El ¡®show¡¯ de la ciencia
El ins¨®lito festival Starmus re¨²ne en Espa?a a investigadores punteros, donde la mitad de la poblaci¨®n es incapaz de nombrar a un solo cient¨ªfico
Nadie quer¨ªa perderse ni una sola palabra del pen¨²ltimo icono pop de la ciencia. Durante varios minutos, el millar de personas que esperaba para escuchar la voz met¨¢lica de Stephen Hawking guard¨® un silencio lit¨²rgico. Hasta que, de golpe, el escenario se convirti¨® en un estallido de galaxias y supernovas deslumbrantes mientras los bafles disparaban con fuerza guitarreo heavy. Cruzando entre el p¨²blico, y acompa?ado de su tropa de asistentes, el catedr¨¢tico de Cambridge llegaba, el pasado martes, en su silla de ruedas hasta el escenario como un boxeador al cuadril¨¢tero. Ninguno de los asistentes del auditorio Magma de Tenerife se resisti¨® a elevar su tel¨¦fono inteligente para retratar a la estrella del momento: un f¨ªsico te¨®rico con esclerosis lateral amiotr¨®fica.
El 46% de los espa?oles es incapaz de nombrar a un solo cient¨ªfico, frente al 27% de media en los pa¨ªses de nuestro entorno. En una encuesta internacional realizada por la Fundaci¨®n BBVA en 2012 y dominada por Albert Einstein, casi la mitad de los espa?oles no pudo dar ning¨²n nombre, un tercio cit¨® al padre de la relatividad, un 15% a Isaac Newton y un 4,4% mencion¨® a Hawking, que ha aparecido en cap¨ªtulos televisivos de Los Simpson, Star Trek, Futurama o Big Bang Theory. Quiz¨¢ por ello, entre los estudiantes de Secundaria le nombra un 8,8% de los encuestados por la Fundaci¨®n Espa?ola para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa, el doble que entre los adultos. Seguramente, la pr¨®xima vez que se haga un estudio, el brit¨¢nico de 72 a?os ser¨¢ mucho m¨¢s citado, despu¨¦s de las innumerables informaciones publicadas y emitidas estos d¨ªas sobre su paso por Espa?a.
Hawking ha venido como cabeza de cartel de uno de los eventos m¨¢s at¨ªpicos de la ciencia: el festival Starmus. Durante una semana, re¨²ne a cient¨ªficos, premios Nobel y astronautas de la vieja escuela para que compartan sus visiones sobre el presente y el futuro de la investigaci¨®n y la exploraci¨®n espacial. El c¨®ctel es a veces explosivo. Por ejemplo, el mi¨¦rcoles se pudo asistir a una acalorada discusi¨®n entre Charlie Duke, un hombre orgulloso de haber descubierto su fe en Jes¨²s seis a?os despu¨¦s de haber pisado la Luna, con Harold Kroto, Nobel de Qu¨ªmica en 1996, ateo militante y famoso por abrir sus charlas denunciando el escaso esp¨ªritu cr¨ªtico reinante en EE?UU. Duke asegur¨® que el calentamiento global es un ¡°fiasco cient¨ªfico¡± y Kroto lo interrumpi¨® con un sonoro ¡°?eso es falso!¡± en plena rueda de prensa ante medios de comunicaci¨®n nacionales e internacionales.
Hac¨ªa mucho tiempo que Hawking no sal¨ªa de Reino Unido¡±, presume el presidente del Cabildo de Tenerife
En solo dos ediciones ¡ªla primera fue en 2011¡ª este festival ha conseguido ins¨®litos ¨¦xitos, como contar con una de las ¨²ltimas apariciones p¨²blicas del reservado Neil Armstrong, el hombre que pis¨® la Luna por primera vez, antes de su muerte en 2012. Para esta ocasi¨®n, el director del Starmus, Garik Israelian, quiso contar con la mayor estrella de la ciencia de la actualidad. Lo hizo gracias a una aut¨¦ntica estrella de rock que participa en el festival, el guitarrista de Queen y astrof¨ªsico Brian May. En una visita de Hawking al musical We will rock you, el m¨²sico capt¨® al cient¨ªfico para la causa. Con el s¨ª del f¨ªsico y de su representante, faltaba la aprobaci¨®n de sus m¨¦dicos, que le tienen prohibido coger aviones desde hace un par de a?os. Israelian propuso un crucero de lujo desde Southampton hasta Tenerife, pero Hawking no viaja solo, le acompa?a un numeroso equipo. Fue entonces cuando Israelian se dio cuenta de lo cara que ser¨ªa esta apuesta. ¡°No te puedo decir cu¨¢nto dinero cuesta traer a Hawking, pero s¨ª que viene con 10 personas entre enfermeras, asistentes y dem¨¢s personal. Hay que pagarles el viaje en crucero, ida y vuelta, y una estancia de tres semanas [en un hotel de lujo de la costa sur de Tenerife]¡±, explica Israelian con un imborrable rictus de agobio en su cara mientras los asistentes escuchan en el sal¨®n de actos la ponencia del astronauta del Apolo 7 Walter Cunningham, quien tampoco cree que exista el calentamiento global.
Traer a Espa?a estrellas de la ciencia y el espacio no es un negocio, ni tampoco una afici¨®n barata, seg¨²n sus organizadores. Esta edici¨®n ha costado ¡°m¨¢s de medio mill¨®n de euros¡±, asegura Israelian, un armenio con nacionalidad espa?ola que creci¨® fascinado por la carrera espacial entre EE?UU y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y ahora estudia exoplanetas y el sistema solar en el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias. ¡°En la primera edici¨®n, el festival gener¨® unas p¨¦rdidas de m¨¢s de 200.000 euros y este a?o no est¨¢ claro a¨²n que no vayamos a cerrar con p¨¦rdidas¡±, explica. En esta ocasi¨®n, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife han aportado 150.000 euros cada uno. La posibilidad de agrandar la reputaci¨®n del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias y la promoci¨®n tur¨ªstica de la isla eran los objetivos de las autoridades, asegura el presidente del Cabildo, Carlos Alonso. ¡°Hace mucho tiempo que Hawking no sale de Reino Unido y ya estamos notando la repercusi¨®n de su llegada¡±, afirma.
Esta es la primera vez que Hawking viene a un evento privado y para dar dos charlas distintas ante un p¨²blico que paga por verle. La Obra Social de La Caixa, Atos (una empresa tecnol¨®gica francesa) y el Instituto Tecnol¨®gico y de Energ¨ªas Renovables (con sede en Tenerife) han financiado el coste de traer a Espa?a al cient¨ªfico y como premio contar¨¢n el lunes pr¨®ximo con una tercera charla exclusiva para sus profesionales y clientes. ?Merece la pena hacer un evento as¨ª en un pa¨ªs como Espa?a? ¡°Hay muy pocos espa?oles de la Pen¨ªnsula¡±, dice Israelian, y entre el resto predominan los canarios sobre los extranjeros, llegados de una veintena de pa¨ªses. Este a?o se han apuntado al Starmus unas ochocientas personas, a un coste de 300 euros la inscripci¨®n, para asistir a 12 charlas de alt¨ªsimo nivel y tener ocasi¨®n de tomar un caf¨¦ junto a un pionero del espacio o de observar las estrellas junto a Richard Dawkins, un divulgador tan pol¨¦mico como reconocido. En la inauguraci¨®n del evento ¡ªcomo en todas y cada una de las ponencias y actividades¡ª estaba Hawking sentado entre el p¨²blico, como uno m¨¢s. En cuanto los asistentes cayeron en la cuenta se form¨® un inevitable revuelo de flases y selfies que han inundado las redes sociales desde entonces. El festival mete en el mismo paquete una ex¨®tica mezcla de ponentes, un resort de lujo y uno de los archipi¨¦lagos mejor dotados para la astronom¨ªa en todo el mundo. Hay excursiones a los observatorios del Teide y el de La Palma, donde se ubica el telescopio ¨®ptico m¨¢s grande del mundo y la posibilidad de que te dediquen un libro tres glorias vivas de la carrera espacial, incluido Alex¨¦i Leonov, el cosmonauta sovi¨¦tico que hizo la primera caminata espacial en 1965.
Mientras el promotor del Starmus apaga personalmente todos los fuegos que un evento as¨ª provoca, las instituciones locales aspiran a consolidar el festival como una cita fija ¡ªbienal o trienal¡ª en Tenerife. Alonso habla de que ¡°traer figuras cient¨ªficas de primer nivel debe servir para crear nuevas vocaciones cient¨ªficas entre los ni?os¡±. En la actualidad, solo un 13% de los estudiantes de secundaria querr¨ªa trabajar como cient¨ªfico y el 56% de los espa?oles considera que se trata de una profesi¨®n con escaso reconocimiento social. La duda es si eventos de este tipo ayudan a cambiarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.