¡°Mi madre le cont¨® al director de los salesianos que don Pablo hab¨ªa abusado de mi hermana y de m¨ª¡±

Como tantos otros, Claudio (nombre an¨®nimo) sinti¨® un extra?o alivio?a sus 55 a?os cuando ley¨® por primera vez que los abusos sexuales en el colegio salesiano de Deusto estaban saliendo a la luz. Durante 45 a?os, nadie en su barrio le crey¨® cuando contaba que los religiosos del centro ¡°met¨ªan mano¡± a los ni?os. En su historia personal y familiar se mezclan los abusos de dos de los cuatro acusados de pederastia y malos tratos: el sacerdote Pablo Ortega ¨Cinvestigado por la orden salesiana por pederastia¨C?y Jos¨¦ Miguel San Mart¨ªn ¨Cconocido como don Chemi y denunciado por una treintena de antiguos alumnos¨C.

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"Parece una cosa de risa. Mientras que don Pablo me tocaba a m¨ª, don Chemi hac¨ªa lo mismo en el curso de mi hermano peque?o. Se lo contamos a nuestra madre, pero al principio no sab¨ªamos qu¨¦ hacer. Los salesianos ten¨ªan mucho poder en esa ¨¦poca", explica. Este jueves decidi¨® ir a la Ertzaintza y denunciar las agresiones sexuales y f¨ªsicas que, desde 1977 hasta 1978, sufri¨® en el centro y cuando sal¨ªan de excursi¨®n. En la denuncia tambi¨¦n subraya que el director de los salesianos le confes¨® a su madre que ten¨ªa m¨¢s quejas de Ortega por el mismo motivo.

El denunciante relata que Ortega,?por entonces jefe de estudios y monitor del grupo scout,?abusaba de los alumnos en su despacho, en ocasiones los s¨¢bados por la ma?ana, cuando les hac¨ªa llamar para repasar el temario. Tambi¨¦n lo hac¨ªa en las duchas despu¨¦s de la clase de gimnasia. "Era matem¨¢tico. Cuando est¨¢bamos en el vestuario sin ropa entraba y nos tocaba. Muchas veces el profesor de Educaci¨®n F¨ªsica ten¨ªa que echarle", cuenta Claudio. Los peores escalofr¨ªos eran frecuentes durante las noches de acampada en Zuazo de Cuartango (?lava), cuando don Pablo dorm¨ªa junto a ellos. "Yo intentaba no dejarme. Me hac¨ªa una bola con el saco, pero se cabreaba y me pegaba", describe.

"Poco despu¨¦s, en 1978, los salesianos hicieron mixto el grupo de scouts y don Pablo nos pidi¨® que llev¨¢ramos a nuestras hermanas. La m¨ªa fue un d¨ªa, la meti¨® en el despacho y empez¨® a tocarla. Sali¨® corriendo y se lo cont¨® a mi madre. Ten¨ªa ocho a?os", explica Claudio. Su madre fue a hablar con el director de entonces, Esteban Arrieta. "Le dijo que ya hab¨ªan recibido m¨¢s quejas de otros padres y que no sab¨ªan qu¨¦ hacer", comenta el denunciante. Un a?o despu¨¦s, Ortega fue enviado a Roma, seg¨²n la orden "con motivos de estudios", hasta 1982. Claudio asevera que su supuesto abusador ten¨ªa mucha influencia en la orden. "Era un capo", dice.

Los abusos afectaron a toda la familia. Tres hermanos afectados y una madre que, tras denunciar, no encontr¨® respuesta. "Lo tapamos todo y no nos ha marcado de por vida. Cuando estaba declarando ante la Ertzaintza comenc¨¦ a recordar cosas", explica Claudio, quien subraya que son muchas las v¨ªctimas de don Pablo que a¨²n no se atreven a denunciar. "Quiero que se sepa. Que salga a la luz y m¨¢s gente lo cuente", a?ade.

Las quejas de la madre de Claudio fueron similares a las de la madre de Gonzalo Elorza, v¨ªctima de don Chemi a finales de los ochenta. Cuando fue con su marido para comunicar al colegio que la asociaci¨®n de padres les hab¨ªa llamado para advertirles de que su hijo sufr¨ªa abusos, el director se sorprendi¨®. "Nos dijo que Jos¨¦ Miguel San Mart¨ªn era una eminencia y que nunca hab¨ªan recibido quejas. Don Chemi nos pidi¨® perd¨®n por si les hab¨ªa hecho pasar un mal rato a los ni?os. Se puso de rodillas y toc¨® el suelo con la cabeza. Cuando hablamos con el director nos dijo que lo iba a investigar¡±, narra la madre de Elorza. San Mart¨ªn continu¨® en los salesianos hasta 1990, aunque varios programas de actividades reflejan que sigui¨® impartiendo cursos en el centro hasta 1993. La orden ha reconocido que supo de dichos abusos desde 1989.

Desde 1975 hasta 1979, San Mart¨ªn y Ortega coincidieron en el centro como profesores. Tambi¨¦n en los campamentos scout, grupo del que Ortega era fundador. En esa fechas coinciden los abusos de una parte de la treintena de denuncias de pederastia y malos tratos que ya apuntan, adem¨¢s, a otros dos cl¨¦rigos, uno de ellos un antiguo director ya fallecido, Luis Rojo.

Los tocamientos y los maltratos en el colegio eran vox p¨®puli entre los alumnos de Deusto, seg¨²n cuentan los denunciantes, tanto en los medios como en las redes sociales. Claudio cuenta que Ortega le pegaba en la cabeza con una campana de cobre, cuando no se dejaba tocar. Adem¨¢s, varios denunciantes aseguran que varias v¨ªctimas fueron al centro cuando San Mart¨ªn segu¨ªa dando clase para chantajearle. ¡°Hicieron una pintada en el suelo del colegio y luego le fueron a pedir 30.000 pesetas. Le amenazaron con contarlo si no lo hac¨ªa y don Chemi acept¨®", relata Claudio.

Desde que los casos de abusos salieron a la luz, San Mart¨ªn se ha negado a hacer declaraciones a los medios. A finales de a?o, antes de que este peri¨®dico publicase el primer reportaje de investigaci¨®n, el ahora acusado afirm¨® que en el pasado hubo "un episodio de abusos de otro compa?ero que qued¨® en nada", pero que ¨¦l no era pederasta. "Bueno, tambi¨¦n, a veces, se hacen cosas, se dicen cosas y se interpretan de una manera determinada. Pero, vamos, eso nos pasa a todos ?no?", confes¨® por tel¨¦fono.

Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es