La ¡®avalancha violeta¡¯ saca a la calle en Francia a miles de mujeres
En v¨ªsperas del 25N reclaman pol¨ªticas ¡°ambiciosas¡± contra la violencia sexista y sexual
Ya no basta con liberar la palabra, hay que pasar a la acci¨®n. Un a?o despu¨¦s de la explosi¨®n del movimiento Me Too que dio a conocer los testimonios de incontables mujeres en todo el mundo denunciando haber sido v¨ªctimas de acoso, miles de francesas ¡ªy franceses¡ª marcharon este s¨¢bado en Par¨ªs y en medio centenar de ciudades de toda Francia para exigir ¡°pol¨ªticas p¨²blicas ambiciosas¡± que contribuyan de manera decisiva a reducir el todav¨ªa alto grado de violencia sexual y sexista que se vive en el pa¨ªs
Del Me Too al Nous Toutes. No es casual la decisi¨®n de pasar del ¡°yo tambi¨¦n¡± al ¡°todas nosotras¡±, una se?al de que, a un a?o del movimiento que liber¨® la palabra de la mujer, las francesas consideran que es hora de colectivizar un movimiento que reclama avances m¨¢s claros contra la violencia sexista y sexual en toda la sociedad. Y acciones. ¡°No basta con hablar, hay que pasar del testimonio a la acci¨®n¡±, sostiene la militante feminista Caroline de Haas. Y eso, a su vez, requiere de ¡°pol¨ªticas p¨²blicas ambiciosas¡±, reclam¨® en v¨ªsperas de la marcha de este s¨¢bado. Seg¨²n la organizaci¨®n del evento, unas 30.000 personas marcharon en Par¨ªs y en total 50.000 en las 50 manifestaciones convocadas en toda Francia. La polic¨ªa cifr¨® en 12.000 los participantes en la capital. En cualquier caso, mucho m¨¢s que las 2.000 personas que salieron a la calle hace un a?o. ¡°Es la movilizaci¨®n m¨¢s grande contra la violencia sexista y sexual que ha vivido Francia¡±, proclam¨® De Haas al t¨¦rmino del recorrido, en la c¨¦ntrica Place de la R¨¦publique.
?Si el problema de la violencia de g¨¦nero es conocido, la receta lo es m¨¢s, subrayan las organizadoras: campa?as p¨²blicas decididas y una mejor formaci¨®n del personal responsable de atender casos de violencia de g¨¦nero, lo que requiere, sobre todo, suficientes fondos, el gran mal del que se quejan pr¨¢cticamente todas las organizaciones de mujeres en el pa¨ªs. De Haas pone el ejemplo de las exitosas campa?as de seguridad vial o de lucha contra el tabaquismo: ¡°Hubo muchos debates sobre dejar de fumar antes de que se prohibiera fumar en los bares. Pero hoy a nadie se le ocurre ya encender un cigarrillo dentro de un bar¡±, se?ala. ¡°Tenemos campa?as p¨²blicas que han cambiado, con ¨¦xito, comportamientos sociales. Es decir, tenemos la receta. Si lo aplicamos a la violencia contra las mujeres, tendremos m¨¢s ¨¦xito. Para cambiar, hacen falta pol¨ªticas p¨²blicas ambiciosas¡±, insiste.
?Y cambiar, hay mucho todav¨ªa por cambiar. Las cifras hablan por s¨ª solas. La media de mujeres de 18 a 75 a?os que declaran haber sido v¨ªctimas de violencia f¨ªsica o sexual por parte de su pareja en Francia es de 225.000 al a?o. En 2016, 123 mujeres murieron a causa de violencia de g¨¦nero, una cada tres d¨ªas. M¨¢s de 250 mujeres son violadas cada d¨ªa en Francia. Y esto son cifras oficiales que datan, en su mayor¨ªa, de antes de que el movimiento Me Too llevara a aumentar el n¨²mero de denuncias de casos: en los siete primeros meses de 2018, las denuncias de violencia sexual aumentaron 23,1% respecto del mismo periodo del a?o anterior, seg¨²n el Ministerio del Interior. Una encuesta presentada esta semana por la fundaci¨®n Jean Jaur¨¨s indica que el 86% de las francesas dicen haber sufrido alg¨²n tipo de acoso o violencia sexual en la calle ¡ªdesde gestos o comentarios groseros a agresiones f¨ªsicas¡ª en alg¨²n momento de su vida.
?¡°La gente tiene que tomar conciencia del peligro de la violencia sexual¡±, explicaba Marie-Claire, una mujer que, pese a sus 80 a?os, sali¨® este s¨¢bado a recorrer varios kil¨®metros de la marcha.
¡°Se tienen que hacer grandes campa?as de sensibilizaci¨®n y desde la infancia, hay que empezar pronto para inculcar buenos h¨¢bitos¡±, acot¨® Tatiana, una veintea?era que tambi¨¦n acudi¨® a la convocatoria en el centro de la capital francesa en la que tambi¨¦n participaron muchos hombres, como Claude. ¡°Los derechos de las mujeres son los derechos de todos. Y si reculan sus derechos, reculan los de todos¡±, resumi¨®. Mezclado entre el grupo de feministas de origen latino ¡ªel pa?uelo verde de la lucha a favor del aborto en Argentina estuvo bien visible en la protesta francesa¡ª caminaba tambi¨¦n David, un chileno veintea?ero que contaba que fue su novia la que le hizo darse cuenta de que ¡°vivimos sumidos en una cultura machista, desde los chistes entre amigos a la actitud en la familia, de la que no es f¨¢cil salir¡±. Por eso, se?al¨®, ¡°hace falta educaci¨®n y acompa?amiento¡±.
?Pese a haber sido convocada mucho antes y contar con una participaci¨®n contundente, la movilizaci¨®n violeta de las mujeres se vio medi¨¢ticamente ahogada por los disturbios provocados por los ¡°chalecos amarillos¡± que tambi¨¦n se desplegaron este s¨¢bado por Par¨ªs para protestar contra el alza del precio de los combustibles y la p¨¦rdida del poder adquisitivo. ¡°Pero no somos incompatibles¡±, aseguraba Wahiba, una sindicalista que se manifestaba con varias decenas m¨¢s de ¡°chalecos amarillos¡± en la plaza de la R¨¦publique cuando convergieron las feministas.
?Buena parte del ¨¦xito de la que apunta a convertirse en una de las manifestaciones feministas m¨¢s concurridas de los ¨²ltimos a?os en Francia se debe a la intensa movilizaci¨®n en la pasada semana.
?La petici¨®n en la plataforma change.org llamando a crear una ¡°avalancha feminista¡± este 24 de noviembre, v¨ªspera del d¨ªa internacional de la eliminaci¨®n de la violencia de g¨¦nero, suma m¨¢s de 176.000 firmas. Adem¨¢s, se han multiplicado los apoyos a la marcha, incluso de sectores que hasta ahora no se hab¨ªan pronunciado de manera conjunta sobre el tema, como los sindicatos. Los principales l¨ªderes sindicales firmaron el lunes una tribuna en Le Monde a favor de la marcha. ¡°Marcharemos para exigir normas estrictas en las empresas para proteger a las mujeres de esta violencia y para la implementaci¨®n de medios de prevenci¨®n y de control¡±, anunciaron los sindicalistas de todo signo. Despu¨¦s de otra columna en apoyo a la marcha firmada por 250 escritoras, artistas, intelectuales y activistas, el viernes fue el turno de 400 periodistas en apoyo a la marcha contra una lacra que sufren tambi¨¦n estas profesionales y reclamando que los medios de comunicaci¨®n participen tambi¨¦n en la denuncia de ¡°la violencia contra las mujeres, que son sist¨¦micas y deben ser tratadas como tales en nuestros peri¨®dicos, nuestras webs y nuestras antenas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- D¨ªa contra violencia g¨¦nero
- D¨ªas mundiales
- Violencia g¨¦nero
- Machismo
- Violencia
- Derechos mujer
- Sexismo
- Relaciones g¨¦nero
- Mujeres
- Sucesos
- Eventos
- Prejuicios
- Movimiento de los chalecos amarillos
- Combustibles
- Precios
- Protestas sociales
- Malestar social
- Movimientos sociales
- Energ¨ªa no renovable
- Problemas sociales
- Fuentes energ¨ªa
- Sociedad
- Energ¨ªa