¡°En Uganda, los homosexuales nos jugamos la vida¡±
Hassan Kamoga dirige Queer Kampala, primer Festival de cine LGTB del pa¨ªs, donde ser gay es ilegal
El mismo a?o en que el Parlamento de Uganda debat¨ªa una ley anti-homosexualidad, 2014, el director de cine Hassan Kamoga (Kampala, 1983) decid¨ªa dar un paso al frente y convertirse en activista ¡°con el cine como arma¡±. Su decisi¨®n le ha costado el trabajo, las amistades e incluso su relaci¨®n familiar. Ahora, cada pocos meses debe cambiar su residencia por temor a ser detenido y aprovecha el apoyo internacional para convertirlo en su propio ¡°seguro de vida¡±. ¡°En Uganda los homosexuales nos jugamos la vida cada d¨ªa y debemos aprender a vivir con ese miedo¡±, sentencia. Tras dirigir su primera pel¨ªcula de denuncia, el pasado mes de diciembre puso en marcha el primer Festival de cine LGTB de Uganda, Queer Kampala, al que asistieron de forma clandestina m¨¢s de 800 personas. ¡°Todos convocados por SMS y con las m¨¢ximas medidas de seguridad por miedo a las agresiones¡±. Hace unos d¨ªas estuvo en el Festival de Cine de Berl¨ªn, donde ha sido jurado, y ahora se encuentra en Bilbao para participar en el Festival Internacional LGTB Zinegoak, donde recoger¨¢ el premio especial. ¡°La pr¨®xima edici¨®n ya est¨¢ en marcha, necesitamos todo el apoyo posible para dejar de ser ilegales, para dejar de ser perseguidos, para dejar de ser odiados¡±.
Pregunta. ?Qu¨¦ supone ser hoy un activista por los derechos de los homosexuales en Uganda?
Respuesta. Supone vivir con el miedo de que puedes morir cada d¨ªa. El 90% del pa¨ªs te rechaza porque no entiende la homosexualidad y la considera algo contaminado por la cultura occidental. Se aprovechan de la religi¨®n para criminalizar las tendencias sexuales y acuden a la Biblia para rechazarlo. No s¨¦ dan cuenta de que la Biblia tambi¨¦n estar¨ªa contaminada por esa misma cultura occidental a la que se agarran para criminalizarte. Y ahora, desde los a?os 90, ha llegado una nueva ola de rechazo y de odio que impulsan muchos l¨ªderes religiosos cercanos a la iglesia evang¨¦lica con una fuerte influencia sobre el poder pol¨ªtico. Es tal el rechazo que corres el riesgo de ser asesinado. Sin embargo, acudes a la historia y encuentras uno de los primeros reyes del pa¨ªs como Kabaka Mwanga que era homosexual. Y de las 56 tribus originales del pa¨ªs te topas con una de ellas en la que se aceptaba con normalidad la existencia de mujeres transexuales. As¨ª que no es una realidad tan ajena a la cultural del pa¨ªs como para tenerle tanto odio.
P. ?C¨®mo ha conseguido romper el miedo para mantenerse activo y permanecer en el pa¨ªs?
Desde que soy activista, debo cambiar de domicilio cada poco tiempo. En cuanto llego a un barrio y se conoce mi trabajo, debo mudarme r¨¢pido
R. Nunca ha sido f¨¢cil. Desde que soy activista debo cambiar de domicilio cada poco tiempo. En cuanto llego a un barrio nuevo y se conoce mi trabajo, debo mudarme r¨¢pido ante el riesgo de ser detenido o agredido. Algo a lo que no me acostumbrar¨¦ nunca. Adem¨¢s, antes de ser activista dirig¨ªa mi propia productora con la que realizaba v¨ªdeos promocionales y anuncios de publicidad. Al poco tiempo, perd¨ª todos los encargos. La gente no quer¨ªa trabajar conmigo, no quer¨ªa mantener ning¨²n tipo de relaci¨®n. Entonces ca¨ª en la cuenta de que contaba con el cine como arma para defenderme y para conseguir el cambio necesario. Y en esa guerra estoy. La ¨²nica opci¨®n para mi vida es mantenerme en Uganda, mantenerme en la lucha por la defensa de los derechos de las personas homosexuales en mi propia tierra.
P. ?Cu¨¢ndo fue el momento exacto que decidi¨® dar el paso al frente?
R. Febrero de 2014. No recuerdo el momento exacto, pero s¨ª el mes. En cuanto la ley anti homosexualidad se llev¨® al Parlamento, todo el colectivo LGTB comenz¨® a huir. Era como vivir en guerra: perd¨ª a amigos, entr¨® el miedo en nuestras vidas, comenzaron las persecuciones... En ese momento, decid¨ª poner el cine como arma contra todas las situaciones injustas. Tengo tan claro que conseguiremos el cambio que no puedo dejar de luchar. Tal vez, no lo vea en vida, pero habr¨¢ una generaci¨®n que lo disfrute. Al igual que ha sucedido en Estados Unidos o en tantos pa¨ªses de Europa. Si necesitamos que pasen 50 a?os, los esperaremos luchando sin abandonar Uganda. Marcharme y quedarme callado no es una opci¨®n. Y ese mismo mes de febrero comenc¨¦ a preparar mi primera pel¨ªcula y a pensar en el Festival de Cine. El colectivo LGTB necesit¨¢bamos un punto de encuentro para darnos fuerza entre todos y para inspirar tambi¨¦n a otras comunidades del mundo donde tambi¨¦n fu¨¦ramos perseguidos.
P. ?Cu¨¢l ha sido el balance de esta primera edici¨®n del Festival?
R. Estoy, estamos, realmente felices. Han sido tres d¨ªas de cine, de reuniones, sin problemas ni violencia. En total, m¨¢s de 800 personas disfrutaron de las pel¨ªculas. El primer d¨ªa no llegamos a reunir a 150 personas por el miedo a posibles detenciones de la polic¨ªa. Pero en la sede de la proyecci¨®n hab¨ªamos dise?ado un sistema de vigilancia a trav¨¦s de personas voluntarias que avisar¨ªan en cuanto vieran presencia policial y preparamos diferentes planes de escape. Tambi¨¦n adoptamos todas las medidas de seguridad posibles para los d¨ªas siguientes con una sede diferente por sesi¨®n que anunci¨¢bamos a trav¨¦s de SMS. Al final, todos pudimos reunirnos sin problemas. As¨ª que ya tenemos fechas para la segunda edici¨®n. Queremos contar con m¨¢s p¨²blico y con m¨¢s actividades lo que nos obliga a redoblar los esfuerzos en seguridad. La polic¨ªa ya sabe de nuestra existencia.
P. ?C¨®mo llegaron a esos 800 personas al tratarse de un festival clandestino?
R. Existe una gran diferencia entre una Festival LGTB normal, en un espacio p¨²blico y abierto, al nuestro que es considerado ilegal. Lo conseguimos poner en marcha entre ocho personas y toda una red de 20 voluntarios. No pudimos acudir a la radio para promocionarlo, ni pudimos dar en abierto la informaci¨®n exacta de los lugares y las fechas. Tuvimos que utilizar filtros y nos apoyamos en las redes sociales para eso. A trav¨¦s de mensajes privados v¨ªa Facebook y de WhatsApp filtr¨¢bamos las peticiones de informaci¨®n. Siempre realiz¨¢bamos tres preguntas b¨¢sicas para descubrir las intenciones reales: c¨®mo hab¨ªan descubierto el Festival, qu¨¦ opinaban de la comunidad LGTB y qu¨¦ conocimiento ten¨ªan de ella. Muchas veces, a la segunda ya nos dec¨ªan que ojal¨¢ toda la comunidad de LGTB se muriera. As¨ª filtr¨¢bamos aquellos perfiles a los que todav¨ªa no podemos dirigirnos. En un futuro, tenemos la ilusi¨®n de convocar a todos para conseguir un cambio de actitud definitivo.
P. ?Qu¨¦ reacciones ha despertado el Festival?
Estamos muy orgullosos y seguiremos gritando hasta que el odio termine
R. El Queer Kampala es el festival m¨¢s joven en un lugar donde la homosexualidad est¨¢ penada por ley y criminalizada. A pesar de todo, hemos conseguido un gran impacto tanto en la comunidad LGTB de Uganda como en todo el mundo. Muchos Festivales nos han contactado para mostrarnos su orgullo. Uno de los primeros fue el de Myanmar, donde iremos a compartir la experiencia con todos ellos. Ahora acabo de llegar de Berl¨ªn; all¨ª particip¨¦ como jurado en el premio Teddy a la mejor pel¨ªcula de tem¨¢tica LGTB. Y esta semana recoger¨¦ en Bilbao el premio especial del Festival Zinegoak. Nos hemos dado cuenta de que no estamos solos y que nuestra lucha est¨¢ inspirando a otras comunidades. Estamos muy orgullosos y seguiremos gritando hasta que el odio termine.
P. ?Esta reacci¨®n internacional tambi¨¦n sirve para salvar sus vidas?
R. Sin ninguna duda. De todos modos, sin gente en el kil¨®metro cero caer¨ªa en saco roto toda la lucha. El apoyo m¨¢s efectivo es que la gente en el terreno no se sienta sola, cuente siempre con los medios materiales necesarios y tenga la posibilidad de seguir trabajando. La gente nos llama valientes y premia nuestro trabajo pero si no contamos con presupuestos m¨¢s amplios no podremos continuar. Todo lo hemos organizado hasta ahora es con dinero propio y de una ONG holandesa, pero necesitamos m¨¢s apoyo econ¨®mico. Si viene un activista europeo a apoyarnos, genial. Pero corremos el riesgo de que refuerce la falsa creencia de que los homosexuales estamos contaminados por el colonialismo. Lo que necesitamos es mantener fuerte nuestras estructuras, recibir buenas ideas y seguir sintiendo todo este calor. Sin duda, lograremos el cambio y ojal¨¢ podamos verlo para disfrutarlo.
¡°La segunda edici¨®n del festival ya est¨¢ en marcha. Escr¨ªbenos, contamos con tu apoyo¡±
Para el cineasta y activista Hassan Kamoga la repercusi¨®n internacional del festival LGTB Queer Kampala de Uganda le reafirma en su lucha. M¨¢s todav¨ªa cuando en esa lucha se juega la vida, ¨¦l y todo el colectivo de su pa¨ªs. Sin embargo, busca la forma de transformar ese inter¨¦s internacional en apoyo econ¨®mico real para fortalecer su lucha. "Los reconocimientos son geniales. Las aportaciones econ¨®micas ahora mismo, esenciales". Por eso, promociona la p¨¢gina web del Festival y sus redes sociales all¨¢ por d¨®nde pasa con la ilusi¨®n de recibir m¨¢s mensajes de inter¨¦s y mas apoyos econ¨®micos.
Durante esta semana visita Bilbao para recoger el premio especial Zinegoak 2017 y anuncia con orgullo que ya est¨¢n cerradas las fechas de la segunda edici¨®n del Festival: del 8 al 10 de diciembre de 2017 en Kampala, Uganda. ¡°Escribidnos, haced donativos, dadnos ideas y todo lo que quer¨¢is para que podamos consolidar un punto de encuentro tan necesario para nuestra lucha y para nuestras vidas¡±.
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