350 firmas, entre ellas las de Coixet y Poniatowska, apoyan el sindicato de prostitutas
La Audiencia Nacional revisa este mi¨¦rcoles las demandas contra esta agrupaci¨®n inscrita "por error" en el Ministerio de Trabajo
La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional analizar¨¢ este mi¨¦rcoles dos demandas relacionadas con el sindicato de prostitutas Otras, una agrupaci¨®n que el Ministerio de Trabajo inscribi¨® ¡°por error¡± en el Bolet¨ªn Oficial del Estado el pasado agosto. Este lunes 350 mujeres, entre las que hay pol¨ªticas, escritoras o artistas, respaldan el manifiesto No sin nosotras en el que defienden que se retiren las actuaciones contra el sindicato. Reclaman ¡°que no se utilice una pretendida unanimidad del feminismo como aval de ninguna medida legal que pueda afectar a las condiciones materiales de vida de muchas personas que trabajan en este sector ¨Cen todas sus variantes: prostituci¨®n, bailarinas, actrices, tel¨¦fono er¨®tico".
Las dos demandas? contra Otras (Organizaci¨®n de Trabajadoras Sexuales) parten de tres organizaciones: la asociaci¨®n pro Derechos Humanos L¡¯Escola, que act¨²a contra el Ministerio de Trabajo y otra conjunta de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres y la Plataforma 8 de Marzo de Sevilla, contra el sindicato.?? El Ministerio de Trabajo ha remitido adem¨¢s un escrito a la Fiscal¨ªa General del Estado para que tambi¨¦n impugne ese registro.
"El Gobierno no ha hecho nada"
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, lo defini¨® de una forma elocuente: "Nos han metido un gol por la escuadra". Cuando trascendi¨® en agosto la inscripci¨®n del sindicato OTRAS en el BOE, el ministerio relev¨® a la directora de Trabajo, Concepci¨®n Pascual, que firmaba esa orden. La organizaci¨®n pro derechos humanos L'Escola ha demandado al ministerio y solicitar¨¢, entre otros testimonios, el de Concepci¨®n Pascual. Su demanda se ver¨¢ en la Audiencia Nacional este mi¨¦rcoles, junto con la conjunta de la Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres y la Plataforma 8 de Marzo de Sevilla, que se dirige contra el sindicato OTRAS. "Pedimos la nulidad porque no ha habido un control de legalidad previo", se?ala Nuria Gonz¨¢lez, de L'Escola, que critica que "el Gobierno no ha hecho nada" para remediarlo. "Trabajo no ha actuado con la diligencia que requiere el tema", comparte Charo Carracedo, de la Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres, que considera que "la prostituci¨®n no puede ser en ning¨²n caso una actividad legalizable".
Activistas feministas como Justa Montero, Bego?a Zabala o Yayo Herrero; la concejala de Feminismos de Barcelona, Laura P¨¦rez; escritoras y periodistas como las mexicanas Elena Poniatowska y ?ngeles Mastretta o artistas como la directora de cine Isabel Coixet, entre otras, respaldan que se retire la demanda contra el sindicato. Dos de las firmantes, no obstante, se han descolgado de la iniciativa una vez que se ha hecho p¨²blica. Son la escritora Coral Herrera y la diputada de Podemos en el Congreso, Rita Bosaho. Ambas han se?alado razones similares: "He firmado probablemente en un momento de actividad m¨¢xima y sin la observaci¨®n requerida un documento regulacionista", dice Bolsaho en su cuenta de Twitter. Y a?ade: "Me considero abolicionista". Herrera a?ade en la suya: "He metido la pata hasta el fondo. Llevo unos d¨ªas de locura total con el viaje a M¨¦xico sin darme cuenta firm¨¦ un manifiesto regulacionista. Pero yo soy abolicionista".
En Espa?a, la prostituci¨®n es una pr¨¢ctica alegal. El Gobierno y gran parte de los colectivos feministas respaldan una postura abolicionista, que supone no considerar en ning¨²n caso esta actividad como un trabajo sino una forma de explotaci¨®n de la mujer. El gran ejemplo de esta pol¨ªtica es la que ejerce Suecia, que persigue y multa a los clientes y no a las mujeres. Ciudades como Sevilla aplican ordenanzas municipales en las que consideran a las prostitutas como v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. El Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez prometi¨® una legislaci¨®n propia sobre la trata y la explotaci¨®n sexual cuyo contenido a¨²n no ha trascendido. Otra forma de abordarla es el modelo regulacionista, presente en Alemania u Holanda. Significa reconocer a las mujeres como trabajadoras, con derecho a paro o Seguridad Social. En Espa?a lo defienden, por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Ada Colau (Barcelona en Com¨´).
Para las firmantes del manifiesto ¡°es un error de partida equiparar la trata de personas con fines de explotaci¨®n sexual no solo con la prostituci¨®n decidida sino con toda la diversidad de trabajos sexuales que hoy en d¨ªa se ejercen legalmente en este sector¡±. Una de las dificultades para abordar la posible regulaci¨®n de la prostituci¨®n son las cifras.
Antes de que se extienda m¨¢s informaci¨®n imprecisa, me gustar¨ªa aclarar lo siguiente?? #LeeBienLoQueFirmas pic.twitter.com/szdCSi80vk
— Rita Bosaho (@RitaBosaho) November 12, 2018
No existen datos oficiales del n¨²mero total de mujeres que ejercen la prostituci¨®n ni sobre el porcentaje de mujeres v¨ªctimas de trata, si bien la Polic¨ªa Nacional calcula que el 80% de quienes ejercen la prostituci¨®n son v¨ªctimas de la trata. Seg¨²n informes del Parlamento Europeo, los c¨¢lculos m¨¢s conservadores hablan de "una de cada siete" personas, aunque a?aden que hay fuentes que lo cifran entre el 70% y el 90% de prostitutas forzadas por grupos criminales.
¡°Contra la trata con fines de explotaci¨®n sexual no nos cansamos de exigir (y aqu¨ª s¨ª somos un¨¢nimes): medidas efectivas, una provisi¨®n suficiente de recursos humanos y materiales y la formaci¨®n de los cuerpos y ¨®rganos encargados de llevarlas a cabo¡±, prosiguen las firmantes del manifiesto que reclaman que no se impida ¡°en ning¨²n caso¡± la organizaci¨®n ¡°libre y aut¨®noma de colectivos de mujeres con el prop¨®sito de avanzar en derechos sociales y laborales b¨¢sicos¡±.
Las firmantes solicitan, adem¨¢s, que las mujeres que ejercen la prostituci¨®n ¡°tengan voz en este debate¡±. Y a?aden: "La clandestinidad solo favorece el estigma y la explotaci¨®n¡±. Rechazan que la sindicaci¨®n favorezca a los proxenetas. Eso es ¡°obviar un principio b¨¢sico del derecho sindical, esto es, que la autoorganizaci¨®n de los trabajadores y trabajadoras sirve para limitar el poder de la patronal y especialmente a quien pretende aprovecharse y explotar a otros econ¨®micamente¡±.
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