La ONU reclama el fin de las pruebas de virginidad a una veintena de pa¨ªses
En naciones como Marruecos esas comprobaciones est¨¢n tan arraigadas que los legisladores no se plantean eliminarlas
Hay algo en Marruecos de lo que apenas se habla y, sin embargo, condiciona la vida de millones de familias: los ex¨¢menes de virginidad. De vez en cuando afloran en los medios noticias que reflejan el drama subterr¨¢neo que recorre la sociedad. Cada cierto tiempo alguna joven intenta suicidarse porque su madre la obliga a ir al ginec¨®logo para comprobar si es virgen. En 2016, una mujer denunci¨® a su jefe por violaci¨®n. El jefe pag¨® a un m¨¦dico para que otorgara un certificado de virginidad y as¨ª disimular la violaci¨®n, pero la mujer se hab¨ªa quedado embarazada y el m¨¦dico tuvo que responder ante la justicia.
El pasado 17 de octubre, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) con el apoyo de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y de ONU Mujeres, emprendi¨® una campa?a para luchar en el mundo contra las pruebas de virginidad por considerarlas, ¡°humillantes, dolorosas, traum¨¢ticas¡± y sin ning¨²n valor cient¨ªfico. ¡°Todos los himen no se desgarran en la primera relaci¨®n sexual¡±, se?ala la feminista Betty Lachgar, portavoz del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (Mali). ¡°A nosotros vino a vernos una joven en Rabat despu¨¦s de una violaci¨®n. Visit¨® un ginec¨®logo y ¨¦l dijo que ella era a¨²n virgen. Es imposible de saber. Las pruebas de virginidad son fruto de construcciones sociales, machistas y mis¨®ginas¡±.
El informe de la OMS se?ala una veintena de pa¨ªses donde est¨¢n documentadas estas pruebas: Afganist¨¢n, Brasil, Egipto, India, Indonesia, Ir¨¢n, Irak, Jamaica, Jordania, Libia, Malawi, Marruecos, los territorios ocupados de Palestina, Sud¨¢frica, Sri Lanka, Swazilandia, Turqu¨ªa, Reino Unido y Zimbabue. El estudio advierte que debido al auge de la globalizaci¨®n en el ¨²ltimo siglo esta pr¨¢ctica est¨¢ emergiendo en pa¨ªses como B¨¦lgica, Canad¨¢, Holanda, Suecia y Espa?a.
En Marruecos se ha dado el caso reciente de una joven de 17 a?os, Jadiya, que denunci¨® este verano haber sido secuestrada y violada por 12 j¨®venes de su pueblo, en la provincia de Beni Melal. El juez ha encargado un informe para determinar si la joven es virgen. La OMS, sin embargo, advierte que esas pruebas no tienen ning¨²n valor cient¨ªfico, ya que el estado del himen no es un indicador fiable de que se haya producido la penetraci¨®n vaginal.
El t¨¦rmino ¡°himen intacto¡±, seg¨²n la OMS, no deber¨ªa usarse, ya que no tiene sentido desde el punto de vista anat¨®mico; entre otras razones, porque las heridas del himen cicatrizan r¨¢pidamente. ¡°El prop¨®sito de los ex¨¢menes m¨¦dicos tras un ataque sexual debe ser el de evaluar y sanar las heridas y determinar si hay enfermedades de transmisi¨®n sexual. El objetivo no debe ser establecer el estado de virginidad¡±, se?ala el informe. La prueba de la virginidad para una mujer que ha sufrido una violaci¨®n puede causarle dolor y rememorarle la violencia de la agresi¨®n original.
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— Masaktach (@masaktach) October 10, 2018
Una marroqu¨ª miembro del colectivo feminista #Masaktach (Yo no me callo, en ¨¢rabe), que apoya a la adolescente Jadiya y que prefiere ocultar su nombre, explica que esas pruebas se practican en Marruecos bajo un acuerdo t¨¢cito entre las dos familias de la pareja que se va a casar. ¡°Es m¨¢s una costumbre que una obligaci¨®n por ley. Pero estas pruebas est¨¢n muy extendidas en Marruecos¡±, a?ade. ¡°La virginidad de la mujer antes de casarse est¨¢ ligada a su honor. No solo el de ella, sino el de toda su familia. El honor de las familias est¨¢ entre las piernas de las hijas¡±.
El portavoz del Gobierno marroqu¨ª, el islamista Mustafa el Jalfi, declar¨® este jueves que no existe en Marruecos "ning¨²n cuadro jur¨ªdico" que imponga a la mujer someterse a esa prueba. Y se?al¨® que el certificado m¨¦dico previo al casamiento es obligatorio tanto para el hombre como para la mujer y su principal objetivo es discernir si hay posibles enfermedades contagiosas.
La marroqu¨ª Saida Kouzi, socia fundadora de la ONG basada en Rabat Mobilising for Rights Associates (MRA), explica que en Marruecos el certificado m¨¦dico para el matrimonio suele otorgarse despu¨¦s de una simple mirada. "El m¨¦dico te mira y firma un documento por el que se paga el equivalente a unos 20 euros. En muchos pueblos en ese documento el doctor escribe: ¡®Constato que esta se?ora no tiene ninguna enfermedad y que es virgen¡¯. Y esa frase de que es virgen es la que le interesa a todo el mundo, empezando por la familia del novio. La novia va al m¨¦dico a menudo acompa?ada de su familia y de la del novio. El m¨¦dico sale de la consulta y felicita a los familiares por la virginidad de la chica¡±.
La asociaci¨®n MRA ha organizado varias discusiones con mujeres sobre la posibilidad de eliminar ese certificado m¨¦dico, pero las mujeres lo ven como una protecci¨®n para ellas. ¡°Es ese documento el que les permite protegerse ante un posible repudio del marido al d¨ªa siguiente de la boda¡±, explica la estadounidense Stephanie Wilman, tambi¨¦n socia fundadora de MRA. ¡°Se da el caso de marroqu¨ªes residentes en el extranjero que vienen a pasar el verano a Marruecos, se casan y al d¨ªa siguiente de acostarse con ella repudian a la chica alegando que no era virgen. Al repudiarla se evitan pagar los costes del divorcio. Por eso, muchas mujeres quieren protegerse con certificados m¨¦dicos¡±.
La OMS hace un llamamiento a los Gobiernos y a los profesionales de la salud para erradicar estas pruebas. Pero el tema en Marruecos no est¨¢ en la agenda de ning¨²n partido pol¨ªtico.
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