El obispo de Salamanca mantuvo tres a?os a un cura pederasta confeso que el Vaticano ped¨ªa apartar
En la web de la parroquia el sacerdote aparece concelebrando misa con el jefe de la di¨®cesis y rodeado de ni?os recibiendo a los Reyes Magos
El obispo de Salamanca mantuvo tres a?os, entre 2011 y 2014, a Isidro L¨®pez Santos, un cura denunciado can¨®nicamente por abuso de menores en 2011, que ya hab¨ªa confesado su culpabilidad y contra el que el Vaticano hab¨ªa ordenado dos veces actuar de forma cautelar hasta la sentencia del proceso eclesi¨¢stico. Pero el obispo Carlos L¨®pez no hizo nada, tan solo le jubil¨® al cabo de un a?o y medio, para colocarle en otra parroquia como ayudante de un cura amigo suyo donde continu¨® con su labor y en contacto con menores. Era la parroquia de La Anunciaci¨®n-San Mateo, y el blog de esta iglesia demuestra que durante esos dos a?os, hasta que fue condenado, ejerci¨® como sacerdote a todos los efectos. Es m¨¢s, en mayo de 2013 aparece en una fotograf¨ªa concelebrando una confirmaci¨®n con el propio obispo de Salamanca, que por tanto no pod¨ªa ignorar que segu¨ªa con su actividad. Se ve al cura en celebraciones, comuniones, bautizos, unciones de enfermos, y hasta recibiendo a los Reyes Magos con los ni?os del barrio. Hay al menos una docena de fechas documentadas con fotograf¨ªas en el periodo en el que se le supon¨ªa apartado. El obispado de Salamanca se ha negado a responder a las preguntas sobre este caso.
La sentencia del Vaticano lleg¨® en mayo de 2014 y fue una condena que prohib¨ªa a este cura el ministerio, vestir el h¨¢bito y el contacto con ni?os. En las d¨¦cadas anteriores hab¨ªan llegado ya varias denuncias contra ¨¦l, pero todas fueron deso¨ªdas por no juzgarse "veros¨ªmiles", reconoci¨® el Vaticano en la resoluci¨®n. Fue en las etapas de los obispos Mauro Rubio, ya fallecido; Braulio Rodr¨ªguez, hoy arzobispo de Toledo; y el actual, Carlos L¨®pez.
En el proceso se personaron al menos tres v¨ªctimas, localizadas por este peri¨®dico, que denunciaron abusos desde 1982 a mediados de los noventa, ya prescritos entonces, en la parroquia de San Juli¨¢n. La sentencia, a la que tuvo acceso EL PA?S por medio de la grabaci¨®n de la lectura del documento, revela las fechas del proceso, lo que se ordenaba al obispo y pone en evidencia que, por el contrario, no se tom¨® ninguna medida especial. Es m¨¢s, Javier Paz, la v¨ªctima que abri¨® el proceso con su denuncia de 2011, est¨¢ convencido de que en realidad el obispado no emprendi¨® ning¨²n tr¨¢mite y simplemente trat¨® de ganar tiempo.
Este viernes por la ma?ana, Paz present¨® en el obispado de Salamanca un escrito para pedir que le entreguen la documentaci¨®n de su expediente y denunciar la inacci¨®n de la di¨®cesis. ¡°Solo habl¨¦ con el obispo a solas varias veces, ni me tomaron declaraci¨®n, ni hubo notarios ni nada. Quiero saber si se han seguido los cauces legales y si no es as¨ª, tomar las medidas correspondientes", explica. Denuncia que "hay un desamparo hacia las v¨ªctimas, una falta de educaci¨®n y de respeto hacia ellas". "El silencio que guardan hasta el d¨ªa de hoy nos resulta c¨®mplice y doloroso", ha concluido.
La denuncia de Javier Paz, una de las primeras v¨ªctimas en Espa?a en aparecer en los medios de comunicaci¨®n, es de febrero de 2011. El 1 de septiembre de ese a?o, seg¨²n resume la sentencia final, la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe ya remiti¨® al obispo un oficio para pedir el inicio de la investigaci¨®n preliminar ¡°y la aplicaci¨®n al acusado de las oportunas medidas cautelares, seg¨²n el canon 1722¡±. Este art¨ªculo dice que, ¡°para evitar esc¨¢ndalos, defender la libertad de los testigos y garantizar el curso de la justicia, puede el ordinario, despu¨¦s de o¨ªr al promotor de justicia y habiendo citado al acusado, apartar a este, en cualquier fase del proceso, del ejercicio del ministerio sagrado". Pero la di¨®cesis no hizo nada. Empez¨® la investigaci¨®n y el 7 de noviembre de 2011, seg¨²n la sentencia, el obispo interrog¨® al acusado, que ya hizo ¡°una confesi¨®n parcial con un escrito¡±. En todo caso, Paz afirma que ya confes¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de su denuncia, seg¨²n le comunic¨® el propio obispo. Adem¨¢s ¡°diversos testimonios corroboraron¡± las acusaciones. Pero el responsable de la di¨®cesis sigui¨® sin hacer nada.
Pas¨® un a?o y el 19 octubre de 2012, prosigue la sentencia, el Vaticano ¡°autoriz¨® al obispo a entablar un proceso administrativo penal a cargo del cl¨¦rigo, no sin previamente haberle ofrecido la posibilidad de pedir dispensa de las obligaciones del sacerdocio, incluida la del celibato¡±. Es m¨¢s, la Santa Sede ¡°pidi¨® al obispo que aplicara todas aquellas medidas cautelares que fueran consideradas necesarias y as¨ª comunicarlas cuanto antes al dicasterio¡±. Lo que hizo Carlos L¨®pez fue sugerirle al acusado que se jubilara, para no tenerle que echar y salvar las apariencias, seg¨²n le cont¨® a Javier Paz en una conversaci¨®n grabada a la que ha tenido acceso este peri¨®dico. El cura, Isidro L¨®pez, se retir¨® y fue apartado, pero solo aparentemente. En realidad se traslad¨® a la parroquia de la Anunciaci¨®n-San Mateo y all¨ª sigui¨® su labor habitual, como ayudante del titular.
El blog que recoge la actividad de esta parroquia demuestra que durante esos dos a?os, hasta que fue condenado, ejerci¨® como sacerdote a todos los efectos. Mientras tanto, la pericia psicol¨®gica, dice la sentencia, ¡°detect¨® serios problemas en la estructura interps¨ªquica del acusado, coherente con la comisi¨®n de los delitos¡±. Pero Isidro L¨®pez segu¨ªa como sacerdote.
Para entonces, en verano de 2013, se unieron a Javier Paz otras dos v¨ªctimas. Fue cuando se enter¨® la madre de uno de ellos, que sufri¨® abusos de los 10 a los 18 a?os. Esta mujer comenz¨® entonces a llamar al obispo para hablar con ¨¦l. ¡°Pero no me hizo ni caso, hasta que un d¨ªa me present¨¦ all¨ª y el secretario no me dej¨® ni pasar de la puerta, un se?or muy maleducado. Me trat¨® fatal y me dijo: ¡®El obispo no tiene nada que hablar con usted¡±. Esta mujer decidi¨® que no se rendir¨ªa y escribi¨® una carta al Vaticano, que le respondi¨® que abrir¨ªa una investigaci¨®n. Y a los pocos d¨ªas el obispo por fin la llam¨®. De hecho, seg¨²n relata la sentencia, fue porque se lo ordenaron desde Roma: ¡°El 11 de septiembre de 2013 y a requerimiento de este dicasterio el obispo encontr¨® uno de los testigos principales del proceso, la madre de la v¨ªctima principal¡±. La terminolog¨ªa es curiosa, porque el hijo de esta mujer acababa de incorporarse al proceso, pero el Vaticano lo consideraba ¡°la v¨ªctima principal¡±. Es tan llamativo que en la grabaci¨®n de la lectura de la sentencia el cl¨¦rigo se ve obligado a interrumpir para decir que se trata de un error: ¡°Aqu¨ª se han liado con las personas¡±. Para Javier Paz, m¨¢s que de un error del Vaticano en un tema tan grave, se trata de un indicio m¨¢s de que los datos no encajan. Sospecha que su proceso no se abri¨® realmente hasta que la madre de otra v¨ªctima se salt¨® al obispado y escribi¨® directamente al Vaticano.
"Mi hijo suspendi¨® todas para que le castigara sin campamento, y el cura vino a buscarle a casa"
La madre de la tercera v¨ªctima de Isidro L¨®pez localizada por este peri¨®dico recuerda el cambio radical que peg¨® su hijo cuando empez¨® a ir, con diez a?os, a pasar las tardes en la parroquia de San Juli¨¢n con Isidro L¨®pez. Unos locales con mesas de ping pong y juegos. ¡°Ya no era ¨¦l, era muy alegre y se volvi¨® introvertido, durante a?os fue un extra?o para nosotros. Y yo tengo la espina de que yo misma le animaba a ir, le met¨ª en la cueva del lobo¡±, lamenta. Cuando iba a buscarle se lo encontraba viendo la tele con el cura en una mesa camilla, cubiertos por el mantel. L¨®pez le sol¨ªa repetir una frase que a ella no le gustaba nada: ¡°Este ni?o va a ser un santo o un demonio¡±.
Con once a?os el ni?o empez¨® a sacar malas notas y portarse mal. Su madre le advirti¨® de que si segu¨ªa as¨ª no ir¨ªa al campamento: ¡°Suspendi¨® casi todas para no ir, pero el cura se present¨® en casa para convencernos de que le dej¨¢ramos, y al final fue¡±. Esta mujer est¨¢ segura de que su hijo no fue el ¨²nico que pas¨® por eso: ¡°De su generaci¨®n muy pocos se habr¨¢n librado¡±. No reconoci¨® a su hijo hasta 2013: ¡°Cuando denunci¨® y me enter¨¦, me lo cont¨® y me dio un abrazo que llevaba 20 a?os esperando¡±.
Esta mujer tiene un recuerdo terrible de aquella reuni¨®n con el obispo, Carlos L¨®pez: ¡°Fue una charla de caf¨¦, evitaba el tema. Todo se reduc¨ªa a que hab¨ªa que rezar por don Isidro, el cura. Eso y que al obispo le dol¨ªa la espalda. Una verg¨¹enza¡±. Pero su sorpresa fue mayor cuando descubri¨® que el sacerdote segu¨ªa con su vida habitual en la parroquia de La Anunciaci¨®n-San Mateo. As¨ª que en febrero de 2014 volvi¨® a escribir al Vaticano. En la carta dec¨ªa: ¡°Me parece totalmente amoral que esta persona contin¨²e en contacto con j¨®venes y ni?os, administrando sacramentos y celebrando la eucarist¨ªa como si nada hubiese ocurrido (¡). Me parece que todo esto se est¨¢ extendiendo demasiado en el tiempo, ya que creo que existen pruebas m¨¢s que evidentes de que este hombre es culpable de un delito de pederastia cometido sobre docenas y docenas de ni?os (¡) Siempre cre¨ª que este hombre estar¨ªa apartado de su ministerio y, por casualidad, me entero que contin¨²a diciendo misa dominical en la parroquia de la Anunciaci¨®n¡±.
Por fin lleg¨® la condena y en agosto de 2014 el obispado hizo p¨²blica la sentencia, pero solo anunci¨® que a Isidro L¨®pez se le prohib¨ªa ejercer su ministerio. Silenci¨® el resto de la condena y sus contundentes palabras, y tambi¨¦n que hab¨ªa varias v¨ªctimas. Javier Paz, que ya hab¨ªa denunciado en p¨²blico lo ocurrido, pareci¨® la ¨²nica v¨ªctima. A¨²n hoy est¨¢ reclamando una copia de la sentencia.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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