M¨¢s de mil firmas piden ilegalizar el sindicato de prostitutas
Colectivos feministas, universidades y pol¨ªticas como Cristina Narbona denuncian la prostituci¨®n como ¡°una forma violenta de opresi¨®n¡± a las mujeres
¡°El feminismo ha sido abolicionista desde su ra¨ªz¡±, arranca un manifiesto por la abolici¨®n de la prostituci¨®n que recaba apoyos desde este martes, a apenas horas de que la Audiencia Nacional analice dos demandas relacionadas con el sindicato de prostitutas Otras. M¨¢s de un millar de personas y organizaciones respaldan un escrito para ¡°cambiar este modelo de sexualidad que sigue priorizando una masculinidad t¨®xica¡±. El manifiesto define la prostituci¨®n como ¡°una forma violenta de opresi¨®n y explotaci¨®n de millones de mujeres en todo el mundo¡±. "Cuando decimos que la prostituci¨®n es un trabajo estamos condenando a las m¨¢s pobres a tomar una salida que, las que tenemos m¨¢s recursos y derechos, no queremos para nosotras", se?alan las firmantes, mayoritariamente mujeres.
Pol¨ªticas del PSOE como la exministra Cristina Narbona, la diputada ?ngeles ?lvarez, la concejala del Madrid Purificaci¨®n Causapi¨¦, la responsable del Instituto de la Mujer Silvia Buabent o la exconsejera de la Junta de Andaluc¨ªa Amparo Rubiales, entre otras, respaldan el escrito que pide que se ilegalice el sindicato que el Ministerio de Trabajo inscribi¨® ¡°por error¡± el pasado agosto en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Feministas destacados como Rosa Cobo, Octavio Salazar, Towanda Rebels, la activista Amelia Tiganus (de Feminicidio.net) y organizaciones como Themis, M¨¦dicos del Mundo, el F¨®rum Feminista de Madrid, No Somos Vasijas o la asociaci¨®n contra la trata APRAMP, entre otras, se suman a la recogida de firmas. A ¨²ltima hora de la tarde de este martes se sum¨® la diputada de Podemos en la Comunidad de Madrid y activista feminista y LGTBI Beatriz Gimeno.
Tambi¨¦n figura el respaldo de entidades de las Universidades de Henares, Valencia, La Laguna o Illes Baleares, entre otras. Consideran ¡°innegable¡± el sesgo de g¨¦nero de la prostituci¨®n con un enorme porcentaje de prostituidas mujeres y casi la totalidad de los clientes masculinos. ¡°Es una instituci¨®n machista que perpet¨²a el sistema patriarcal que denunciamos y contra el que luchamos las feministas, y que viola la dignidad humana¡±, remachan.
Es el segundo manifiesto en apenas dos d¨ªas, despu¨¦s de que el lunes se conociera un escrito a favor del sindicato en el que firmas como la de la cineasta Isabel Coixet o la escritora mexicana Elena Poniatowska reclamaban la retirada de las demandas, junto con distintas representantes de Podemos, como la concejala de Feminismos de Barcelona, Laura P¨¦rez, o activistas feministas como Justa Montero, Bego?a Zabala o Yayo Herrero. Y consideraban "un error de partida equiparar la trata de personas con fines de explotaci¨®n sexual no solo con la prostituci¨®n decidida, sino con toda la diversidad de trabajos sexuales que hoy en d¨ªa se ejercen legalmente en este sector".?
Una ley contra la trata que multe al cliente
Este nuevo escrito sostiene que la trata existe ¡°porque la prostituci¨®n existe¡±. Las firmantes consideran que la legalizaci¨®n del sindicato Otras ¡°es una maniobra para legalizar de facto el proxenetismo¡± en Espa?a. ¡°La demanda de los puteros es tan brutal que es imposible abastecerla con el porcentaje m¨ªnimo de mujeres que dicen ejercer libremente¡±, prosigue el comunicado, que pide una sanci¨®n penal ¡°tambi¨¦n a los puteros¡±. Las firmantes denuncian que sin una Ley Integral contra la Trata ¡°solo es posible actuar si la mujer denuncia. Y sabemos que la mayor¨ªa de las mujeres no se atreven porque est¨¢n coaccionadas¡±.
En Espa?a la prostituci¨®n es una actividad alegal. El Gobierno ha prometido una ley contra la trata y la explotaci¨®n sexual cuyo contenido no ha trascendido. El consejo asesor de pol¨ªticas de Igualdad del PSOE, un organismo que colabora con el Gobierno con expertos de distintos perfiles, se ha posicionado este martes a favor de la abolici¨®n y propuso una ley integral que sancione al cliente de la prostituci¨®n, como hacen ya pa¨ªses como Francia o Suecia, principal modelo abolicionista.
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