Una gesti¨®n marcada por la p¨¦rdida de audiencia e ingresos
Echenique se tuvo que enfrentar a las cr¨ªticas por el tratamiento de algunas informaciones
El 28 de junio de 2012 el Consejo de Ministros designaba a Leopoldo Gonz¨¢lez Echenique como presidente de RTVE. Dos a?os y tres meses despu¨¦s, este abogado del Estado tira la toalla por los problemas de financiaci¨®n y la constante p¨¦rdida de audiencia de la televisi¨®n y radio p¨²blicas.
Para su nombramiento, y ante la falta de apoyo de la oposici¨®n, El Partido Popular tuvo que modificar por medio de decreto de ley la forma en que el presidente de la corporaci¨®n era elegido: bast¨® con el apoyo de una mayor¨ªa absoluta en lugar de los dos tercios de la C¨¢mara.
Desde el principio Echenique se tuvo que enfrentar al principal problema de la corporaci¨®n: la falta de ingresos. El ya expresidente aplic¨® una dura pol¨ªtica de reducci¨®n del gasto y consigui¨® rebajarlo en casi 300 millones. Pero el problema siempre fueron los ingresos.
A pesar de que la gesti¨®n de Echenique siempre estuvo marcada por el ¨¢mbito econ¨®mico, tambi¨¦n tuvo que hacer frente a cr¨ªticas sobre los contenidos y la forma de tratar la informaci¨®n en los medios.
Los servicios informativos y en concreto su director, Julio Somoano, han sido focos de cr¨ªticas constantes por parte de la oposici¨®n y de la audiencia. Somoanao, que lleg¨® de la mano de Echenique tras la destituci¨®n de Fran Llorente, ha visto c¨®mo los telediarios de TVE han perdido el liderazgo. Tambi¨¦n se ha tenido que enfrentar a quejas del personal de los servicios informativos, que llegaron a denunciar, en noviembre de 2012, ataques a la libertad de informaci¨®n. Meses despu¨¦s, m¨¢s de 500 trabajadores firmaron un manifiesto en el que se quejaban por la ¡°p¨¦rdida de calidad e independencia¡± del medio.
Las coberturas de eventos como la Diada de 2012 generaron un aluvi¨®n de quejas y preguntas por parte de la oposici¨®n y pusieron en entredicho la imparcialidad de la cadena p¨²blica. Aquel 11 de septiembre de hace dos a?os, cientos de miles de personas salieron a la calles de Catalu?a pidiendo la independencia, sin embargo, en los informativos la noticia apareci¨® en el quinto lugar. La pol¨¦mica se llev¨® por delante a la editora del telediario.
Mucho que hablar dio tambi¨¦n el programa Entre todos, presentado por To?i Moreno. Echenique siempre defendi¨® el espacio y elogi¨® su labor solidaria con los m¨¢s desfavorecidos, pero la oposici¨®n y parte de la audiencia lo tildaron de telebasura por vulnerar los derechos de imagen e intimidad de las personas, al margen de calificarlo como ¡°un generador de l¨¢stima¡±. La corporaci¨®n decidi¨® suprimir el programa durante el verano.
Otro aspecto que suscit¨® pol¨¦mica fue la adquisici¨®n de los derechos televisivos de los partidos de la Selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol y de la Liga de Campeones. La oposici¨®n alert¨® del ¡°despilfarro¡± que supon¨ªa pagar 50 millones de euros por hacerse con 20 partidos de La Roja y Echenique contest¨® diciendo que era ¡°una misi¨®n de servicio p¨²blico¡±.
Pero las cr¨ªticas tambi¨¦n le llegaron al presidente por parte del PP. Durante su primer a?o de gesti¨®n, algunas voces del partido gobernante se quejaron de que en los telediarios de TVE se trataba mejor a la oposici¨®n que al Ejecutivo. La crisis la solvent¨® Somoano, en julio de 2013, cambiando a los editores de los informativos por el antiguo equipo de Alfredo Urdaci.
Echenique tambi¨¦n tuvo que salir al paso ante la pol¨¦mica que suscitada por la emisi¨®n en el telediario de una pieza que se aconsejaba a los padres que vigilasen la ropa ¡°provocativa¡± de sus hijos. O cuando en otro reportaje se invitaba a rezar a los parados para que encontrasen empleo. ¡°Las noticias no tienen un criterio conservador o pretenden impartir moralidad¡±, defendi¨® entonces el presidente.
La radio p¨²blica tampoco se libr¨® de los recortes y de la pol¨¦mica. A las pocas semanas de ser nombrado Echenique, RNE destituy¨® a gran parte de sus locutores estrella, como Toni Garrido y Juan Ram¨®n Lucas, y la audiencia cay¨® en picado.
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