Luz de luna
Chang¡¯e 4 obtendr¨¢ valiosos datos sobre la geolog¨ªa de la cara oculta, que ya sabemos que no es igual que la visible.
La carrera espacial ha sido un poco como la l¨®gica de los medios. Una vez solventado el problema de viajar a la Luna, y ejecutado el prodigio unas cuantas veces, la NASA, los sovi¨¦ticos y los que vendr¨ªan despu¨¦s se olvidaron del tema por facil¨®n y repetido. Neil Armstrong dio un peque?o paso para el hombre y un gran paso para la humanidad cuando pis¨® la Luna, pero de los dem¨¢s astronautas que lo hicieron despu¨¦s solo se acuerdan en su casa.
Las primeras misiones a la Luna viajaron a su cara visible. Era lo l¨®gico: ya habr¨ªa misiones posteriores que alunizaran en el lado oscuro. Pero no las hubo, porque una vez cansados todos de la carrera espacial, y agotados los presupuestos que los l¨ªderes bipolares estaban dispuestos a dedicar a ella, el asunto dej¨® de tener sentido. Sentido pol¨ªtico, se entiende. El inter¨¦s cient¨ªfico de la Luna sigue intacto en nuestros tiempos, casi medio siglo despu¨¦s de que Armstrong posara su bota en nuestro sat¨¦lite.
El gran problema para explorar la cara oculta de la Luna no pertenece al g¨¦nero de la astrof¨ªsica, sino al de las telecomunicaciones. Richard Nixon no habr¨ªa podido hablar con Armstrong si ¨¦ste hubiera aterrizado en la cara oculta. Peor a¨²n ser¨ªa la situaci¨®n de un rover o un robot que se pose all¨ª. Armstrong, al fin y al cabo, podr¨ªa haberse apa?ado con su propio criterio de militar, pero el robot no sabr¨ªa qu¨¦ hacer ante un imprevisto. Estar¨ªa tan a oscuras de las emisiones radiof¨®nicas terrestres como nosotros lo estamos de ese lado que menciona la famosa canci¨®n.
Para que los ingenieros de la agencia espacial china puedan enviar instrucciones a la nave para el aterrizaje y la exploraci¨®n, ha sido preciso enviar por anticipado otro sat¨¦lite, Queqiao, que lleva desde junio en una ¨®rbita m¨¢s all¨¢ de la Luna, desde donde puede ver el lado oculto, y tambi¨¦n recibir los datos del robot lunar y transmitirlos a la Tierra.
Chang¡¯e 4 obtendr¨¢ valiosos datos sobre la geolog¨ªa de la cara oculta, que ya sabemos que no es igual que la visible. Tambi¨¦n llevar¨¢ all¨ª huevos de gusano de seda y semillas de patata y de flores. Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa precisemos de todo eso para sobrevivir all¨ª.
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