La violencia y la resistencia de la poblaci¨®n complican el ¨¦bola en Congo
La OMS advierte del alto riesgo de que la plaga pueda saltar a Uganda y Ruanda
La violencia que golpea al noreste de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), donde operan grupos rebeldes en conflicto con el Ej¨¦rcito, y la resistencia a vacunarse y a declarar los casos por parte de la poblaci¨®n est¨¢n complicando la epidemia de ¨¦bola que vive este pa¨ªs desde el pasado 1 de agosto. La cifra de contagios se eleva ya a 216 y la de personas fallecidas a 139, convirtiendo a este brote en el cuarto peor de la historia en este pa¨ªs. Un comit¨¦ de emergencia de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) se ha reunido este mi¨¦rcoles en Ginebra. Ha decidido no declarar la emergencia internacional pero advierten del alto riesgo de que pueda saltar a los pa¨ªses vecinos, como Ruanda y sobre todo Uganda.
Dos meses y medio despu¨¦s de la declaraci¨®n de la epidemia, que de momento se extiende por las regiones de Ituri y Kivu Norte, los esfuerzos realizados por la comunidad internacional y el Ministerio de Sanidad congol¨¦s no han dado el resultado esperado. Los casos se han incrementado en este ¨²ltimo mes en particular en la ciudad de Beni, convertida en el nuevo epicentro del brote. S¨®lo la semana pasada se detectaron 33 nuevos casos, de los que 24 fallecieron, en un preocupante pico de la evoluci¨®n de la epidemia que tambi¨¦n indica, seg¨²n el Ministerio, una mejora en el sistema de vigilancia.
La agresi¨®n sufrida por un equipo de Cruz Roja a principios de mes cuando estaban llevando a cabo un entierro seguro, con el resultado de dos voluntarios heridos graves, ha elevado todas las alertas respecto a la resistencia de la poblaci¨®n a seguir las normas habituales en toda epidemia de ¨¦bola. Este rechazo obedece a la existencia de rumores y noticias falsas respecto a la enfermedad y ha provocado que la OMS y el Ministerio de Sanidad redoblen sus esfuerzos de di¨¢logo con la poblaci¨®n, para convencerlos de que declaren los casos. Buena parte de los ¨²ltimos fallecidos son comunitarios, es decir, no fueron detectados mientras estaban enfermos, lo que multiplica el riesgo de contagio.
El Gobierno congol¨¦s, que acaba de anunciar que ha logrado la vacunaci¨®n de casi 20.000 personas, ha reaccionado con dureza anunciando penas de c¨¢rcel para aquellas personas que oculten casos en sus familias o se nieguen a colaborar con las autoridades e incluso ha ofrecido protecci¨®n armada a las ONG y servicios m¨¦dicos para que realicen las pruebas y los entierros. Sin embargo, la Cruz Roja ha declinado esta oferta. ¡°Est¨¢ muy claro que nosotros no utilizamos jam¨¢s la protecci¨®n militar o de grupos armados para llevar a cabo nuestro trabajo, no es nuestro modus operandi¡±, ha asegurado el secretario general de la Federaci¨®n Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Elhadj As Sy.
El otro elemento negativo es la existencia en esta regi¨®n de un conflicto entre el Ej¨¦rcito y grupos rebeldes como el Allied Democratic Forces (ADF) que opera sobre todo al norte de Beni. Las matanzas de civiles se han intensificado en los ¨²ltimos meses. Aunque los trabajadores sanitarios e investigadores no sean un objetivo directo de estos grupos, el clima de violencia complica su desplazamiento a zonas controladas por los rebeldes.
Ante la preocupante evoluci¨®n del brote, el secretario general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha creado un comit¨¦ de emergencia quem ha celebrado este mi¨¦rcoles su primera reuni¨®n en Ginebra. Ya a finales de septiembre, la OMS modificaba su criterio respecto al riesgo de extensi¨®n del brote a otros pa¨ªses y lo calificaba como ¡°muy alto¡± debido a ¡°factores como las l¨ªneas de transporte y los movimientos de poblaci¨®n¡±. Esta calificaci¨®n ha sido mantenida en la reuni¨®n.
La ciudad de Beni, nuevo epicentro de la epidemia, se encuentra pr¨®xima a la frontera de Uganda en la zona de los Grandes Lagos, un ¨¢rea de gran tr¨¢nsito comercial.
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