vaquer explicando que en la Catalu?a actual la herencia se puede pagar en met¨¢lico, en vez de en bienes, porque en la Barcelona del XIV era comerciantes y no ten¨ªan tanto apego a la tierra como en Castilla. Razones semejantes marcan las diferencias entre la docena de c¨®digos forales que coexisten en Espa?a con el Derecho Com¨²n, y en los que var¨ªa c¨®mo se hereda y deshereda, qui¨¦nes heredan y cu¨¢nto les toca.
¡°Desde que el mundo es mundo existe una tensi¨®n entre la libertad absoluta para testar y la distribuci¨®n legal de la herencia¡±, apunta el abogado Luis Zarraluqui. Durante la creaci¨®n del C¨®digo Civil de 1889 tambi¨¦n exist¨ªa en Espa?a el debate: juristas como Joaqu¨ªn Costa defend¨ªan una libertad sin cors¨¦s; otros, como Alonso Mart¨ªnez, pensaban que tratar igual a los hermanos evitar¨ªa pleitos y que es m¨¢s natural que herede la familia antes que un extra?o.
La idea de que los hijos hereden por ley se la debemos a Justiniano. En la Roma del siglo VI se quer¨ªa dar m¨¢s peso a los lazos de sangre sobre la familia civil, que hab¨ªa dominado Roma en siglos anteriores. Los excesos de la patria potestas que ejercieron los pater familias durante la Rep¨²blica llevaron al emperador a reservar una cuota leg¨ªtima a los descendientes y as¨ª ha llegado a los c¨®digos basados en el Derecho Romano. El derecho anglosaj¨®n, sin embargo, se inclina m¨¢s hacia la libertad. En la Inglaterra victoriana se consider¨® un triunfo del individuo ya que representaba el poder sobre lo suyo de ese hombre del refr¨¢n brit¨¢nico cuya casa es su castillo. Igual que el pater de la Rep¨²blica, el father knows best obraba a capricho. Y de la misma forma, las desviaciones de su libertad (tipo se lo dejo todo al gato) obligaron a ponerle ciertos l¨ªmites legales.
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