La ampliaci¨®n del puerto contra la tortuga boba

Agaete es un pueblito grancanario de peque?as casas blancas y callejones con macetas donde los turistas llegan en busca de naturaleza, tranquilidad y pescado fresco junto al mar. Tambi¨¦n es el centro de la ¨²ltima pol¨¦mica ambiental en Canarias, debido a la decisi¨®n del Gobierno regional, de Coalici¨®n Canaria, de seguir con el proyecto de ampliaci¨®n de su puerto, a pesar del enorme rechazo que genera en el pueblo.

¡°Una obra as¨ª solo va a aumentar la contaminaci¨®n qu¨ªmica, ac¨²stica y visual¡±, afirma Natacha Aguilar, bi¨®loga marina y profesora de la Universidad de La Laguna. La ampliaci¨®n ocupar¨¢ m¨¢s del doble de la superficie actual, con un dique de dos partes, una de 587 metros mar adentro y otra perpendicular de 398. En este per¨ªmetro, que colinda con la reserva de la biosfera de Gran Canaria, hay especies protegidas como la tortuga boba, la almeja canaria, el bucio o la estrella de mar, seg¨²n informes ambientales de la Administraci¨®n auton¨®mica.

La declaraci¨®n de impacto ambiental, de 2013, advierte de que el vertido de materiales durante la construcci¨®n puede alcanzar a poblaciones submarinas de gorgonia amarilla y roja que hay al norte de Agaete o a las praderas de cystoseira abies-marina de Sardina del Norte, ¨¢rea de gran inter¨¦s ambiental para la Uni¨®n Europea, a dos kil¨®metros del puerto. Son especies valiosas para los ecosistemas marinos que contribuyen a los recursos pesqueros de la zona.

"Si hay que cambiar alguna tipolog¨ªa constructiva para proteger a alguna especie, se har¨¢", afirma On¨¢n Cruz, viceconsejero de infraestructuras y transportes, que asegura que se minimizar¨¢ el vertido de residuos finos, que son los que alcanzan largas distancias. ¡°La declaraci¨®n de impacto tiene unos condicionantes que hay que cumplir¡±.

¡°Canarias no puede firmar convenios de conservaci¨®n y luego actuar como si no existieran¡±, afirma Aguilar, que considera que el estudio en el que se basa la declaraci¨®n de impacto ambiental no tiene valor cient¨ªfico. ¡°No cuantifica adecuadamente los impactos, que son denunciables a Europa¡±. Seg¨²n el viceconsejero Cruz, se est¨¢n actualizando los informes medioambientales.

El Ejecutivo canario defiende que la obra, con un presupuesto de 44,6 millones de euros, el 85% financiado con fondos europeos, es de ¡°inter¨¦s general¡± para la estrategia de transporte interinsular de personas y mercanc¨ªas y cumple con una sentencia del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea que obliga al puerto de Agaete a dejar de funcionar con el monopolio de una compa?¨ªa. La sentencia, sin embargo, no impide que dos empresas compartan el uso de la infraestructura actual. Pero Cruz asegura que ¡°en las condiciones actuales, por seguridad y por operatividad, no pueden funcionar dos navieras¡±.

¡°Ampliar un puerto por no ser capaces de coordinar el horario de dos compa?¨ªas es inadmisible¡±, afirma Natacha Aguilar. ¡°El Gobierno debe tener una estrategia inteligente en la gesti¨®n del tr¨¢fico marino, que adem¨¢s corrija el hecho de que Canarias sea de las zonas del mundo con m¨¢s muertes de ballenas por colisi¨®n con barcos¡±.

Desde 2003, a?o en el que se hizo el proyecto, la obra hab¨ªa ido transitando sigilosamente tr¨¢mites burocr¨¢ticos, con el apoyo de casi todos los partidos pol¨ªticos y escaso inter¨¦s ciudadano. Hasta que en 2016 surgi¨® Salvar Agaete, una plataforma que impulsaron cuatro j¨®venes mujeres y un hombre y cuya primera asamblea en la plaza del pueblo reuni¨® a 30 personas.

Muy h¨¢biles en las calles y en las redes, han formado un movimiento transversal m¨¢s all¨¢ del ecologismo tradicional que ha movilizado al pueblo y despertado simpat¨ªas en la isla, hasta conseguir que la mayor¨ªa de los partidos se pongan ahora de su lado. ¡°Yo no puedo estar de espaldas a lo que piensa la gente¡±, afirma el alcalde de Agaete, el socialista Juan Ram¨®n Mart¨ªn, que cambi¨® de postura tras constatar, a trav¨¦s de una encuesta telef¨®nica, que el 81% de la poblaci¨®n local era contraria a la ampliaci¨®n.

Entre otros, pescadores como Sebasti¨¢n y Daniel, a pesar de que el patr¨®n mayor de la cofrad¨ªa ha defendido la obra. Con la piel apergaminada por el sol y el salitre, toman caf¨¦ en una terraza del puerto despu¨¦s de faenar. ¡°Se supone que estar¨ªamos m¨¢s c¨®modos, pero tampoco nos compensa. A m¨¢s barcos, m¨¢s probabilidades de que nos rompan las artes de pesca¡±, afirma Daniel. ¡°Adem¨¢s, tendremos que pescar mucho m¨¢s lejos. La obra ahuyentar¨¢ a las sardinas¡±.

Desde Salvar Agaete argumentan que el actual muelle est¨¢ al 28% de su capacidad, aunque el viceconsejero afirma que, en horas puntas, ¡°puede llegar al 90%¡±. No creen, como afirma el Gobierno canario, que la ampliaci¨®n vaya a dinamizar la econom¨ªa del pueblo, muy volcada al turismo de peque?os alojamientos y restaurantes. Una opini¨®n que comparte Gin¨¦s de Rus, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Las Palmas. ¡°Es poco cre¨ªble. El actual puerto no ha tenido un impacto significativo. Es un lugar de paso¡±.

Y tampoco quieren que un enclave de 5.600 habitantes, muy vinculado a la naturaleza y a un importante patrimonio arqueol¨®gico, se convierta en un gran nodo de distribuci¨®n de mercanc¨ªas. ¡°Esto es un lugar para el sosiego¡±, afirma Cathaysa Jim¨¦nez, una de las promotoras de la plataforma. ¡°La ampliaci¨®n es un atentado socioambiental¡±.