Sin bienestar animal no hay filete bio
La justicia europea retira el sello verde a la carne ¡®halal¡¯ y abre el debate sobre qu¨¦ es org¨¢nico
El Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) ha determinado este martes que la carne halal no puede llevar la etiqueta ecol¨®gica. Seg¨²n la normativa comunitaria, los productos bio deben cumplir estrictos requisitos de cr¨ªa animal, no da?ar la biodiversidad o garantizar el bienestar del ganado. Siguiendo esos criterios, en el sello verde no tienen cabida los animales pasados a cuchillo sin previo aturdimiento. El texto de la sentencia dice: ¡°El logotipo de producci¨®n ecol¨®gica de la UE no se puede utilizar para la carne procedente de animales que hayan sido objeto de un sacrificio ritual sin aturdimiento previo¡±, dice.?
El caso se remonta a 2012, cuando la organizaci¨®n animalista francesa OABA pidi¨® al Ministerio de Agricultura galo que impidiera a los productores de carne halal emplear el logo de agricultura ecol¨®gica en los envases de hamburguesas de carne vacuna. Tras varias instancias, el caso lleg¨® a la Corte de Luxemburgo, donde los magistrados comunitarios interpretan que el reglamento de la UE para otorgar el marchamo ecol¨®gico recoge una voluntad expresa de garantizar el bienestar animal en todas las etapas de la producci¨®n, incluido el sacrificio. Y recuerda que hay estudios cient¨ªficos que demuestran que el aturdimiento es la t¨¦cnica m¨¢s respetuosa.
La justicia europea destaca que la pr¨¢ctica del sacrificio ritual solo est¨¢ permitida en la UE de forma excepcional en nombre de la libertad religiosa, pero resalta que ¡°no es tan eficaz para reducir el dolor, la angustia o el sufrimiento animal como el sacrificio precedido de aturdimiento¡±. La decisi¨®n, que tambi¨¦n puede afectar a la carne kosher jud¨ªa, llega en medio de una intensa pol¨¦mica sobre los sacrificios religiosos en Europa. Las organizaciones animalistas reclaman el fin de la excepci¨®n religiosa en los mataderos y las dos principales regiones belgas, Flandes y Valonia, anunciaron que prohibir¨ªan el sacrificio de animales sin aturdimiento.
Religi¨®n y hoja verde
El abogado de la UE, Nils Wahl, se pronunci¨® en septiembre a favor de otorgar la etiqueta verde, precisamente para no impedir a los musulmanes el acceso a estos productos con las garant¨ªas que ofrecen en t¨¦rminos de calidad y seguridad alimentaria. Pero este sello no es solo un debate entre la ecolog¨ªa y la religi¨®n. El logotipo de la hoja verde no certifica un producto, sino un proceso completo. Solo los alimentos procedentes de animales criados ¡ªo vegetales producidos¡ª bajo ciertas reglas pueden llevarlo. Igual que est¨¢ prohibido dar antibi¨®ticos y medicamentos de manera preventiva a los animales, o encerrarlos en granjas, no est¨¢n permitidos pesticidas sint¨¦ticos en los cultivos.
¡°Ante todo hay que poner reglas claras¡±, dice Marco Antonio Oltra, del departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente en la Universidad de Alicante. ¡°En la agricultura biol¨®gica hay una falta de definici¨®n por parte de quien enuncia el producto y lo que es la percepci¨®n de la gente¡±. Pese a ello, tanto el consumo como la producci¨®n crecen a tasas de doble d¨ªgito en Europa y en el mundo. El mercado biol¨®gico movi¨® m¨¢s de 80.000 millones de euros en 2016, seg¨²n el Instituto de Investigaci¨®n de Agricultura Org¨¢nica (FiBL).
¡°Es la apuesta del futuro¡±, defiende Luis Ferreirim, responsable de agricultura en Greenpeace Espa?a, quien a?ade que hay que seguir potenciando los modelos locales y de temporada, tambi¨¦n fundamentales para fomentar el consumo interno. ¡°No abogamos solo por el sello; hace falta much¨ªsima m¨¢s informaci¨®n y una apuesta decidida por un modelo m¨¢s cercano, adem¨¢s de una legislaci¨®n que favorezca estos productos, porque ya ni se aprecia lo que es de temporada¡±.
Espa?a es el pa¨ªs europeo con mayor superficie absoluta dedicada a la producci¨®n org¨¢nica, m¨¢s de dos millones de hect¨¢reas. En 2015, ¨²ltimos datos desglosados por el Ministerio de Agricultura, las exportaciones de productos biol¨®gicos alcanzaron los 778 millones de euros. Pero tambi¨¦n crecieron las importaciones, que trajeron al pa¨ªs 431 millones de euros y dejaron una huella de carbono que para algunos representa una mancha importante en el modelo bio.
¡°El sector y los consumidores tendr¨¢n que valorar¡±, comenta Dolores Raig¨®n, vicepresidenta de la Sociedad Espa?ola de Agricultura Ecol¨®gica (SEAE) e ingeniera agr¨®noma. ¡°El intr¨ªngulis del modelo ecol¨®gico es no abusar de unos recursos naturales que son limitados en un planeta finito¡±, a?ade, e invita a reflexionar sobre el sistema: ¡°Hay que tener en cuenta el modelo de producci¨®n, la temporalidad y la proximidad¡±. Porque Europa no puede ofrecer fresas en noviembre y menos a¨²n caf¨¦, frutas tropicales o cacao, pero los mercados est¨¢n llenos aunque para ello tengan que venir de muy lejos. ¡°De media, un alimento recorre 7.000 kil¨®metros hasta la mesa¡±, dice Raig¨®n, y recuerda que la contaminaci¨®n vinculada al transporte afecta a toda la industria, tambi¨¦n la convencional.
Normas m¨¢s exigentes
¡°Yo soy partidaria de una normativa m¨¢s exigente; por ejemplo, indicar la huella m¨¢xima de carbono que cada producto puede tener para considerarse ecol¨®gico o impedir la entrada de alimentos de terceros pa¨ªses si tenemos productos ecol¨®gicos locales¡±, defiende Raig¨®n. El veterinario Jean-Pierre Kieffer, presidente de la asociaci¨®n que present¨® la denuncia en Francia, celebr¨® el fallo sobre la carne halal: ¡°Viene a recordar que el bienestar animal no es solo marketing o palabrer¨ªa, sino una noci¨®n jur¨ªdica protegida por el derecho europeo¡±.?
Las empresas que trabajan con carne halal bio no comparten ese entusiasmo. Gerlando Infantino, fundador de Green Halal, en Valonia, compra animales a las granjas, los lleva a los mataderos, y estos les entregan los paquetes para distribuirlos entre sus 250 clientes. Dice cumplir varias condiciones para respetar el bienestar de los animales, criados al aire libre y alimentados sin harinas animales y transg¨¦nicos. Para ¨¦l, la sentencia es un error: ¡°Hay estudios que dicen que los animales sufren menos sin aturdimiento. La pistola que se usa da?a el cr¨¢neo, con lo que el animal sufre dos veces, cuando lo aturden y cuando lo matan. No hay m¨¦todo que evite el dolor¡±.
Los consumidores espa?oles, cada vez m¨¢s fieles
Austria es el pa¨ªs europeo con mayor porcentaje de tierra dedicada a la producci¨®n ecol¨®gica sobre el total de la superficie cultivada, pero Espa?a es el que tiene m¨¢s superficie absoluta dedicada a la producci¨®n biol¨®gica. A¨²n as¨ª, al consumo interno le cuesta despegar y sigue estando lejos de los pa¨ªses que lideran la clasificaci¨®n en este sentido, Suiza y Dinamarca. "En los ¨²ltimos a?os, el consumo est¨¢ creciendo de forma espectacular", matiza Dolores Raig¨®n, vicepresidenta de la Sociedad Espa?ola de Agricultura Ecol¨®gica y docente en la Universidad de Valencia. El informe elaborado por el Ministerio de Agricultura Estrategia para la producci¨®n ecol¨®gica 2018-2020 reconoce que el mercado interno representa una debilidad del sector, pero a la vez detalla que el consumidor de productos ecol¨®gicos es muy fiel y que la evoluci¨®n de los ¨²ltimos a?os ha sido positiva. En 2015 el mercado se situ¨® cerca de los 1.500 millones, con un gasto per c¨¢pita de 32,27 euros.
"La tendencia es innegable desde hace tiempo y va a seguir creciendo", asegura Mar¨ªa Galli, docente de Marketing en Esade. "Mucha gente no compra bio porque es m¨¢s caro, pero ahora est¨¢n apareciendo productos ecol¨®gicos de marca blanca que los hacen m¨¢s accesibles".
Seg¨²n una encuesta realizada para el ministerio, siete de cada diez compradores habituales de alimentos ecol¨®gicos los adquieren en establecimientos no especializados, sobre todo hipermercados. Pero son los que llenan el carrito en tiendas especializadas los que compran y consumen con m¨¢s frecuencia: todos o casi todos los d¨ªas. Ambos grupos, detalla el estudio, suelen ser de clase media-alta con una media de edad de 43 a?os y llevan consumiendo alimentos org¨¢nicos por lo menos desde hace cinco a?os. La mayor¨ªa de ellos empez¨® a comprar ecol¨®gico por salud y por evitar productos tratados con pesticidas. A la hora de elegir, destaca que etiquetas y sellos son aliados importante.
Aunque las reglas en la UE sean claras, Galli recomienda fijarse siempre en la etiqueta. ¡°La ley deja huecos y hay muchos aprovechamientos¡±. Tambi¨¦n Raig¨®n reconoce que el auge de este tipo de alimentos puede dar lugar a ¡°oportunismos¡±, pero a la vez asegura que los controles son estrictos. ¡°Hay casos puntuales de productores que se quieren subir al carro¡±, comenta. ¡°Habr¨ªa que seguir trabajando dentro del modelo para dar informaci¨®n y formaci¨®n sobre lo que es ecol¨®gico, cu¨¢les son las limitaciones y qu¨¦ significa el proceso¡±, sugiere.
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