Los santanderinos paran las obras que parten en dos La Magdalena
El Gobierno suspende el proyecto para frenar la p¨¦rdida de arena en la emblem¨¢tica playa por la contestaci¨®n social y pol¨ªtica que ha desatado su gran impacto paisaj¨ªstico
Las fuertes presiones vecinales y la petici¨®n del Parlamento de Cantabria (apoyada por todos los grupos excepto por el PP) han provocado que el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica suspenda de forma ¡°temporal¡± la construcci¨®n de dos diques en la emblem¨¢tica ensenada de Santander, en las playas de la Magdalena y Los Peligros. Tras el an¨¢lisis de la situaci¨®n, el departamento adoptar¨¢ una resoluci¨®n que puede pasar o no por la paralizaci¨®n definitiva, informan fuentes ministeriales. La decisi¨®n ha llegado con el proyecto en marcha y con uno de los espigones, de 130 metros de longitud, finalizado. La obra, ejecutada por la empresa p¨²blica Tragsa, cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros y tiene como objetivo poner fin a la p¨¦rdida continua de arena de las playas en invierno que obliga a su regeneraci¨®n artificial en la temporada estival.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), pide al ministerio que ¡°d¨¦ explicaciones a los santanderinos¡±, sobre las razones de la paralizaci¨®n, adem¨¢s de su ¡°coste, en qu¨¦ informes t¨¦cnicos se han basado, cu¨¢nto tiempo van a estar paradas y en qu¨¦ situaci¨®n deja a ambos arenales¡±. Igual advierte de que el proyecto cuenta con la tramitaci¨®n en regla, adem¨¢s de ser ¡°la ¨²nica alternativa para garantizar que los santanderinos sigan disfrutando de sus playas en condiciones de seguridad y a lo largo de todo el a?o¡±.
Las obras del primer dique arrancaron en enero de este a?o. Los vecinos se toparon entonces con las dimensiones reales del primer espig¨®n al ver c¨®mo crec¨ªa el c¨²mulo de piedras que part¨ªa en dos el arenal. ¡°Sobre el papel era diferente¡±, explica Aurelio Rianxo, miembro de la plataforma Salvar la Magdalena. En febrero, comenzaron las manifestaciones, debates y charlas, que se complementaron con la recogida de 10.000 firmas en contra de la obra. ¡°Se ha modificado de una forma inasumible el paisaje de una zona que es la se?a de identidad de la ciudad¡±, critica Rianxo. Junto al impacto visual, denuncia que ¡°el agua se ha quedado sin movimiento, hay piedras y est¨¢ m¨¢s sucia y caliente¡±.
¡°Nos han quitado un paisaje vivo y nos han dejado uno muerto¡±, concreta la doctora en Arquitectura Miriam Garc¨ªa. Reconoce que dar con la soluci¨®n para salir del embrollo no es f¨¢cil, pero opina que es necesario realizar un proyecto que contemple el conjunto territorial. ¡°Las playas de la Magdalena pertenecen a un sistema m¨¢s amplio que es el de la bah¨ªa de Santander. Habr¨¢ que ver qu¨¦ sucede en la playa del Puntal, con las mareas o c¨®mo se draga el puerto, porque todo repercute¡±.
La modificaci¨®n que se ha llevado a cabo tiene como punto de partida un estudio elaborado por el Instituto de Hidr¨¢ulica (IH) de la Universidad de Cantabria en 2006. El catedr¨¢tico C¨¦sar Vidal explica que elaboraron un an¨¢lisis de alternativas ¡°para evitar el trasiego continuo de la arena que se pierde todos los a?os por el oleaje y que pasa de la parte oeste a la este de la playa¡±. Se ofrec¨ªan diferentes posibilidades con ¡°m¨¢s o menos cantidad de playa estable¡±. ¡°El IH no se pronunci¨® por ninguna, Costas elabor¨® el proyecto y nosotros dejamos de tener conocimiento del tema¡±.
Una vez finalizado el estudio, contin¨²a, se abri¨® un periodo de informaci¨®n p¨²blica y una exposici¨®n informativa. ¡°Y muchos de los organismos que est¨¢n protestando no presentaron ninguna alegaci¨®n¡±, recuerda. El catedr¨¢tico se muestra cauto a la hora de ofrecer una soluci¨®n, y opina que se podr¨ªa haber cuidado m¨¢s la est¨¦tica y haber ¡°optado por una construcci¨®n menos impactante y no est¨¢ndar porque es una zonade alto valor paisaj¨ªstico¡±.
¡°Lo que ha quedado ahora no es ni una cosa ni otra y no se sabe cu¨¢l va a ser el comportamiento de la playa¡±, advierte. En el caso de que se pare la obra de forma definitiva, ¡°lo l¨®gico ser¨ªa elaborar un estudio de impacto¡±. Tampoco ve clara la opci¨®n de demoler todo, ¡°porque no se podr¨ªa retirar la piedra totalmente¡±. Vidal aboga por finalizar la obra, porque el malec¨®n que queda es el menos impactante al ir sumergido, y mejorar la accesibilidad al malec¨®n ¡°que sea un paseo, que se pueda utilizar¡±. O plantear un refer¨¦ndum ¡°pero en serio no con unos cuantos cientos de personas que pasaban por all¨ª como se hizo hace a?os¡±.
Devolver el arenal a su estado original
Los vecinos no tienen ninguna duda: no solo es necesario paralizar las obras, sino que la escollera que se ha construido debe desaparecer para devolver la playa a su estado original. Una medida que piden complementar con la declaraci¨®n de la ensenada de la Magdalena como paisaje protegido, que impida ocurrencias semejantes en el futuro. Como remate, piden la creaci¨®n de una mesa de gesti¨®n para la conservaci¨®n y salvaguarda ecol¨®gica de la bah¨ªa de Santander.
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