Una sentencia can¨®nica admite que la Iglesia ¡°miraba hacia otro lado¡± ante los abusos
EL PA?S publica el fallo de un tribunal eclesi¨¢stico que expuls¨® a un cura por violar repetidamente a una ni?a y admite la tolerancia de los obispos ante casos similares
El tribunal eclesi¨¢stico de la di¨®cesis de Mallorca dict¨® una sentencia can¨®nica en marzo de 2013 sobre un caso grave de abusos a menores en la que admite la culpa de la Iglesia por encubrimiento de estas conductas. EL PA?S hace p¨²blica esa sentencia, oculta hasta ahora como el resto de las impuestas por tribunales eclesi¨¢sticos.
La resoluci¨®n can¨®nica, protegida por el secreto pontificio, se produjo con el papa Francisco reci¨¦n elegido y vigente en Roma la doctrina de tolerancia cero frente a la pederastia. El fallo del tribunal eclesi¨¢stico admite en su apartado de hechos probados que ¡°con el paso del tiempo se ha dejado de encubrir a estas personas [curas pederastas], que por el cargo que ejerc¨ªan aparec¨ªan ante la sociedad adornadas de una honradez fuera de toda duda¡±.
La sentencia tambi¨¦n se?ala las debilidades de la Iglesia frente a estos casos: ¡°Se miraba, con frecuencia, hacia otro lado, disimulando los hechos que aparec¨ªan. Hoy en d¨ªa se habla de tolerancia cero ante los comportamientos abusivos, de los cuales se considera un agravante la autoridad con que los abusadores se presentan delante de las v¨ªctimas inocentes menores de edad¡±. Firmada por tres jueces y un notario eclesi¨¢sticos, todos ellos sacerdotes, la sentencia aplic¨® a este caso el castigo m¨¢s duro que prev¨¦ el C¨®digo Can¨®nico: ¡°Siendo muy graves, por su naturaleza y tambi¨¦n por su n¨²mero, los abusos sexuales cometidos por el acusador, se le impone a Pere Barcel¨® Rig¨®, presb¨ªtero, la pena m¨¢xima de expulsi¨®n del estado clerical¡±.
Es la primera sentencia eclesi¨¢stica en Espa?a tras el endurecimiento de la pol¨ªtica vaticana que impuso el papa Benedicto XVI que concluye con la expulsi¨®n del sacerdote abusador. Los hechos juzgados se remontan a 1998, cuando el catequista Mateu Ferrer sorprendi¨® al cura Pere Barcel¨® en ropa interior junto a una ni?a de 10 a?os en el sof¨¢ de la parroquia de Can Picafort. Ferrer investig¨® el caso por su cuenta, pregunt¨® a otros ni?os de la catequesis, habl¨® con el sacerdote que hab¨ªa ocupado la plaza antes del supuesto abusador y conoci¨® otros abusos del mismo cura en Cala Rajada a otras ni?as. Durante ese tiempo, el sacerdote sigui¨® abusando de la menor. Ese mismo a?o, el catequista comunic¨® los hechos a la di¨®cesis de Mallorca y a las autoridades civiles.
La Iglesia no hizo nada, ni siquiera abri¨® un procedimiento en el tribunal eclesi¨¢stico. El fiscal Pedro Horrach orden¨® diligencias para investigar lo sucedido, pero la ni?a a la que el catequista hab¨ªa visto con el sacerdote neg¨® los abusos y la causa se archiv¨® un tiempo despu¨¦s. Tuvieron que pasar m¨¢s de 10 a?os para que el caso renaciera tras un reportaje que emiti¨® la televisi¨®n auton¨®mica de Catalu?a, TV3, donde se recordaba el episodio de Can Picafort. El obispado de Mallorca se moviliz¨® y abri¨® un procedimiento a comienzos de 2011. En febrero de ese a?o, una mujer que supuestamente hab¨ªa sufrido abusos de Pere Barcel¨® en Cala Rajada ¡ªya prescritos ante la justicia¡ª denunci¨® los hechos a trav¨¦s de la asociaci¨®n de la Red de Ayuda de Ni?os Abusados (RANA) ante la di¨®cesis de Mallorca. En marzo, el obispo, monse?or Murgui Soriano, decidi¨® ¡°cesar de todos los oficios pastorales, apartar de todo trato con menores y prohibir el ejercicio p¨²blico del ministerio¡± a Barcel¨®.
Roma no solo aval¨® esta decisi¨®n, sino que la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, encabezada por el tambi¨¦n mallorqu¨ªn Luis Francisco Ladaria, levant¨® el plazo de prescripci¨®n de los supuestos delitos y orden¨® abrir el proceso penal contra el sacerdote. La v¨ªctima que dio origen a este caso y que neg¨® los abusos en 1998 admiti¨® por primera vez los hechos en noviembre de 2012 y tambi¨¦n se anim¨® a denunciarlos tanto a la justicia ordinaria como en la di¨®cesis. En su declaraci¨®n ante el Tribunal Eclesi¨¢stico detall¨® c¨®mo Pere Barcel¨® la hab¨ªa violado en una decena de ocasiones. Adem¨¢s de abusar de ella, el cura hizo uso de la violencia f¨ªsica, seg¨²n su relato. Le agarraba los brazos cuando ella forcejeaba o le ¡°tapaba la boca cuando ella sufr¨ªa dolor ante la penetraci¨®n¡±. La v¨ªctima explic¨® que si no lo cont¨® en su d¨ªa fue por miedo ante las amenazas del cura: ¡°Me avis¨® de que si dec¨ªa algo lo pagar¨ªa caro¡±.
El acusado neg¨® todos los hechos ante los jueces eclesi¨¢sticos y los atribuy¨® a una venganza del catequista que lo denunci¨® y del cura que ocup¨® antes su puesto en Can Picafort. En marzo de 2013, el tribunal eclesi¨¢stico fall¨® contra el sacerdote, al que expuls¨® del estado clerical. Es la primera vez que la Iglesia condena a un sacerdote a la m¨¢xima pena antes de que se publique una sentencia por los mismos delitos en la justicia civil. La Iglesia cat¨®lica espa?ola silenci¨® durante d¨¦cadas los casos de pederastia que instruy¨® en sus tribunales eclesi¨¢sticos o conoci¨®. Tampoco hizo p¨²blicas las medidas que adopt¨®, si lo hizo, contra los abusadores. Las 70 di¨®cesis espa?olas guardan silencio sobre los casos de pederastia que han instruido en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se niegan a facilitar las sentencias de sus tribunales eclesi¨¢sticos porque siguen estando, sostienen, bajo secreto pontificio.
La confesi¨®n ante la Audiencia de Palma
Tras la sentencia eclesi¨¢stica que lo expulsaba de la Iglesia, Pere Barcel¨® se enfrent¨® en 2014 a un proceso judicial en los tribunales mallorquines, un a?o despu¨¦s de haber sido apartado por el Tribunal Eclesi¨¢stico de Mallorca. La Secci¨®n Segunda de la Audiencia Provincial de Palma conden¨® el 7 de julio de 2016 a Pere Barcel¨® a seis a?os de prisi¨®n "por un delito continuado de agresi¨®n sexual con penetraci¨®n bucal y acceso carnal a menor de 12 a?os".
A diferencia del proceso can¨®nico, en el que neg¨® todas las acusaciones, el sacerdote reconoci¨® ante la Audiencia Provincial todos los delitos "punto por punto y hecho por hecho". En el turno de la ¨²ltima palabra, "acept¨® la calificaci¨®n jur¨ªdica y la pena solicitada por las acusaciones". El tribunal aclara en la sentencia que no procede fijar una reparaci¨®n econ¨®mica para la v¨ªctima porque la iglesia ya se hab¨ªa ocupado de ello en la resoluci¨®n can¨®nica.
La reparaci¨®n del da?o y la confesi¨®n de los hechos por parte de Pere Barcel¨® fueron atenuantes para que la Fiscal¨ªa rebajara su petici¨®n de pena y aceptara los seis a?os de c¨¢rcel que el sacerdote est¨¢ cumpliendo en la prisi¨®n de Segovia.
La Conferencia Episcopal rechaza, de momento, revisar el pasado de abusos como han hecho las c¨²pulas eclesi¨¢sticas en Alemania, Irlanda y Francia. Desde que EL PA?S hiciera p¨²blica esta circunstancia, m¨¢s de 200 personas han trasladado a este peri¨®dico su experiencia como supuestas v¨ªctimas de abusos a manos de curas que nunca se atendieron por parte de la Iglesia. Los casos abarcan desde la d¨¦cada de los cincuenta hasta nuestros d¨ªas. En los tribunales de justicia apenas hay 40 sentencias condenatorias a curas en los ¨²ltimos 30 a?os.
Los protocolos de la Iglesia, hasta hace dos a?os, no obligaban al obispo a poner en conocimiento de los tribunales de justicia ordinarios las denuncias de abusos que recibiera. La Conferencia Episcopal ha creado una comisi¨®n para actualizar los protocolos y obligar a los obispos a poner los hechos en conocimiento de la Fiscal¨ªa.?
En los ¨²ltimos d¨ªas, el secretario general de la Conferencia Episcopal ha admitido que durante a?os la Iglesia espa?ola guard¨® un ¡°silencio c¨®mplice¡± ante los casos de pederastia, aunque lo enmarc¨® en un contexto de ¡°inacci¨®n de toda la sociedad¡±. El consejo presbiterial de Salamanca tambi¨¦n emiti¨® un comunicado en el que pide perd¨®n por los casos de abusos sexuales que EL PA?S ha destapado en las dos ¨²ltimas semanas: ¡°Reconocemos que es un esc¨¢ndalo y asumimos como propio el dolor causado sinceramente y pedimos perd¨®n¡±.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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