V¨ªctimas de abusos denuncian que la Iglesia les da la espalda

Manuel Vilar, v¨ªctima de abusos en Artana (Castell¨®n) a principios de los a?os ochenta dice que nadie del Obispado de Segorbe-Castell¨®n ni ninguna otra instancia se ha puesto en contacto con ¨¦l y comenta que no ve ning¨²n cambio "en su actitud de silenciar todo lo ocurrido ni que est¨¦n afrontando como deber¨ªan un problema de esta magnitud". Vilar comenta que las palabras del Papa est¨¢n bien, pero dice que a las personas que han sufrido abusos les "suenan muy lejanas". Este afectado subraya que lo principal es pedir perd¨®n a cada afectado. "La Iglesia no empezar¨¢ a mostrar que se toma esto en serio hasta que en cada parroquia y colegio se note la voluntad sincera de investigar a fondo todo lo ocurrido", asevera.

Javier Paz, v¨ªctima del cura Isidro L¨®pez en Salamanca entre 1982 y 1992, siente las recientes declaraciones de papa Francisco como un "peque?o abrazo", pero comenta que "echa de menos que se hable de los encubridores" de los casos de pederastia. "No basta disculpar con una ligera reprimenda a esos obispos, y sus s¨¦quitos, que han encubierto a los abusadores", explica. La di¨®cesis de Salamanca no se ha puesto en contacto con ¨¦l para pedirle perd¨®n ¡ªcomo s¨ª hizo p¨²blicamente ante los medios¡ª.?"Es de justicia que la iglesia nos trate con respeto y ponga interlocutores v¨¢lidos aqu¨ª en Espa?a", subraya Paz.

Teresa Conde, abusada sexualmente por un religioso trinitario en Salamanca hace 36 a?os, reconoce que tanto el violador como el cura que supo de los hechos llamaron, tas publicase su caso, a sus padres para pedir perd¨®n. A ella, dice, nadie la llam¨®. ¡°A m¨ª nunca me ha pedido perd¨®n nadie. El mes pasado recib¨ª la llamada del superior de los trinitarios, Daniel Garc¨ªa, para justificar su ausencia absoluta de compromiso conmigo. Ahora le asusta que hable. Tampoco me pidi¨® perd¨®n¡±, explica Conde. La v¨ªctima comenta que la Iglesia le ha despojado de ¡°todo aquello que se pudiera considerar humano¡± y contin¨²a sin reconocerla como v¨ªctima de abusos. ¡°Siento que abusan doblemente de nosotros: primero cuando nos violan y luego, cuando tienen que reconocer las violaciones. Entonces es m¨¢s duro a¨²n¡±, opina Conde.

Emiliano ?lvarez contin¨²a a la espera de la sentencia can¨®nica que acusa al sacerdote ?ngel S¨¢nchez Cao de abusar de ¨¦l a finales de los a?os setenta en el seminario menor de La Ba?eza (Le¨®n). La investigaci¨®n can¨®nica se inici¨® en 2017 y, de momento, no ha concluido. El supuesto abusador fue apartado la semana pasada despu¨¦s de que el obispado admitiese haber recibido "noticias fundadas" de otros abusos a menores cometidos por mismo cura. El supuesto abusador continu¨® durante dos a?os oficiando misas y comuniones en Veigamu¨ª?os (Orense). Men¨¦ndez tampoco ha contactado con ?lvarez para preguntarle c¨®mo est¨¢.?"Llevo dos a?os manifest¨¢ndome en las puertas del obispado de Astorga y nadie me ha hecho caso. Nunca han querido hablar conmigo, es m¨¢s, una vez llamaron a la polic¨ªa para que me quitara mi pancarta. He sido muy maltratado", dice ?lvarez, que asegura que la Iglesia "ha volado todos los puentes de comunicaci¨®n con las v¨ªctimas". El exseminarista confiesa que no conoce al obispo de Astorga a pesar de que se ha concentrado a un metro de ¨¦l contra los abusos en la Iglesia.?"No ha tenido ni la piedad para dirigirse a m¨ª. Ni una palabra de aliento. Al contrario, todo cr¨ªticas", subraya.

Yolanda Mart¨ªn, hija del octogenario Leopoldo Mart¨ªn que sufri¨® abusos en un internado de los Hermanos La Salle en los a?os cuarenta, dice que, tras publicarse el relato de su padre, mucha gente le mostr¨® su apoyo. En particular, una persona contact¨® con ¨¦l para hablar sobre el latirismo ¡ªenfermedad neuromuscular¡ªque padece a consecuencia de la mala alimentaci¨®n que tuvo durante el a?o que pas¨® en el internado. Por otro lado, la Iglesia y la orden no les han llamado para preguntar c¨®mo esta y pedirle perd¨®n. "Creo que ya ha pasado mucho tiempo. Nosotros ya no contamos con ello", comenta la hija de la v¨ªctima.

V.C. afirma que su caso sigue en recurso ante la justicia civil y que la di¨®cesis de Oviedo no ha contactado con ella ni con su abogada para preguntarle c¨®mo est¨¢ o si ha decidido abrir una investigaci¨®n can¨®nica que, pese a conocer su denuncia, jam¨¢s llev¨® a cabo. "A efectos pr¨¢cticos, tras salir en los medios, no ha pasado nada", confiesa V.C.

¡°No me han llamado y no creo que lo hagan. A lo mejor hay v¨ªctimas que somos m¨¢s pesadas o estamos m¨¢s encima del tema y no quieren saber nada de nosotros¡±, ha comentado Javier, v¨ªctima de abusos por parte del sacerdote Jos¨¦ Manuel Ramos Gord¨®n a finales de los ochenta en el seminario menor de La Ba?eza (L¨¦on). Tras la publicaci¨®n de este diario de unas conversaciones donde el obispo que instruy¨® su caso, Juan Antonio Men¨¦ndez, tambi¨¦n presidente de la comisi¨®n reservada, se negaba a hacerle una reparaci¨®n, Men¨¦ndez tild¨® a Javier en una entrevista en la Cope como un chantajista.

Juan Cuatrecasas, padre del ni?o abusado en el colegio del Opus de Gaztelueta entre 2008 y 2010, afirma que el Vaticano no se ha vuelto a poner en contacto con ellos para pedirles disculpas, a pesar de que antes de que saliera la sentencia que ha condenado al profesor a 11 a?os de c¨¢rcel pidi¨® que se restaurara su nombre. ¡°Todo lo contrario. El colegio contin¨²a haciendo ruedas de prensa diciendo que la versi¨®n de mi hijo es falsa¡±, explica Cuatrecasas.

"Soy la madre de un chico que fue abusado por el cura Isidro L¨®pez durante 10 a?os (entre los 8 y los 18). A d¨ªa de hoy, mi hijo es un hombre casado y con hijos, pero a¨²n contin¨²a el infierno que pas¨®. No puede ser feliz", as¨ª comienza el mensaje de la madre de una de las v¨ªctimas de L¨®pez para decir que, de momento, nadie se ha puesto en contacto con ellos para pedir perd¨®n. No obstante, dice que no se rendir¨¢ y asegura que, aunque el delito ha prescrito y la v¨ªa judicial no la ampara, no parar¨¢ "hasta conseguir que Salamanca entera sepa qui¨¦n es esa persona que destroz¨® la infancia y la adolescencia de tantos ni?os".