El largo camino de Angola hacia la despenalizaci¨®n de la homosexualidad
El proceso legal ha durado m¨¢s de cinco a?os, ahora el reto es la lucha contra la homofobia
Angola se acaba de sumar al club de pa¨ªses africanos, una veintena, donde las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no son delito. Tras un proceso que ha durado m¨¢s de cinco a?os en el que han participado asociaciones LGTBI, organismos internacionales, jueces, abogados, t¨¦cnicos del Gobierno y los propios diputados del Parlamento, la ley ya no castiga la homosexualidad y, adem¨¢s, establece sanciones para quien discrimine a una persona por su orientaci¨®n sexual.
¡°Todo comenz¨® por la salud¡±, asegura Carlos Fernandes, presidente de la asociaci¨®n Iris Angola, ¡°para constituirnos legalmente como colectivo lo hicimos bajo el pretexto de la lucha contra el SIDA y en colaboraci¨®n con otras asociaciones ciudadanas. No est¨¢bamos solos¡±. La citada red empez¨® entonces a trabajar junto a los ministerios de Educaci¨®n, Sanidad, Familia y Juventud en temas como prevenci¨®n y acceso a la salud. El puente hacia el reconocimiento de derechos a la poblaci¨®n LGTBI empezaba a construirse.
Como en muchos pa¨ªses africanos, la homofobia y la transfobia est¨¢n muy extendidas en Angola. Imanni Da Silva, reconocida como la primera modelo transexual africana, ha sufrido numerosos ataques a trav¨¦s de las redes sociales, tanto antes como despu¨¦s de su operaci¨®n de cambio de sexo en Londres en 2011. ¡°Hay gente que se esconde detr¨¢s de un ordenador para atacar a los dem¨¢s¡±, asegura, ¡°pero no me puedo olvidar de que hay muchas personas en Angola que sufren violencia f¨ªsica, incluso dentro de sus casas¡±.?
Tras la creaci¨®n de Iris Angola, el siguiente paso fue abrirse al apoyo y la experiencia internacional. ¡°Uno de nuestros grandes socios fue la asociaci¨®n Lambda, de Mozambique, que logr¨® la despenalizaci¨®n en 2015, as¨ª como ONUSIDA o el PNUD. Hicimos un trabajo de campo para investigar c¨®mo las leyes pon¨ªan barreras al acceso de la comunidad LGTBI a la salud. Entonces se crearon comisiones de trabajo en el Parlamento donde plante¨¢bamos nuestras recomendaciones¡±, explica Fernandes.
Hab¨ªa llegado el momento de la pol¨ªtica. Angola estaba inmerso desde finales de la d¨¦cada pasada en la redacci¨®n de un nuevo C¨®digo Penal que sustituyera al entonces vigente, que databa nada menos que de 1886 y fue importado de Portugal. En este texto legal se castigaba con seis meses a tres a?os de c¨¢rcel a quienes practicaran ¡°actos contra natura¡±. Aunque estas penas nunca se aplicaron --ning¨²n homosexual ha sido encarcelado por serlo- lo cierto es que no hab¨ªan sido abolidas en ning¨²n momento.?
En aquellas comisiones parlamentarias, las propuestas de la comunidad LGTBI fueron escuchadas y evaluadas por primera vez por diputados, jueces, fiscales, t¨¦cnicos de distintos ministerios. ¡°No quer¨ªamos una ley espec¨ªfica, s¨®lo que se reconocieran nuestros derechos¡±, a?ade Fernandes. "Lo m¨¢s importante era retirar ese art¨ªculo del C¨®digo Penal y que se protegieran las diferentes orientaciones sexuales y de g¨¦nero. Seg¨²n esta legislaci¨®n se pod¨ªa insultar o agredir a un homosexual sin que la persona sufriera castigo por ello¡±, a?ade.?
Tras a?os de discusi¨®n, nuevos vientos pol¨ªticos propiciaron el cambio. El 23 de agosto de 2017 se celebraron elecciones presidenciales en Angola y por primera vez desde hac¨ªa casi 40 a?os Jos¨¦ Eduardo Dos Santos no se presentaba. El ganador de dichos comicios fue Joao Louren?o, quien ven¨ªa avalado por el expresidente pero que desde su llegada al poder decidi¨® desmarcarse de su antecesor emprendiendo un feroz combate contra la corrupci¨®n y abriendo nuevas v¨ªas de participaci¨®n pol¨ªtica y social. El terreno estaba abonado para aprobar, por fin, un nuevo C¨®digo Penal.
¡°No fue un pol¨ªtico en concreto, fue la mayor¨ªa parlamentaria la que aprob¨® la despenalizaci¨®n con 155 votos a favor, siete en contra y dos abstenciones¡±, a?ade Fernandes. El art¨ªculo qued¨® excluido, pero adem¨¢s se fija pena de hasta dos a?os de c¨¢rcel para quien discrimine a una persona por su orientaci¨®n sexual. Sin embargo, el reto ahora es la lucha contra la homofobia. ¡°Hay que seguir trabajando la sensibilizaci¨®n con familias, polic¨ªas, en la escuelas. No pedimos que nos acepten, si no les gustamos que se guarden su opini¨®n para ellos y al menos que no nos ataquen¡±, pide.
Imanni Da Silva coincide en que ¡°este ha sido un paso significativo pero queda mucho camino por recorrer, especialmente en el reconocimiento de los derechos de la comunidad trans. En Angola, por ejemplo, est¨¢ prohibido el cambio de sexo, incluso en las cl¨ªnicas privadas¡±.
Aborto libre en dos supuestos
El mismo C¨®digo Penal que despenaliza la homosexualidad en Angola permite el aborto en ciertos casos. Este punto fue mucho m¨¢s pol¨¦mico que la despenalizaci¨®n de la homosexualidad y de hecho fue una de las razones del bloqueo de su aprobaci¨®n hasta 2017. Versiones anteriores de la reforma planteaban la posibilidad de interrumpir el embarazo de manera libre hasta las diez semanas de gestaci¨®n. Esta opci¨®n qued¨® recortada y el nuevo texto lo garantiza solo en los supuestos de peligro para la vida o salud de la madre o el feto y de violaci¨®n. En caso contrario, el aborto se considera un delito con penas de entre dos y ocho a?os de c¨¢rcel.
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